Capitulo 27

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Eran las doce del día, Asiri estaba a la mitad de la clase de creación de personajes, cuando le llegó un mensaje de Biga, Asiri con solo ver la notificación abrió el chat.

Cuando terminó la clase, se despidió de su profesor y salió con calma del salón, bajo cuatro pisos con su block de acuarela en mano, era la primera vez que iba a esos salones, así que se sentía fuera de lugar; sacó su celular para poder buscar el ...

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Cuando terminó la clase, se despidió de su profesor y salió con calma del salón, bajo cuatro pisos con su block de acuarela en mano, era la primera vez que iba a esos salones, así que se sentía fuera de lugar; sacó su celular para poder buscar el salón correcto pero el grito de Biga hizo que Asiri volviera a dirigir la mirada al frente.

-¿Cómo te fue en tu clase? - dijo Biga corriendo para abrazarla

-Fue divertido - contestó ella correspondiendo su abrazo

-Esto va a ser más divertido, ¡vamos a tomar tus medidas para llevar el vestuario a tu medida!

-oh... claro - mencionó Asiri nerviosa- ¿Puedo pedirte un favor?

-Por supuesto ¿ qué pasa?

-Verás, no me gusta usar mangas cortas de ser posible el vestuario podría ser de mangas largas

-Por supuesto, tranquila haré todo lo posible para que te sientas cómoda

-Gracias

Ambas entraron al salón y para sorpresa de Asiri, ahí estaba Félix de espaldas con los brazos extendidos hacia los lados junto a una chica que le tomaba sus medidas con una cinta métrica y las apuntaba en una libreta.

-¡Ya tenemos a mi modelo preferida! - anuncio Biga al entrar, Félix volteo a verla dándole una sonrisa brillante

-Hola - saludo Asir apenada, camino hacia Félix dándole un beso en la mejilla

-Creí que no te vería - dijo él volviendo a poner en la misma posición

-Lamento decepcionarte- bromeo Asiri

-Estaría decepcionado si en verdad no te hubiera visto

Biga y la chica que tomaba las medidas sonrieron disimuladamente al escuchar la declaración de Félix, Asiri no supo qué contestar sólo lo miró apenada, dejando su mochila sobre una de las mesas vacías. Cuando terminaron de tomarle las medidas a Félix, Asiri se paró donde él había estado todo este tiempo, él y Biga comenzaron a platicar, mientras Asiri comenzaba a sudar apretando la mandíbula, estaba nerviosa era más que evidente por su cabeza solo pasaban como fotografías esas miradas, tu pensamiento se interrumpió con la voz de Biga.

-Asiri, ¿Puedo ver tus trabajos?

-Sí

Félix y Biga comenzaron a hojear el block, el cual tenía trabajos con lápices de madera, pintura acrílica, acuarela y tinta china, ambos querendón sorprendidos por su trabajo, unos eran mejores que otros, pero lo que estaba claro es su buen arte.

- Es increíble todo lo que hacen, mis trabajos son horrendos - dijo Biga

-No creo que sea así - contestó Asiri

-Créeme que sí

Félix no dijo nada, solo analizaba cada uno de los trazos y técnicas de las ilustraciones, así permanecieron todo el rato hasta que la chica terminó de tomar las medidas.

-Ya terminamos - dijo la chica

- Gracias - contestó Asiri con una sonrisa

-Bueno, yo me quedo para poder hablar sobre el vestuario, ustedes ya se pueden ir si quieren - dijo Biga

-Yo si me voy, quiero ir a comer - dijo Asiri despidiéndose de Biga y de la chica

-Me voy contigo - dijo Félix colgándose la mochila en los hombros

Ambos salieron del salón dirigiéndose a la salida de la escuela, platicaban sobre cómo sería la sesión de fotos.

-¿Quieres ir a comer al restaurante de la otra vez? - preguntó Félix

-Sí, muero de hambre

-Vamos

Todo el camino al restaurante fueron conversando sobre muchas cosa, al momento de llegar buscaron una mesa libre, tomaron asiento y pidieron lo mismo que la última vez, Asiri no dijo nada en toda la comida, Félix la miraba atento con una sonrisa divertida porque ella solo le importaba terminar de comer; él tomó la botella de té helado abriéndola para ella.

-Gracias - dijo Asiri con la boca llena, él solo le sonrió dándole una mordida a su hamburguesa

-Moría de hambre - dijo Asiri divertida

-Es imposible no notarlo, desde que llegamos no has dicho ni una palabra

-Lo siento - contestó Asiri apenada

-No pasa nada, es divertido

-Otra vez nos volvemos a encontrar preciosa - dijo Joshua plantándose a lado de la mesa

-Desafortunadamente así es - contestó Asiri tajante, Félix lo miró con desapruebo

-Oye, ¿Tu eres el chico de la otra vez? - dijo Joshua señalando con el dedo índice- ¡Vaya!, que curioso eres

-¿Qué es curioso? - dijo Félix a la defensiva, ese tipo le hacía hervir la sangre se le figuraba mucho a Diego, parecía que estaban cortados con la misma tijera.

-Bueno, que no te hayas aburrido ya - contestó Joshua rascándose la nuca con una sonrisa burlona

-¿Por qué pasaría eso?

-Félix, no le hagas caso - dijo Asiri tomándole la mano - vámonos

Él no dijo nada, solo miró a Asiri tomando su mochila y le siguió en la acción, ambos se pusieron de pie caminando hacia la salida; Félix pasó a espaldas de Joshua - Te dije que no vas a conseguir nada de ella, ¿Lo recuerdas?

-Según tu lógica, ¿Qué es lo que quiero conseguir? - dijo Félix serio, parado a su lado

-No me digas que debo de explicártelo - contestó sínico Joshua se acercó a la oreja de Félix y en un susurro le dijo - Solo la quieres llevar a un motel

-Te recomiendo que cuides tu palabras - contestó Félix con el ceño fruncido

-¿Es una amenaza?

-Tómalo como quieras, pero deja de molestarla

Félix camino a lado de Asiri, abrió la puerta dejando que ella pasara primero en su cara se notaba la molestia que sentía, pero al ver el rostro de Asiri su furia se volvió mayor.

-¿Estás bien? - Preguntó Félix preocupado

-Sí, lamento lo que pasó - dijo Asiri tratando de aparentar su dolor

-No fue tu culpa, necesitan ponerle un alto a ese tipo

-Será mejor que me vaya, muchas gracias por acompañarme - se despidió Asiri con una sonrisa tristona, Félix se quedó mirando cómo cruzaba la calle hasta llegar a la entrada del metro.

Al llegar la noche, una vez que Asiri se encontraba acostada sobre su cama, los recuerdos, la presión en el pecho y esos pensamientos que la han atormentado por mucho tiempo se hicieron presentes, sollozó en silencio hasta caer dormida.

Simplemente yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora