CAPITULO 24

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"Detente o enfréntate a las consecuencias"

Gianna estaba decidida a hacerse notar por su nueva jefa, la Dra. Alexandra Mitchell. A pesar de la fría recepción inicial, Gianna estaba dispuesta a ganarse el respeto de la cirujana cardiovascular que tanto admiraba. Cada oportunidad que tenía, intentaba acercarse a Alexandra y aprender de ella, pero cada paso que daba parecía ser en vano.

En cada interacción, Alexandra corregía a Gianna sin piedad, incluso cuando hacía algo correctamente. Su tono era autoritario y poco amable, lo que comenzaba a desgastar a Gianna. La joven cirujana cardiovascular se esforzaba al máximo para impresionar a su jefa, pero sus esfuerzos parecían ser en vano.

Un día, durante el descanso, Gianna se encontraba agotada y desanimada por el trato constante de Alexandra. Eddi, su amigo y colega, se dio cuenta de su malestar y la instó a hablar con Alexandra y ponerle un alto a su trato despreciativo.

Eddi:-Con determinación- Gia, esto no puede seguir así. No puedes permitir que Alexandra te trate de esta manera. Estoy seguro de que si le dices cómo te sientes, podría cambiar su actitud. Y si no, yo estaré aquí para apoyarte.

Gianna consideró la sugerencia de Eddi, pero la idea de enfrentarse a la Dra. Mitchell, una mujer desafiante y aparentemente implacable, le resultaba intimidante. Aunque quería cambiar la dinámica, no se sentía lo suficientemente segura como para hablar con Alexandra en ese momento.

Gianna:-Con dudas- Eddi, lo aprecio mucho, pero enfrentar a Alexandra no es tan sencillo como parece. Tiene una personalidad dominante y me intimida un poco. Tal vez pueda superar esto con el tiempo.

Eddi asintió, comprendiendo las preocupaciones de Gianna, pero también sabiendo que no era sano que continuara soportando el maltrato constante. Por el momento, decidieron dejar pasar la situación, pero Gianna se dio cuenta de que tendría que encontrar una manera de lidiar con su jefa si quería avanzar en su carrera y ganarse su respeto.

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Al otro día*

El silencio llenaba la sala mientras Alexandra y Eddi terminaban una cirugía cardiovascular. Después de la operación, se encontraron solos en el lavabo, y la tensión en el ambiente era palpable. Sin embargo, esta vez, Eddi había tenido suficiente del maltrato que había observado que Alexandra le dirigía a Gianna. Se quedó mirando a la cirujana jefa con una mirada decidida y llena de enojo.

Eddi:-Con una voz firme y enojada- Alexandra, esto tiene que parar. No puedes seguir tratando a Gianna de esta manera. Puede que seas su jefa, pero yo también soy su jefe, y no permitiré que continúes con este comportamiento.

Eddi esperó una respuesta de Alexandra, pero esta simplemente lo miró con indiferencia y no dijo una palabra. Mantuvo su mirada fija en él mientras Eddi continuaba.

Eddi:-con determinación-No importa cuán talentosa seas, no te da el derecho de menospreciar a tus colegas. Gianna es una cirujana excepcional y merece ser tratada con respeto. Si no puedes hacer eso, entonces tendrás que lidiar conmigo.

La mirada desafiante de Eddi no pasó desapercibida para Alexandra, pero en lugar de responder a su amenaza, simplemente se dio la vuelta y salió del lavabo, dejando a Eddi solo en un tenso silencio. Eddi sabía que había tomado una posición firme en defensa de su amiga, pero también era consciente de que la situación no se resolvería fácilmente. Alexandra era una jefa dominante y desafiante, y el enfrentamiento estaba lejos de terminar.
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Un día, Gianna y Alexandra se encontraban en el hospital cuando recibieron una llamada de emergencia. Había llegado un paciente en estado crítico, su corazón estaba sufriendo las consecuencias de un accidente automovilístico grave. Ambas cirujanas cardiovasculares se apresuraron a la sala de emergencias para evaluar al hombre.

