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彡.。🌹 capitulo uno: acto dos; ¿Kugisaki es mala amiga?
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LA CADENA DE PLATA, adornada con una gema roja centelleante en su centro, encierra una dualidad de poder y peligro que seduce y amenaza en igual medida. Su apariencia elegante y sutilmente mística esconde una utilidad que va más allá de la estética superficial. La gema, con su resplandor carmesí, se convierte en un faro de energía maldita capaz de aumentar la capacidad de poder de aquel que la lleva consigo.
Y claramente, Ikari la mantendría en su cuello.
Al ser portada, la cadena se convierte en un conducto que canaliza y amplifica la energía maldita del usuario, otorgándole una potencia que va más allá de los límites convencionales. La gema roja, como un núcleo de poder, irradia una luz enigmática que refleja la intensificación de la fuerza inherente al mundo maldito.
Sin embargo, la dualidad de esta joya radica en su oscura contraparte. A medida que canaliza poder, también se manifiesta en su capacidad de distorsionar la realidad. Los recuerdos, normalmente inalterados, se ven sometidos a la influencia insidiosa de la cadena. Las memorias positivas, llenas de alegría y amor, son transformadas de manera sutil pero impactante en versiones más sombrías y desoladoras.
El usuario de esta cadena, aunque embriagado por el poder que le proporciona, se ve enfrentado a un precio. Dolores de cabeza, sangrado y mareos se convierten en compañeros frecuentes, recordándole el costo que conlleva manipular las energías malditas.
Además, la vulnerabilidad ante la manipulación de recuerdos se convierte en un riesgo constante. En el momento de debilidad, aquel que posee esta cadena puede ser fácilmente manipulado por alguien externo para cambiar sus propias percepciones y recuerdos, ya que a mayor uso, mayor paranoia genera.
La cadena de plata con la gema roja, tras un desastroso incidente que resonó en los corredores del mundo mágico, fue marcada por una prohibición implacable. Su uso, venta o intercambio se volvió un tabú entre los hechiceros, considerándola una reliquia peligrosa y corruptora. La historia de sus consecuencias oscureció su reputación, convirtiéndola en un objeto de deseo prohibido.