"F"
Me duelen los pies.
He pasado todo el día deteniendo a extraños para preguntarles por un tal Willow Heavenly y nadie parece dar señales de su existencia. Sería más fácil si tuviésemos una fotografía. Tengo la sospecha de que si la colgásemos en Twitter con un hashtag llamativo tendríamos más suerte. En estos días es la forma más fiable de encontrar cosas perdidas. Ni siquiera el FBI es tan competente como un adolescente con redes sociales y el nombre correcto de un usuario.
En todo caso le he prometido a Tesla que escudriñaría entre mis contactos con la esperanza de que alguno sepa algo de Willow. Si ninguno de ellos lo conoce, comenzaré a pensar que tal vez esto de buscarlo solo por su nombre no vaya a dar frutos.
Paso por el supermercado a comprar leche y cereal. Es lo único que falta en mi despensa. Vivir solo tiene sus pros y sus contras. Aún no me decido si hacer yo mismo las compras es un beneficio o un fastidio.
Después de debatirme por un rato entre el cereal con almendras o el de arándanos y de hacer fila detrás de una señora que pagó con un centenar de cupones, salgo del frescor que supone el aire acondicionado del supermercado y me dirijo a la parada de autobús a esperar con unas cuantas personas más. Una señora que lleva un gato con correa se entretiene tejiendo mientras su rechoncho felino hace el esfuerzo por atrapar una polilla. Está tan gordo que si llega a tropezar temo que va a rodar cuesta abajo.
La polilla se para unos momentos sobre la cabeza del peludo animal, y cuando se aburre suelta a revolotear de nuevo sobre su nariz, rehuyéndole. Es como si lo hiciera a propósito; como si fastidiar al gato resultara mejor que pulular alrededor de un foco antes de morir achicharrada. Para su mala suerte el gato la atrapa y la aplasta. Ni siquiera se la come, así que una vez muerta deja su cadáver en paz y se echa al lado de la anciana.
Así de simple ha sido. Una vez ya no le fue útil, lo mejor fue dejar al insecto.
Es similar con las personas. Una vez ya no nos son útiles, tendemos a hacerlas a un lado. A dejar el cadáver de su presencia en donde no nos estorbe.
Eso es cruel y dañino.
Es ser un traidor y alguien perverso.
Es atentar con romper esa parte buena que tiene alguien, y una persona rota es peligrosa. Nunca sabremos de lo que puede ser capaz una persona rota, hasta que alguien nos rompe y destruye lo bueno que teníamos dentro. Esa es la razón por la que no debemos de utilizar a los demás. Porque al igual que la polilla, la persona utilizada puede terminar muerta, y al fragmentarse con su muerte el filo de una de sus piezas puede cortarnos profundo y llevarse una parte nuestra que no notamos que nos hace falta hasta que nos duele su ausencia; hasta que nos duele el corte. En el mejor y la mayoría de los casos, lo único que tiende a perderse en ese desastre es un poco de nuestras emociones. En el peor, podrían perderse otras cosas igual o tal vez más importantes; podría ser un corte lo suficientemente profundo para herirnos de muerte.
Veo el autobús aproximarse así que, al igual que la anciana, me pongo de pie. Ella guarda su pequeña creación de croché en su bolso e insta a su gato a que esté listo. La bola de pelos se estira y bosteza. Tiene tanta pereza encima que solo verlo me cansa.
Más personas que también vienen del supermercado, o tal vez de sus trabajos, comienzan a aproximarse a la parada de autobús y de pronto hay un barullo de gente, así que me hago a un lado, tratando de no ser arrastrado por el murmullo de sus voces. Las multitudes me estresan un poco. Cuando el autobús finalmente se detiene dejo que todos suban primero.
Mientras espero, un mensaje de texto se cuela en mi bandeja de entrada. He encontrado información de Willow. Alguien de mi facultad dice tener una clase con él, así que le escribo a Tesla y le cuento las buenas nuevas.
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El universo que llevamos dentro (En corrección)
Teen FictionWillow es un chico introvertido que siente que está destinado a pasar su vida completamente solo, y esto es algo que ha podido comprobar por su casi nula habilidad de hacer amigos. Tesla, por otro lado, tiene una facilidad nata para hacerse amigo de...