El universo que llevamos dentro (En corrección)

#48

Tesla

He visto la nieve caer, y es hermosa la forma en la que los copos se posan suavemente en el suelo.

He visto el azul del cielo y el gris de las nubes de lluvia, y es hermosa la forma en la que ambas cosas existen.

He visto a Willow llorar. Y juro, realmente lo juro, que con él he descubierto que la obra de arte más preciosa del mundo se encuentra dibujada en el rostro de este chico. Porque incluso así, con el caos del universo desatándose en sus ojos es, cuando menos, la cosa más incomprensiblemente bella con la que podré toparme en mi vida.

"F": ¿Qué ha dicho? —pregunta.

Estoy sentado afuera del aula en la que Willow recibe su clase. Justo ahora está tomando apuntes, así que espero por él.

Yo: Que le espere.

"F": ¿Hablarán?

Yo: Eso creo.

"F": ¿Y qué le dirás?

Yo: ...

"F": ...

Yo: ...

"F": ...

Yo: ...

"F": Tienes que estar bromeando —objeta cruzándose de brazos. En su cara se dibuja una mueca de desdén que solo logra hacerme sentir culpable.

Yo: ...

"F": ¡Dios mío, Tesla! —exclama con sus ojos abiertos como platos—. Casi me prostituyo por ayudarte a encontrarlo. ¿¡Y hoy venido a hablar con él y ni siquiera sabes qué vas a decirle!?

Yo: Ni siquiera sabía si lo encontraría.

"F": ¡Pero lo encontraste!

Yo: ¡Entonces le diré lo que pienso!

"F": ¿Que te gusta?

Yo: ¡Oh, Dios! No sé si debería decir eso.

"F": Pero es lo que piensas. —Él entrecierra sus ojos y me observa de forma acusativa.

Yo: También pienso en gatos, y no por eso necesariamente le hablaré de ello —rebato.

"F": No le veo problema hablar de una cosa u otra.

Suspiro. Tal vez esta es una conversación realmente inútil porque la verdad es que no sé qué le diré. Ayer las cosas estaban más claras en mi cabeza, pero el ver a Willow este día ha provocado un reinicio de cada uno de mis pensamientos. No pensé lo suficiente al respecto. Ni siquiera estaba pensando cuando me encontré con "F" esta mañana para venir a buscar a Willow.

En el fondo sentía que el hecho de que me hubiesen facilitado la ayuda para encontrarlo debía de ser un motivo para desconfiar de lo que iba a suceder. Tengo la sospecha de que le debo al universo algo más valioso que mi miserable esfuerzo por este inconcebible milagro. Es lo que se supone que sucede cuando queremos algo con todas nuestras fuerzas y que nos importa demasiado: nos tiene que costar o sino no nos lo merecemos.

No sé qué tan cierto o que tan justo sea eso, pero es como sucede, y desde que "F" me dijo que lo había encontrado entonces comencé a preguntarme si realmente me lo merecía.

Cuando vi a Willow en el salón que "F" dijo que estaría fue como una bofetada de la realidad. De verdad estaba sucediendo y en lo único que pude pensar fue en sacarlo de ahí cargado en mis brazos y llevarlo a algún sitio para subirlo sobre un pedestal y poder limitarme a mirarlo como si fuese la pintura de un museo parisino.