Capitulo 20

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Las horas pasaron como el viento, Félix se notaba feliz por estar con su abuelo, pero por desgracia su abuelo tenía sus propias actividades así que su nieto fue a buscar al enfermero.

- Señorita - hablo el señor Martín

- Dígame señor - contesto Asiri con amabilidad

- Su historia debe de ser difícil y espectacular señorita.

- ¿Disculpe? - Asiri se sorprendió

- Verá, la historia es una herramienta para comprender el ahora, pero también ayuda a la construcción de un futuro - explico el señor Martín, Asiri trataba de entender sus palabras, pero fue tan repentino que no pudo reaccionar.

- Ya regresé abuelo - dijo Félix entrando junto al enfermero

- Señor Martín, tenemos que ir a su taller - dijo en chico, ayudándolo a ponerse de pie

- Que decepción, la plática estaba muy interesante - expreso el señor Martín

- Pronto volverán a platicar con usted, no se preocupe - dijo el enfermero

- Hijo, acompáñame un momento - se dirigió el señor Martín a Félix

- Sí abuelo - contesto Félix con rapidez - espérame aquí - le susurro a Asiri

- Espero verla pronto señorita - se despidió el abuelo

- Cuídese mucho, vendré a visitarlo pronto - se despidió Asiri, ella volvió a tomar asiento a espera del regreso de Félix, pero sus ganas de buscar un baño comenzó a surgir, no espero más y fue en su búsqueda.

Félix acompañó a su abuelo hasta el salón correspondiente, con tristeza miro a su abuelo con una sonrisa y sin tener ni una pizca de intención para dejarlo.

- Félix - dijo su abuelo de repente - ella es muy bonita, trátala como el hallazgo más sorprendente y extraordinario que nunca en la vida vas a volver a tener en tus manos.

Al terminar de decir sus palabras el señor entro junto a sus demás compañeros y entablaron una conversación, a Félix se le hundió en corazón con lágrimas en los ojos exhalo con fuerza para contenerlas; por un instante el señor sabía quién era su nieto. Camino hacia donde estaba Asiri lo más rápido que pudo, no quería dejarla sola en un lugar que no conocía para su sorpresa ella ya no se encontraba en ese lugar, se asomó hacia el patio para ver si lograba verla - Boo - sintió que alguien lo empujaba por la parte de atrás

- ¡Asiri! ¡Me asustas! - exclamo Félix con cara de espanto

- Jajajaja lo siento, tenía que hacerlo

- ¿A dónde fuiste?

- Necesitaba ir al baño, no podía esperar un segundo más - explico Asiri

- Creí que habías ido de curiosa perdiéndote por los pasillos - se burló Félix

- Para tu información, tengo un gran sentido de la orientación - dijo Asiri sacándole la lengua, ambos rieron.

***

Para su fortuna de regreso de igual manera encontraron asientos disponibles, Félix miraba por la ventana como avanzaba el metro dejando todo detrás, su atención fue interrumpida cuando algo se recargó en su hombro; Asiri se había quedado completamente dormida sin que él se diera cuenta, la miro por un instante y sonrió al verla tan tranquila permaneciendo de la misma forma hasta llegar a la estación en la que Asiri bajaba.

- Asiri

- Mmm

- Asiri - dijo Félix moviéndola para que despertara - En la siguiente estación bajamos

- Tan rápido - contesto todavía medio dormida

- Sí - se burló Félix por su cara adormilada, al llegar a la estación ambos bajaron del vagón y subieron las escaleras hasta llegar a la entrada, para su mala suerte había comenzado a llover, ninguno de los dos iba preparado.

- Puedo irme sola desde aquí - dijo Asiri con calma

- No te voy a dejar irte así, te vas a empapar - dijo Félix con preocupación - te haré compañía hasta que pare un poco, no tengo prisa en irme

Asiri no dijo nada, la verdad era que quería llegar lo más rápido que podía a su casa y no por el hecho de estar con Félix al contrario apreciaba mucho su compañía, pero la humedad no le venía nada bien, solo quería evitar que su cuerpo empezara a doler.

Félix y Asiri se quedaron mirando la lluvia, el sonido de las gotas al caer, el olor a tierra mojada era exquisito; ella estaba disfrutando mucho ese momento y él solo la observaba de arriba hacia abajo curioso de lo que podría estar pensando; Asiri inconscientemente frotaba los dedos sobre la cicatriz de su mano derecha.

- ¿Te duele? - pregunto Félix sin pensarlo

- ¿Eh? - sorprendida volteo a mirarlo - No, no me duele

- Asiri...

- Creó que ya está parando la lluvia - dijo Asiri mirando al cielo

- Es verdad, ya está pasando

- Bueno, será mejor que me vaya - dijo Asiri saliendo de la entrada del metro

- Espera Asiri - dijo Félix con la intención de poder termina lo que quería decirle hace un momento, sin embargo no quería meter sus narices donde no le correspondía así que se limitó a decir - Muchas gracias por haberme acompañado, mi abuelo lo ha disfrutado y yo también

- No tienes que agradecerme, lo hice con mucho gusto y lo he disfrutado. Gracias por mostrarme esa parte de ti - dijo Asiri con una sonrisa tan sincera provocando que el corazón de Félix diera un brinco y su estómago se llenara de mariposas. Después de eso Asiri siguió con su camino a paso rápido a causa de la llovizna; Félix se quedó ahí parado viendo como se alejaba cada vez más y más.

Me estoy volviendo loco.

Simplemente yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora