Lluvia (★)

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Megumi no solía interrumpir en los momentos en que Saori charlaba con Hina cuando ella les visitaba. Siempre optaba por hojear algún libro para practicar su lectura en voz alta, o jugar en la consola. Sin embargo, quizás porque en los días de lluvia no se sentía con ánimos de hacer nada más que estar acostado, o porque quería pasar más tiempo con mamá; había terminado comiendo galletas y tomando el latte de vainilla y jengibre —que la rubia había preparado— mientras escuchaba el último drama amoroso de la universidad.

—Antes de fin de año serán pareja. Sabes que tengo buen ojo para eso.

Y el pequeño no tenía idea de quién era Taro ni Naomi. Tampoco entendía sobre las relaciones de parejas ni el enamoramiento, pero Hina tenía una manera de decir las cosas que le hacían creer en su palabra. Además de que lo había enganchado con la curiosidad de saber cuál sería el resultado de aquellos extraños.

—Por cierto, ¿qué harán estas fiestas?

Saori sonrió mientras limpiaba la espuma en el rostro de Megumi.

—Nos iremos a Hitachi cuando los niños salgan de vacaciones. —Levantó la mirada hacia su amiga—. ¿Harás algo especial con Kento?

—Aún no hemos hablado de ello, pero ya tengo un par de ideas —comentó, mirando su teléfono—. Y ya debería irme o se me hará tarde para ir a cenar con él.

—Te llevamos a la estación, así nos vamos directo a recoger a Tsumiki de la academia.

Su amiga asintió, agradeciéndole mientras retiraban las tazas de la mesa.

—¿Cuándo regresa Gojo?

—Mañana, probablemente.

El nerviosismo era evidente en su tono de voz, y Hina le dio una palmadita en la espalda en modo compasivo, intentando decirle que todo saldría bien.

Saori no era fan de conducir cuando el clima amenazaba con una tormenta en cualquier momento, así que agradeció que las clases de danza de Tsumiki terminasen una hora antes. Megumi estaba algo preocupado porque Satoru  tendría que regresar a casa con aquel clima. A pesar de que su padre era un super hombre que ni si quiera necesitaba paraguas para caminar bajo la lluvia, prefería mil veces que estuviese con ellos en casa —sentados todos junto al calor de la estufa mientras jugaban a algo—, a que estuviera en alguna misión.

—Ya llegaron por mí —dijo Tsumiki tomando su bolso, poniéndose de pie y despidiéndose de sus amigas.

—¿Es tu hermana mayor? —preguntó la nueva integrante del grupo—. Es muy linda.

Tsumiki volteó a mirar en dirección a Saori que sostenía de la mano, y negó.

—No. Saori es como mi nueva mamá —replicó, encogiéndose de hombros—. Pero es bastante genial porque también es como una amiga.

—Oh, yo también tengo una nueva mamá, pero no es nada genial —murmuró—. ¿Tu papá se casó otra vez también?

—N-no... Es que mi familia es algo diferente. Pero cuando Gojo regrese te lo presentaré y te explicaré todo.

Aunque no era la primera vez que tenía que explicar aquella extraña dinámica familiar que había surgido cuando Gojo y Saori llegaron a sus vidas, siempre tenía un pequeño temor a que las personas no pudieran comprender que para ellos aquello era perfecto. Y aún así, estaba orgullosa por ello.

Corrió hacia Saori, envolviéndola en un abrazo y dejando que la consintiera con esas caricias en el cabello a medida que caminaban hacia el Gojo-móvil y ella le contaba cómo había sido la clase.

—¿Gojo llegará mañana? —preguntó Tsumiki siguiendo el recorrido de una gota que empezaba a caer por el cristal.

—Espero que sí. Dijo que llamaría antes de irnos a dormir.

Co-parenting || Satoru GojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora