Colmillos

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Si hubiera una palabra para describir como se sentía Minato,era incómodo,la verdad no sabía cómo sentirse entra tantos lujos y riquezas,sin contar que había una alfa muy hermosa que no dejaba de verlo.  La alfa poseía un gran porte,de echo era digno de admirar.

-¿Por qué no vas a saludarlo?.-  Fugaku a su lado tomaba whisky sin importancia. - Es obvio que ambos se atraen.

Minato carraspeo. Claro, era sencillo decirlo, pero ese pelirroja de perfecta sonrisa era superior a él y no solo por su casta,sino por su estatus en la sociedad.

Ella era la princesa y futura reina del país del remolino,la chica tenía buena posición, Omegas a su alrededor con estatus altos. Minato se sentía nada a comparación de ella.

-Olvidalo, fugaku. -El Omega.- Pero en serio ¿Ya podemos irnos? Sabes que no me siento cómodo entre tantas...- Minato no encuentro la palabra adecuada para describir el lugar tan lujoso,sentía que se le quedaba corto.

-No,aún no puedo irme.- fugaku dejó su copa con un mesero que iba pasando-. Aún no he hablado con los reyes,para completar el tratado de paz entre nuestros clanes.

Minato parpadeo varias veces,la verdad fugaku le había pedido a mikoto y él venir con él al país del remolino para darle sin a la rivalidad de los cañones uzumaki y uchiha,el hermano mayor y verdadero líder del clan uchiha,no había podía venir y los herederos de madara-san aún son muy jóvenes para estos asuntos,así que la unica opción era fugaku. Eran como el apoyo de fugaku,aún el Omega Peli-Negro no lo admitiría en voz alta.

La multitud, después de algunos minutos, comenzó a marearlo, fugaku y mikoto ya no estaba con él y se sentía perdido entre tantas personas.

-¿Minato Namikaze? —La maravillosa voz de la princesa le hizo temblar sus manos.

-Si,ese soy yo. -El Omega volteo con una confianza que no sentía. Sus labios se volvieron una sonrisa segura y calidad; los ojos de la Alfa brillaron.

- Kushina Uzumaki. - la Alfa estiró su mano.

Minato la tomó por inercia, pero lo que la chica jamás se espero,es que el Omega besara su dorso en un movimiento rápido y caballeroso.

Kushina frunció el ceño con algo de gracia, la verdad estaba sorprendida por el gesto del Omega,pero ella solo le dedicó una gran sonrisa y esos colmillos sobresaliendo dejaron sin aliento al rubio.

Por una extraña razón, Minato llegó a imaginarse siendo marcado por los perfectos colmillos de la alfa. Esto lo hizo sonrojarse de la vergüenza.

-Todo un placer conocerla, princesa uzumaki.- Susurro Minato.

- El gusta es mío.- kushina disimuladamente miró de arriba hacia abajo, apreciando la hermosura del Omega-. No pudo evitar escuchar que no te sentías cómodo,la verdad yo tampoco soy fans de estás fiestas ¿Qué te parece ir y comer algo en el pueblo?

- ¿Eso es una cita? Porque sonó como una.- minato frunció el ceño divertido.

- Puede ser.- Le siguió el juego kushina.

El rubio se alejo de la multitud con kushina detrás de él, lamiendose los labios y mostrando orgulloso sus dientes.

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