Inevitable

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Pov lisa

—Bien, ¿A donde iremos?—preguntó jennie, entrecerrando los ojos.

La mire fijamente, escaneandola para después contestarle.
—Iremos a un restaurante muy bueno, solo relajate y espera a que lleguemos. Creeme jennie, será divertido salir conmigo. Te divertirás como hace mucho no lo haces. Y por cierto, te vez hermosa. Ahora vámonos—.dije para después limitarme a arrancar el vehículo.

Se perfecto lo nerviosa qué la pongo, pero me irrita qué siempre este a la defensiva conmigo, tengo que hacer que eso cambie hoy. Quiero conocerla y tal vez más adelante por fin logre aceptarla sin ningún pretexto. Aceptar que ella es la mujer de mi hermano y que jamás lo lastimara, se que en algún momento ellos pensaran en matrimonio, hijos, etc.
No lo sé, pero ese pensamiento me causa fastidio, debe ser por que tal vez le tenga envidia a mi hermano, yo jamás tenderé eso a lo que le llaman "familia", siempre estaré sola y no me quejo. Después de irene prometí no volver a cegarme por ninguna mujer. Para mi el amor no existe...

-

Por fin llegamos al restaurante y jennie se veía sorprendida, tal vez no se imagino lo elegante qué es el restaurante. Me causa un poco de gracia su expresión atónita. No tiene de que preocuparse, esta perfecta para la ocasión.

—Wow, ¿Cúando dejaras de sorprenderme manobal? —preguntó removiendo su pelo hacia la de derecha, y mirándome atentamente.

—Es algo normal para mi ruby. Supuse que te gustaría. Vamos. —dije, para después ofrecerle mi antebrazo.

—Está bien, pero tal vez me ubiera gustado que me dijeras que veníamos a un lugar tan elegante. —sentenció, aparentando un poco mi antebrazo.

—Ruby, no tienes de que preocuparte. Estas perfecta. Ahora necesitamos entrar por que no quiero que te desmayes ¿morías de hambre no?.

Perfecto, se sonrojó.

—Eh, si vamos... — Apretó aun más su agarre en mi antebrazo cuando se percató qué dos chicas estaban mirándome fijamente y sonriendome.
—Muero de hambre e imagino que la comida debe de ser un manjar, no dudo de tus cualidades para elegir lugares, manobal. Ahora vamos. —sentenció.

—Vale, no quiero que una hermosa dama termine en el hospital y menos por mi culpa. — dije guiñandole un ojo.

—¿Haz pensado en hacerte payasita?, se te daría muy bien. — Vaya, vaya. ¿Alguien está molesta?, ¿por qué?

—Mm, no. Eso no es lo mio ruby.

—Oh, entonces que es lo tuyo manobal. — dijo en un susurro ya qué estábamos esperando que nuestra mesa estuviera lista.

La mire desafiante pero con una expresión divertida.

Me acerque con cautela a su odio y dije:

—Deberías de saberlo kim. Ya sabes, lo mío son los negocios, sexo—. Hice una pausa para mirarla y pude ver su inevitable sonrojo, ¿por qué se sonroja?, Debe ser por que se imagina lo buena que soy en la cama.
Continué. —Mujeres y bueno un poco de ejercicio no viene mal.— Si tan solo pudiera captar su bella cara en este momento, lo haría sin dudar.

—Manobal, alejate un poco. No es necesario que te acerques tanto. —dijo, alejándome de ella a una distancia prudente. Por más que me aleje siempre volveré a acercarme, es inevitable. Además se que se aleja por que no quiere que vea su sonrojo. Demaciado tarde ruby.

Después de que nos dieran la mesa adecuada, nos limitamos a sentarnos y ordenar. Note que jennie estaba un poco nerviosa y se me formó una sonrisa. Este día quedará en su mente para siempre.
Hoy ganó yo.

Me aclare la garganta y ella volteó a verme y supe que era el momento indicado..

—Vale, ruby. Tu me preguntaste algo y yo solo te respondí, no tienes por que sentirte nerviosa. Se que te estas imaginado lo buena que soy en la cama y creeme no te equivocas linda.

Jaqué mate ruby.










💋

Eres solo míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora