El universo que llevamos dentro (En corrección)

#40

Tesla

"F": Bien —replica tirándose en mi cama—. Ahora hazme el favor de decirme qué demonios pasa contigo.

Ha venido a verme porque dice que pensaba que me había muerto o algo. Y no lo culpo. Llevo tres días metido en mi habitación, sin ir al campus, sin conectarme al internet ni tampoco responder llamadas. Eso es algo parecido a morirse.

Me da miedo tomar el móvil y ver qué hay ahí, ver si he recibido mensajes de Willow. Incluso me da miedo que me entre la tentación de escribirle. No sabría exactamente qué decir luego de un "Hola".

Yo: Solo no me siento bien —respondo.

"F": ¿Gripe? —se aventura él.

Yo: No.

"F": ¿Te duele la barriga?

Yo: No.

"F": ¿Gonorrea?

Yo: ¡Jesús, no! ¡Qué asco!

"F": ¡Pues entonces dime!

Yo: ¿¡Decirte qué!?

"F": ¡No grites!

Yo: ¡No grito!

"F": ¡Por un demonio, Tesla!

Esto es desesperante. Es como querer explicarle algo que no puedo y que no estoy seguro de si quiero, pero que de todas formas necesito. De alguna manera siento que el peso sería menos si lo hago. De todas formas, si no es a "F", ¿entonces a quién se lo digo?

Yo: Solo ten paciencia —le digo.

"F": La tengo —espeta frotándose las sienes—. Pero es que te vas un día del campus y luego desapareces tres. Y estás medio raro desde hace un buen rato.

Yo: ¿Raro?

"F": Pareces más distraído y desapareces por las tardes luego de clases. Ya no vamos por malteadas ni perros calientes. ¿Qué es lo que pasa? Y no me salgas con la excusa de un amigo —rezonga haciendo unas comillas con sus dedos—, porque eso es muy bobo.

Yo: Es que he estado ocupado —me excuso. Y es verdad. Hablando con Willow en el baño.

"F": ¿Te estás drogando?

Yo: ¿Qué?

"F": Mira, no necesitas justificar nada porque de todas formas pienso que es una estupidez. No puedes ir por ahí metiéndote cualquier porquería.

Yo: ¿Qué?

"F": ¡Drogas, Tesla!

Drogas.

Willow.

Ay, ¡mierda!

Yo: ¡No me estoy drogando, por el amor de Dios! —exclamo.

"F": ¿Entonces?

Yo: Entonces...

"F" suspira holgadamente. Parece agotado.

"F": Solo me preocupo, ¿sí? —advierte frotándose la nuca—. Me preocupas. Luego por ahí te mueres y me quedo sin el único idiota que me soporta.

Yo: No sé si debería ofenderme o sentirme halagado por eso.

"F": Solo... ¡Ay! Eres desesperante. Solo dime qué demonios te pasa.

Tal vez podría contarle que su sospecha de las drogas no es del todo errónea. Es decir, una persona podría ser como una droga cuando te hace sentir liviano y capaz de volar.