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彡.。🌹 capitulo dos: acto dos; Tío Kento.
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NANAMI KENTO, un hombre de semblante serio y actitud imperturbable, lleva consigo una presencia que destila disciplina y profesionalismo. Su personalidad está moldeada por una ética de trabajo rigurosa y una determinación inquebrantable. Es meticuloso en cada movimiento, desde la forma en que lleva su traje impecable hasta la manera en que aborda las situaciones con un enfoque calculado.
Pero con la albina de ojos carmesí no era de aquella manera.
Antes de la llegada de Ikari Gojo a su vida, Nanami irradiaba una aura de reserva y solemnidad. Su mirada profunda y penetrante parecía esconder un torrente de pensamientos meticulosamente organizados. Era un hombre de pocos gestos, pero cada uno de ellos resonaba con autoridad y competencia.
Sin embargo, con la entrada de Ikari en su vida, algo cambió en la dinámica de Nanami. Aunque su semblante seguía siendo serio en público, en privado, la presencia de Ikari lograba desarmar las defensas cuidadosamente erigidas. Un brillo de suavidad y ternura asomaba en sus ojos al interactuar con ella, un cambio sutil en la rigidez que lo caracterizaba.
Frente a Ikari, Kento mostraba una versión más cálida y relajada de sí mismo. Su sonrisa, antes rara, encontraba un espacio más frecuente en su rostro. La meticulosidad daba paso a momentos de complicidad y risas compartidas. Ikari se convirtió en una excepción en la armadura impenetrable de Nanami, logrando que él revelara facetas de su personalidad que pocas personas tenían el privilegio de conocer.
Aunque no lo dijera, Ikari era un pilar importante en su vida.
A pesar de las sombras que la vida le presentó, Nanami Kento abraza con determinación la elección de haber conocido a esa niña, un pequeño faro de luz que llegó a su vida cuando la oscuridad amenazaba con envolverlo por completo. En la soledad que se cernía sobre él después de la pérdida de su compañero Yu Haibara, la presencia de esta niña de tan solo 3 años se convirtió en un inesperado pilar de apoyo.
