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彡.。🎀 capitulo uno: siempre sola
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IKARI NUNCA COMPRENDIÓ la razón del desprecio de su padre. Era su hija, sangre de su sangre, y sin embargo, la ignoraba por completo. La dejaba sola en su habitación del Colegio Técnico de Magia Metropolitana, mientras él se dedicaba por completo a sus labores como hechicero. Los días pasaban y las misiones se sucedían una tras otra, pero casi nunca volvía a buscarla si no fuera porque ella debe sobrevivir y comer.
La ausencia de Satoru Gojo era una constante que había aprendido a soportar a muy temprana edad, aunque cada vez dolía más.
En la habitación silenciosa, bajo la luz pálida de la luna que se filtraba por la ventana, Ikari, lloraba desconsoladamente. Sus ojos dorados, normalmente vibrantes, ahora estaban empañados por las lágrimas que caían incesantes por sus mejillas. Estaba completamente sola, acurrucada en la cama, mirando hacia la puerta con la esperanza de que, en cualquier momento, su padre entraría para consolarla, para estar con ella.
Pero él no lo haría. Satoru nunca venía.
Había decidido alejarse de ella tanto como fuera posible, refugiándose en las misiones y en la magia, dejando a su hija relegada y olvidada. Ikari se mordió el labio, intentando ahogar sus sollozos, repitiéndose una y otra vez una frase que había creado para soportar la tristeza:
"Si lloro ahora, lloraré para siempre..."
Ese mantra la ayudaba a soportar el llanto que amenazaba con ahogarla.
Un golpeteo en la puerta logra que sus aguados orbes dorados brillarán en esperanza, ¿Quizás al fin su padre la había buscado para pasar tiempo de calidad? ¿Se había acordado de su existencia? Pero sus fuertes emociones se vieron apaciguadas dolorosamente al ver a su tía ingresar con un rostro serio.
La pequeña contuvo un suspiro de desilusión y bajó la mirada.
▬▬ ¿Satoru volvió a dejarte aquí sola? ▬▬ la castaña se acerca hasta la pequeña, quien aceptó gustosa a la joven, que extendía sus brazos hacia ella.