La situación era desesperada, el paciente necesitaba atención inmediata, pero ninguna de las dos médicas tenía una solución clara en mente. El hombre estaba en un estado crítico y se desvanecía rápidamente. La tensión en la sala era palpable, y ambas médicas se sentían abrumadas por la gravedad de la situación.

Gianna, a pesar de la presión y el estrés, comenzó a pensar en posibles soluciones. Observó detenidamente los resultados de las pruebas médicas y finalmente se le ocurrió una idea que podría salvar al hombre.

Gianna:-Con urgencia- Alexandra, escúchame, tenemos que hacer algo de inmediato, o este hombre morirá. Si sigues cuestionando cada cosa que digo o contradiciéndome, no podremos ayudarlo, y no quiero que su muerte recaiga sobre ninguno de nosotros.

Gianna trató de convencer a Alexandra con amabilidad, reconociendo su experiencia y conocimientos, pero también expresando la urgencia de la situación. Sin embargo, Alexandra seguía cuestionando la idea de Gianna.

Dra. Alexandra:-Con escepticismo- Gianna, esto es arriesgado. No estoy segura de que tu propuesta sea la mejor opción.

Gianna sintió que su paciencia se agotaba, la vida del paciente pendía de un hilo, y no podía permitir que la indecisión de Alexandra lo pusiera en peligro.

-Gianna:-Con firmeza- Alexandra, confía en mí en esta ocasión. No tenemos tiempo para debates. Si no actuamos de inmediato, perderemos al paciente. No puedo permitirlo.

Finalmente, después de una tensa discusión, Alexandra cedió ante la determinación de Gianna. Juntas llevaron al paciente al quirófano y comenzaron una cirugía intensiva que duró varias horas. A pesar de los obstáculos y la presión, trabajaron en equipo para salvar al hombre.

Dra. Alexandra:-Con tono fuerte Gianna, tenemos que hablar. Tu actitud en el quirófano y en el hospital en general debe cambiar. No puedes seguir siendo así.

Gianna, que había estado concentrada en la cirugía, se sorprendió por las palabras de Alexandra.

Gianna:-Perpleja-¿De qué estás hablando, Alexandra? No entiendo.

Alexandra se tomó un momento antes de continuar, su expresión seria e imponente.

Dra. Alexandra: -Decidida- Tienes una actitud desafiante y, a menudo, no sigues las directrices adecuadas. No puedes continuar de esta manera en nuestro equipo.

La reacción de Alexandra fue la gota que colmó el vaso para Gianna. Respiró profundamente antes de responder.

Gianna: -Con determinación- No pienso cambiar quién soy por ti ni por nadie más. Sé quién soy, lo que hago y dónde estoy. Entiendo que eres mi jefa, pero no voy a permitir que esto vuelva a suceder.

Alexandra quedó atónita por la firmeza de Gianna, y antes de que pudiera responder, Gianna continuó.

Gianna: -Con calma- En lugar de competir conmigo o regañarme constantemente, ¿por qué no me enseñas? Tienes más experiencia y sabiduría que yo, pero a veces te comportas como si fueras una niña. ¿Podría ser que te sientas intimidada por mí?

Las palabras de Gianna dejaron a Alexandra sorprendida y reflexionando sobre su propia actitud hacia su colega. El quirófano quedó en un tenso silencio mientras ambas médicas procesaban la conversación.

Cuando finalmente terminaron la cirugía, se miraron una a la otra, agotadas pero aliviadas. El procedimiento había sido un éxito, y el paciente estaba estable.

Después de todo lo sucedido, Alexandra se acercó a Gianna antes de que esta se fuera.

Dra. Alexandra:-Con humildad- Gianna, te pido disculpas por mi actitud hacia ti en estos días. Debería haber sido más comprensiva y estar dispuesta a enseñarte en lugar de competir contigo. Tu investigación y tu valentía hoy demostraron que tienes un gran potencial como médica, incluso mejor que el mío algún día. Te pido que me perdones.

Gianna quedó asombrada por la sinceridad de las palabras de Alexandra. Aunque su relación había sido tensa, este momento de humildad y reconocimiento dejó una impresión duradera. Ambas cirujanas cardiovasculares habían superado un desafío juntas y, quizás, habían comenzado a construir una relación más positiva en el hospital.

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