32: mi todo

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- Hyunjin, ¿verdad? - lo nombró Bang Chan cuando ya estaban de frente. Jisung se había bajado de sus brazos y se había hecho a un lado para que sus amigos pudieran presentarse. Ahora notaba a Hyunjin un poco nervioso. Quería darle la mano para hacerlo sentir apoyado. Como sea, el más alto asiente, recibiendo el repentino abrazo que el mayor le ofrece. Es inusual y lo toma por sorpresa, pero también resulta amable. - Un gusto conocerte. Soy Chan.

- Vamos a la habitación - les propone Han. Ambos mayores lo siguen sin decir mucho más, parece que se sienten algo incómodos en presencia del contrario, pero está bien, Jisung entiende que no puedan ser amigos apenas conocerse. - Necesito usar el baño... Los dejo por un segundo, ¿bueno?

Los mayores no tienen más remedio que aceptar. Jisung, en realidad, se estaba sintiendo demasiado mal. Estaba mareado, tenía náuseas y pensaba que, si bien no vomitaba, iba a terminar por desmayarse. Se toma su tiempo en lavarse las manos, pensando que el cambio de temperatura ayudará a mermar el malestar, pero aún se siente agitado. Entonces puede escuchar a través de la puerta que sus amigos comienzan a conversar.

- ¿Comió? - preguntó Bang Chan.

- Un poquito, sí.

- Eso es bueno. Cuando nos conocimos hace unos meses, solo podía comerse la fruta, pero luego comenzaron a darle solo las que menos le gustaban y el resto de comida lo hacía vomitar.

- Cierto, me dijo que ustedes se conocieron aquí.

- Sí. Cuando él llegó, yo ya llevaba unos días aquí y me daba miedo hablarle. Sinceramente, pensé que tenía alrededor de doce años, pero en terapia grupal me di cuenta de que tenía diecisiete. Luego noté que su ficha de identificación en la mesa también decía su año de nacimiento, y entonces me senté con él al día siguiente. Generalmente me dan de alta muy rápido, pero quise quedarme un poco más para estar al pendiente de él. Me parecía alguien que necesitaba ser protegido...

- Me hace feliz que hayas estado para él en esos momentos difíciles. Sé que se lo hiciste mucho más fácil, me siento muy agradecido por ello.

- No sé si fue por él que lo hice - le es sincero. Hyunjin no comprende a lo que se refiere. - Cuando pienso en Hannie como en un ser que necesita amor, cuidados y muchos abrazos, de alguna manera puedo salir completamente de mí. Cuidar de Jisung es mi descanso, y él descansa gracias a eso.

- Se ayudan mutuamente - es su conclusión. Chan asiente al tiempo que la puerta del baño se abre de nuevo. Ambos voltean a mirar, notando al chico que se tambalea en un intento por llegar hasta el sofá. Las manos de Jisung tiemblan, igual que sus débiles piernas. - Hannie - murmura su nombre cerca de su oído luego de ayudarlo a sentarse. - ¿Te sientes mal? ¿Qué pasa?

- No es nada... Me siento sofocado, solo eso. ¿Salimos a caminar?

Los mayores lo dudan por un momento. Ni siquiera piensan que vayan a dejar que Jisung salga al patio en ese estado, pero al mismo tiempo quizás tomar aire le ayude. Le dicen que sí. Después de todo, estarán ahí para cuidarlo.

Los tres hacen el largo recorrido hasta la cafetería, pasando a comprar algún jugo de frutas que pueda subirle el azúcar al menor. Luego se sientan en una banca a espaldas del pasto y Chan acaricia una de las manos del castaño claro para darle calor. Hyunjin acaricia levemente una de sus piernas, demostrándole que está con él, que puede dejarse caer y él lo atrapará.

Entre conversaciones se entera de que Jisung quiere dedicarse a la música. Nunca se lo imaginó, si es sincero: Jisung siempre se negaba a cantar si alguien se lo pedía, aunque es verdad que todo el tiempo lo hacía sin darse cuenta. Al parecer Chan le estaba ayudando a componer una canción.

𝚁𝚊𝚖𝚎́ ¡! hyunsung → changjin ⚠︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora