Simplemente yo

Capitulo 34

El teléfono vibró sobre la mesa, interrumpiendo el hilo de pensamientos de Asiri. Eliot contestó con rapidez del otro lado de la línea, acostumbrada a que sus llamadas siempre trajeran una expectativa.

- ¿Hola?

- Hola ¿puedes venir a la sala de cómputo - pidió con voz ligera

- Voy para haya

Pocos minutos después, ella y Félix cruzaban los pasillos de la universidad, caminando juntos hasta llegar al salón lleno de computadoras. El zumbido de los ventiladores y el brillo frío de las computadoras prendidas daban un ambiente serio, casi profesional. Eliot ya los esperaba junto a Biga, rodeados de apuntes y bocetos.

- ¡Por fin llegaron!

- Tranquilo, no tardamos tanto

- No le hagas caso, solo está emocionado - dijo Biga

- ¿Por qué tanta emoción? - cuestiono Félix

- Verán en un mes se realizará una conferencia para los de medicina, entonces nos han pedido hacer unos banner - explicó Eliot

- Suena interesante - Asiri ladeo la cabeza - ¿Qué rama de la medicina deben de enfocarse?

- Aún no sabemos, deben de mandar las listas por correo - informó Biga

- Sí, pero también es complicado —Eliot rió, pasando una mano por su cabello - No basta con llenar el cartel de texto; hay que destacar lo esencial y hacerlo claro para que todos puedan entenderlo.

Asiri y Félix intercambiaron una mirada cómplice. Sabían que aquel nivel de detalle era típico de su amigo.

- Bueno manos a la obra - sugirió Eliot - si quieren se pueden quedar

Ambos se sentaron en las máquinas de atrás, ella sacó su libreta y él prendió el monitor frente a ellos.

- Podemos buscar ideas para tu libro ilustrado - dijo Félix abriendo el buscador

Asiri asintió con la cabeza, estuvieron viendo varias imágenes de internet, por una parte le ayudó toda esa información pero por otro lado no concretó ninguna idea. Ella se echó para atrás en el respaldo, dando un suspiro hondo.

- ¿Qué pasa? - preguntó Félix

- Siento que ya tengo una idea pero no logró concretar ninguna - admitió Asiri

- ¿Puedo ayudarte? - sugirió Félix, ella asintió - ¿Qué es lo que quieres contar y cómo?

Asiri se quedó pensando por un momento, Félix tomó su cuaderno y escribió la pregunta

- Todavía no se que quiero contar pero creo que sería en un cuento - respondió Asiri cohibida, Félix escribió su respuesta

- ¿De qué género lo quieres hacer?

- Mmm, puede ser de fantasía y romance

- ¡Perfecto! - exclamó Félix - lo ves, poco a poco se dan las cosas

- Tienes razón

Ambos sonrieron, esa complicidad llenó el espacio entre ellos. Poco a poco, la conversación dejó de girar únicamente en torno a proyectos escolares, hablaron de lo difícil que eran algunas clases y que había profesores muy exigentes. Aunque la sala de cómputo seguía llena de teclazos y murmullos de otros estudiantes, para ellos el tiempo parecía detenerse.

Fue un momento sencillo, casi cotidiano. Pero justo en esa sencillez estaba el inicio de algo más; la certeza de que cada palabra, cada mirada compartida, los estaba acercando de una manera inevitable.

- El domingo voy a ir a visitar a mi abuelo - comentó Félix - ¿quisieras acompañarme?

- Claro - Asiri no lo pensó ni dos veces, aunque su presencia le seguía provocando nervios, lograba comprender el porque no quiere ir solo.

- ¡Perfecto! - exclamó alegre - pasaré por tí a las diez de la mañana.

- Entonces te estaré esperando - Asiri sonrío tímidamente.

A pesar de que Asiri seguía sintiendo nerviosismo estando a lado de Félix, la realidad es que no le molestaba, por el contrario su presencia le provocaba tranquilidad y confianza, además que agradecía que no pensara mal por su confesión.