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Willow

Hazlo, pensé. Pero no lo dije. Solo me limité a verlo con perplejidad, sorpresa y todo lo que pudiese denotar impresión.

Luego de eso, por alguna razón, ya no pude llorar más. Sus palabras eran como algodón absorbiendo la inundación en mi interior y ocupaban cada centímetro de mi cerebro, tanto que le impedían pensar en todo lo triste que había estado.

Pero él.

Tesla...

Él decidió que no quería una respuesta a lo que me había dicho. No aún. Y en realidad yo no tenía una para darle. No aún. Si lo pienso detenidamente lo que él me dijo era similar a algo que yo había venido pensando desde el momento en el que él se volvió alguien muy importante en mi vida. Incluso sin conocer a Tesla en persona. Incluso si lo reprimía en mis pensamientos, porque era exactamente eso lo que no quería que él mirara; esa parte de mí que llevo escondida y que creía que podría provocar que él se alejara. Es la misma razón, quiero creer, por la que el universo quiso que él en un principio recibiera mi mensaje.

Yo quería salir con Sam. Porque Sam me parecía buena persona. Porque quería ser su amigo. Porque en cierta medida Sam me gustaba...

Me gustan los chicos.

Oh, Dios, no.

No.

Me gustan las personas, de esta forma que no todos comprenden. Y ha sido obvio, tan claro y notorio de mi parte, que Tesla Boham me gusta desde el día en que conocí el universo que él llevaba dentro. Es solo que no sabía cómo sintetizar en palabras tan simples todo lo que el provocaba en mí.

Es algo a lo que no he podido dejar de darle vueltas en mi cabeza.

¿Cuán bello podría decir que es Tesla, si no existe palabra aún que pueda igualar todo lo que él es?

Pero es algo que tal vez para Tesla no fuese tan obvio ya que esos pequeños pensamientos los he tenido guardados únicamente conmigo. Se repiten una y otra y otra y otra vez en mi cabeza cada vez que pienso en él. Y justo ahora, que estoy tendido en mi cama, que es de noche, que han transcurrido seis horas, cuarenta y tres minutos y dos segundos desde la última vez que hablé con Tesla en Muffins, desde que supe lo que él pensaba, desde que no hicimos más que titubear, cambiar de un tema a otro, tratar de no hacer nada estúpido y ser los amigos que siempre habíamos querido ser, pienso que desde el día en el que él respondió mi primer mensaje hasta el día de hoy, este es uno de los días más importante de mi vida.

Es importante porque me di cuenta de que él piensa cosas lindas de mí.

Es importante porque ahora sé que Tesla me mira de otra manera.

Es inmensa e indudablemente importante porque me he enterado de que somos amigos por fuera y por dentro, y también queremos ser un poco más que eso.

Supongo que es así.

Yo lo pienso así. Yo lo quiero así. Y mañana volveré a verle. Volveremos a charlar. Esta vez mirándonos a los ojos, ambos pensando en una sincronía aterradora cuya perfección no podría ser explicada por la ciencia. Porque, aunque jamás lo había admitido y tan solo me había limitado a rezagar la inevitable verdad, hoy no me queda más que aceptarlo:

"Yo también quiero los labios de Tesla Boham sobre los míos y cada uno de los secretos del universo que se esconden en ellos."

"

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El universo que llevamos dentro (En corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora