Willow es un chico introvertido que siente que está destinado a pasar su vida completamente solo, y esto es algo que ha podido comprobar por su casi nula habilidad de hacer amigos.
Tesla, por otro lado, tiene una facilidad nata para hacerse amigo de...
Ella voltea su rostro hacia la ventana y se queda callada, no sé si pensando algo para decir o esperando a que yo le diga algo más, así que, de todas formas, agrego:
—Ni siquiera deberías haber considerado venir conmigo.
—Lo sé —admite. Cierra sus ojos y respira hondo.
Estamos tendidos en mi cama mientras divagamos en la incontenible sensación de desasosiego que esta eventualidad nos produce. Son casi las siete y el sol languideciente está por desaparecer por completo. Llevamos alrededor de una hora así y aun no entiendo del todo lo que ha sucedido.
Es decir, hay cosas en este mundo que pasan por alguna razón, y el caso es que en esta situación desconozco la razón y tal vez buscarla sea un poco más perturbadora.
—No sé qué es lo que estoy realmente haciendo —susurra de repente—. Pareciera que todas esas cosas que pensaba que no iban a salir tan mal, al final, han sido un asco.
—Es tu culpa —me encojo de hombros.
Ella vuelve a verme de reojo y bufa.
—Gracias —masculla con tono irónico.
—Te lo he dicho. No debiste venir conmigo.
—¿Y entonces con quién más? —pregunta con voz áspera.
—No lo sé.
—Yo tampoco lo sé —dice resoplando ruidosamente por la nariz.
Cuando lo dice parece muy sincera. Temerosa, si me lo preguntan. Casi rota, o tal vez totalmente destruida.
Se mira como ese tipo de persona a la que el mundo se le viene encima y no tiene a nadie a su lado a quien decirle que tiene miedo para que le respondan que todo irá bien.
—¿Crees que pueda arreglar algo? —me pregunta.
No sé qué quiere ella escuchar.
—Es demasiado para arreglar —le respondo en todo caso—. Incluso haces que yo arruine cosas importantes.
—No...
—Sí. Y lo sabes —le atajo—. Sabes muy bien que esto está mal porque permitirte esto es como traicionar a mi mejor amigo.
—No...
—¡Maldita sea, Youth! —exclamo irritado—. Ni siquiera sabes cómo me siento justo ahora, ni con qué jodida cara veré a Tesla.
Por unos segundos me da la impresión de que va a decir algo, que tal vez se va a echar a llorar o a ambas cosas, pero al final se lo guarda para sí misma y vuelve a guardar silencio. Ambos de hecho, mirando al techo, sintiéndonos más o menos estúpidos. Ella por haber venido, y yo... Yo por haber aceptado.
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