Youth
"F" está ahí, parado en la entrada de su habitación, recostado en el marco de la puerta con sus hombros desnudos. Solo lleva puesto un pants holgado y va descalzo.
Claro, es su casa. Puede ir como él quiera.
Ayer durmió en el sofá y eso ha sido mi culpa. No quiso compartir la cama ni me dejó dormir en otro lado a pesar de que se lo sugerí. Ambos sabemos que jamás podría pasar nada entre nosotros, aunque durmiésemos desnudos en el mismo colchón. No obstante, intuyo que lo único que desea es evitar cualquier cercanía conmigo en la mayor medida posible. Quiere cuidar la amistad que tiene con Tesla y eso me parece muy noble y entendible. Puedo advertir que el solo hecho de hablar conmigo es algún tipo de traición para él.
Suena estúpido.
Infantil, tal vez.
Pero de todas maneras es la verdad.
Me mira con gesto inquisitivo. No sé cómo espera que responda a su mirada. Si soy sincera, no sé exactamente qué espera de mí solo observándome de esa manera en la que me hace sentir juzgada, cosa que tal vez sí esté haciendo en realidad.
Pero, es que soy una tonta. Yo tampoco sé qué espero de él. Este es mi segundo día aquí. Está amaneciendo, y desde esa conversación que tuvimos ayer no ha vuelto a reprocharme nada.
¿A quién más iba a recurrir si no era a este chico? No tengo otro sitio a donde ir. No puedo regresar a casa, porque tal parece que ya no tengo una. No puedo ir con Thomas. No puedo ir con Tesla.
Solo me quedaba "F".
Y a pesar del asco de persona que he sido con Tesla, "F" ha sido bueno conmigo. Porque él es así. Porque por alguna razón él no puede ser de otra manera. Por eso Tesla lo quiere tanto. Incluso más de lo que alguna vez me quiso a mí, porque sería antinatural no darle esa titánica importancia que "F" se merece. Él siempre cede con mucha facilidad a todo lo que necesite ayuda, incluso si quien la necesita no se la merece. ¿Quién en su sano juicio es tan bueno en estos tiempos tan malos?
A veces detesto esa parte de él. Sin embargo... aquí estoy.
—Hablaré con Tesla —dice de repente.
Mi mirada, que antes divagaba en unas pequeñas fisuras que se han formado en la pintura del techo, se desvía rápidamente hacia él para enfocarlo.
—No puedes —me apresuro a argumentar.
—Sí. Sí puedo.
—No quiero que lo hagas.
—Puedo hacer lo que se me plazca. Tú opinión es lo último que me podría preocupar.
A veces "F" es demasiado sincero. Tosco con sus palabras, para ser más exacta, pero siempre tiene razón. Siempre va una verdad en el interior de todo lo que dice, de modo que es imposible rebatirlo.
Además, he sido yo quien ha venido a pedirle su ayuda. ¿Qué derecho tengo de exigir algo más con todo lo que ya está haciendo?
"F" suspira y se acerca a su cama. Se tiende a mi lado, mirando al techo, tal y como lo hizo hace un día. Vuelve a decir esas palabras de las que estoy muy consciente y para las que pude haberme preparado para sentirme menos miserable al escucharla, lo cual no hice. Las dejo que golpeen con cualquiera que sea la fuerza con la que él las diga.
—No debiste venir aquí.
Es la verdad. No debí. Claro que no, pienso. Pero lo hice.
—No tengo a nadie más —me escucho decir a mí misma, miserable.
Él vuelve su rostro insondable hacia mí y me observa fijamente por un largo rato. Siempre hace lo mismo cuando está pensando. Odio que lo haga. Aun así, ¿quién soy yo para impedírselo?
—En algún momento tendré que decirle a Tesla lo que has hecho.
—Lo que hemos...
—Lo que has —me ataja rápidamente— hecho, Youth. Lo único que yo hice fue salir a ver quién llamaba a la puerta. Has sido tú la que ha venido hasta mi casa a pedirme que te ayude. Has sido tú la que decidió no ir a otro sitio. Has sido tú la que a pesar de saber que soy amigo de Tesla, a pesar de que le tiraste toda la mierda encima cuando lo dejaste, y peor aún, cuando le dijiste todo eso cruel acerca de lo que él era para ti, a pesar de todo eso, has venido.
Quisiera responderle algo igual de hiriente, porque el hecho de que me recuerde todo ese asco de persona que he sido con Tesla me desquebraja un poco. Sin embargo, aun sintiéndome así, ese impulso de decirle algo realmente malo a "F" se mira opacado con mucha violencia en mi interior.
Porque no tengo nada con qué atacarle.
Porque no se lo merece.
Porque él tiene toda la razón.
Claro que la tiene.
"F" se sienta en el borde y dirige su mirada hacia la ventana, perdiéndola en quién sabe qué parte del exterior. Miro sus omoplatos bajar y subir con lentitud, como si acabara de tomar una gran bocanada de aire para oxigenar sus ideas. Tal vez está a punto de decir algo afilado y peligroso, por lo que cierro mis ojos y lo espero, paciente, como un condenado a muerte espera que la soga lo asfixie en la horca.
—Quiero más a Tesla de lo que te quiero a ti, Youth. —Su voz es franca, y agradezco en mis adentros por ello—. Pero te quiero. Porque somos amigos. Porque Tesla es mi amigo. Porque en algún momento ambos estaban ahí conmigo y me ayudaron cuando no pude...
Dilo, pienso. No tiene nada de malo recordarlo.
Porque él... "F" también está roto. Desde hace mucho "F" está roto. En sus recuerdos. En algún punto de su pasado. En lo que sea que le recuerde a la razón del porqué se siente así.
—Pero tienes que hablar con Tesla —agrega. Lo hace con un tono que no suena a sugerencia, sino a una orden—. Porque no voy a ocultarle al único verdadero amigo que me queda que estoy ayudando a la persona que le rompió el corazón.
Su sinceridad me abruma.
Es en estos momentos que advierto que "F" está más lejos de lo que parece. Siempre lo ha estado de todos nosotros, y aun así él hace parecer todo más cercano. Su presencia. La forma en la que se preocupa por cualquiera. La forma en la que, a pesar del asco de persona que eres, te hace ver que tienes aún una oportunidad.
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El universo que llevamos dentro (En corrección)
Teen FictionWillow es un chico introvertido que siente que está destinado a pasar su vida completamente solo, y esto es algo que ha podido comprobar por su casi nula habilidad de hacer amigos. Tesla, por otro lado, tiene una facilidad nata para hacerse amigo de...