Pasión

3.8K 214 44
                                    

"Lo prohibido es la tentación más deseada, y lo deseado es lo más prohibido".

<Pov lisa>

No sabría definir mis sentimientos en este momento. Ni siquiera tengo presente lo hija de puta qué estoy siendo al querer follarme a la novia de mi hermano. Es algo inmoral. ¿Pero que más da? Ya no hay vuelta atrás. Jennie me atrapó, y no pienso dar mi brazo a torcer. Quiero hacerla mía, quiero follarla tan duro que duela, quiero estar dentro de ella y ser apretada por su coño, quiero sentir lo más profundo de sus entrañas. La necesito, y ella me necesita, lo puedo ver en sus ojos, se está entregando a mí, poco a poco. ¿Será el el alcohol el que nos está privando de nuestros cinco sentidos? Me importa una mierda. Ese beso es el mejor que me han dado en años, jamás había sentido tanto en un beso, ni siquiera con irene.
Estoy ansiosa, jennie va mirando a un punto fijo, tal vez arrepientendose de lo que hicimos hace rato, mientras yo estoy pensando en como ocultar mi maldita ereccion.

-lisa..-ese susurro me saco de mis pensamientos.

-¿Si? - volteé a mirarla, parecía angustiada, al parecer no me equivocaba con la idea. Esta arrepentida..

-Te deseo tanto, que duele. -tocó mi muslo, subiendo poco a poco, volviendose un movimiento atrevido.

-Jenn..- su mano esta apuntó de llegar a mi pene, no quiero que la tome por sorpresa, antes de cualquier cosa quiero decirle de mi intersexualidad.

-¿No me deseas? ¿No quieres que te toque? . - preguntó mirándome con miedo y excitacion, la combinación perfecta para alimentar mi excitacion

-Por supuesto que te deseó, pero primero tengo que decirte algo importante.. Soy- .

-Señorita manobal, llegamos a su departamento - interrumpió mi chófer, abriendo la ventanilla.

-Vale, estacionate y vete -suspire-. Gracias por recibir mi llamado, tendrás un aumento. - hize un movimiento con mi mano para que cerrará la ventanilla.

-Gracias señora manobal, siempre estaré disponible a cualquier llamado, qué tengan buena noche usted y la señorita.

-Igualmente. Adiós. -justo antes de que jin se bajara para abrirnos la puerta, jennie se había adelantado..

-Jennie, ¡joder, te puedes caer!-tal fue mi desesperación qué termine por empujar a jin abriendo mi puerta sin previo aviso-. Mierda, jennie ¿Qué demonios crees que haces?. - la sujete de la cintura fuertemente, como si mi vida dependiera de ello.

-R-Relajate lis, tu chófer es un lento, tuve que hacerlo yo misma. - colocó sus manos en mi pecho dando leves caricias.

-¿Te das cuenta de que me matarían si algo te pasa?.

-Shh.- hizo una seña con su dedo en forma de silencio-. Solo relajate ¿vale?. Ahora dime, ¿Qué es lo que me querías decir?.

-Espera acá. Tengo que revisar que el señor jin este bien. - la deje sentada en el porche del edificio. No protestó, es buena señal.

-Señor jin, ¿Está bien? - Podré ser una perra cruel, pero no quiero algun accidente con mi chofer.

-No se preocupe, señora manobal. Fue un accidente y estoy bien. Yo.. Tengo que irme.

-Está bien. Mañana recibirás tu recompensa. Adiós. - subió al auto y se marchó.

Mi vista se enfocó en jennie, la cual estaba mirando para el cielo, al parecer perdida en sus pensamientos.
Al fondo de la calle se encontraban mis hombres, cuidando cada uno de los movimientos de esta calle. Les di un leve asentimiento, para que siguieran con su trabajo.

Eres solo míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora