𝚁𝚊𝚖𝚎́ ¡! hyunsung → changjin ⚠︎

20: metamorfosis

¿Cuánto puede cambiar una persona en apenas sesenta días? ¿Llegas a desconocer a alguien de no verle en un par de meses? ¿Un lazo puede romperse con el peso de aquellos fines de semana sin hablar?

Hyunjin no lo sabe.

Quiere creer que el peso de los años que lleva conociendo a Jisung es suficientemente fuerte como para sostener su amistad, pero quizás está equivocado.

Esas vacaciones, Hyunjin se dejó crecer el cabello. Ahora estaba de un tono castaño obscuro, además, pero casi siempre lo peinaba en una media coleta.
No salió demasiado de casa. Al menos no acompañado, porque se sentía culpable. Es verdad que tenía más amigos además de Jisung, pero no salir con él le dolía un poco, como si no se sintiera con el derecho a divertirse si lo había apartado de su camino. Así fue al menos en las primeras semanas. Pasado el primero mes, Seungmin lo convenció de ir juntos a lugares.

A veces invitaban a Felix porque en poco tiempo se integraría a la clase, y Hyunjin pensaba que sería bueno que conociera a algunas personas de antes. No se equivocaba: Felix y Seungmin se llevaron bien desde el principio.

Era muy divertido salir con ellos de compras, al parque o a comer en esos días de frío invierno a principios de enero. También pasaban mucho tiempo en casa de Seungmin, jugando videojuegos y viendo películas adolescentes bastante malas de las cuales se reían, aunque lamentablemente no siempre se podía.

Seungmin tenía más amigos, y estaba interesado en dividir su tiempo para verlos a todos.

Con Jeongin, pasaba el tiempo jugando juegos móviles en la cama del más joven, viendo doramas o escuchando música mientras hablaban de cosas triviales, entre ellas su creciente inseguridad por iniciar la universidad en un semestre más. Jeongin aún no sabía lo que quería estudiar, y estaba preocupado, pero Seungmin le ayudaba a considerar las opciones y también a distraerse.

A veces Jeongin invitaba a Changbin también, con lo cual Seungmin no tenía problema, pero le parecía un poco extraño que éste llevase a su hermano menor siempre consigo.

Se notaba que no quería dejarlo a solas, cosa que despertaba curiosidad en Kim. No era molesto: casi siempre estaba en silencio, aunque se integraba bien en los juegos. Era un chico listo. Al principio bastante serio, pero a finales de las vacaciones ya comenzaba a ser más extrovertido.

Ese último fin de semana libre, Hyunjin luchaba contra las ganas que tenía de llamar a Jisung. No se habían hablado ni una sola vez desde la despedida en la entrada del instituto, no sabía nada de él, pero era consciente de lo difíciles que eran esos días para el menor.

Jisung moría de miedo antes de volver a clases. Generalmente, preparaba sus cosas con semanas de anticipación y no podía dormir las noches previas, a menos que, claro, Hyunjin estuviera ahí.

— Debe dejar de ser así — se repetía una y otra vez, intentando convencerse de que lo mejor sería no llamar. Que Jisung debía dejar de depender de él para sentirse mejor en momentos así.

No llamó. No envió ni un solo mensaje para recordarle que estaba ahí si lo necesitaba, no buscó tampoco al señor Han para preguntar en secreto. Hyunjin simplemente lo dejó así y decidió salir a caminar un rato.

Le había comenzado a agarrar gusto a las caminatas, incluso si antes le daba tanto miedo salir sólo. Sentía poco a poco que lo estaba superando, o eso quería creer. Aún era difícil. Aún aterraba, pero estaba bien con eso.

Era un nuevo pasatiempo, además de haber comenzado a leer. Hyunjin jamás tuvo una relación sana con las palabras, y siempre se había presionado por eso, pero esta vez no quiso que fuera así.