Cuenta regresiva

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“La cuenta regresiva comienza”, repitió en su cabeza las palabras de Hina.

La mesa se encontraba repleta de revistas que hacían preguntarse a Saori desde cuándo había empezado su amiga a juntar aquel arsenal. Desde revistas de vestidos, maquillaje y adornos decorativos, hasta tests de qué tipo de servilleta deberías poner el día de tu boda según tu personalidad.

Hina se había tomado muy en serio su rol para ayudar a su amiga a planear la boda perfecta en solo cuatro meses.

—Dice que mi boda perfecta sería tipo Las Vegas —murmuró Shoko, dejando la revista en el regazo de Nanami—. Quién diría que me agradaría que quien oficie un día tan importante para mí, vaya vestido de Elvis Presley.

El rubio sonrió, tomándola y revisando las preguntas del test mientras negaba.

—Es una tontería.

—¡Claro que no! —protestó Hina—. Acertó perfectamente mi boda ideal.

—¿Y cuál sería?

Alzó la mirada, bajando un poco la revista. Cuando los ojos de Hina brillaban así, sentía que su corazón se aceleraba más de lo normal.

—Un lugar con vista al mar y... bueno, no importa ahora —murmuró, aclarándose la garganta—. Estamos planeando la boda de Saori y Gojo. Llevo preparándome para esto desde que me lo presentó.

—Eso explica todo esto —bromeó Saori y sonrió—. Pero no creo que necesitemos demasiado. Estaremos bien con algo pequeño.

—¿Eh? No —protestó Satoru—. Debemos hacer algo a lo grande. Quiero que tengas la boda de tus sueños. —Se acercó, tomándola por la barbilla mientras su pulgar realizaba caricias en su mejilla—. Lo que pidas lo tendrás.

Saori rió por lo bajo, tomando sus manos. Sabía que no iba a dejarla tener algo sencillo y querría consentir cualquier capricho que se le viniera a la mente.

—Hey, Gojo —murmuró Shoko antes de marcharse—. Tengo que hablar contigo sobre algo importante, ¿puedes este jueves?

—¿Qué ocurre? —preguntó algo preocupado, había notado a su amiga algo distanciada aquel día.

Los ojos de la castaña buscaron con disimulo a Saori antes de regresar a él con una pequeña sonrisa forzada.

—¿Puedes o no? Este jueves a las once de la mañana tengo un pequeño receso entre clases.

—De acuerdo —murmuró él.

Ella asintió, sacando su cajetilla del bolso tras despedirse de todos. Satoru la observó alejarse con cierta confusión, intentando descifrar qué era aquello de lo que querría hablar.

La mano de Saori en su hombro lo hizo regresar.

—Hay que recoger a los niños de la escuela.

Camino al colegio, la ceremonia seguía siendo un tema de discusión en el Gojo-móvil.

—Sé que debes de tener una boda de tus sueños planeada, así que no quiero que te guardes nada.

—¿Qué hay de la ceremonia de la que habló tu padre?

—Eso es aparte. Es... Una tradición del clan. Muchos hechiceros asistirán y será muy aburrido. Por eso, el 15 de mayo, será nuestra fecha especial. Ahí tendrás todo cuanto desees y la mejor fiesta.

—Mi amor, no quiero que derroches todo tu dinero en la boda —suspiró ella.

La expresión de Satoru se volvió seria y aprovechó el semáforo en rojo para apretarle los mofletes, haciéndola voltear el rostro hacia él.

Co-parenting || Satoru GojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora