33: mariposas

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Es un nuevo día de instituto y Hyunjin debe quedarse en el aula a la hora del receso para pasar algunos apuntes que Changbin le prestó. Como sea, el mayor se queda a su lado, dedicándole su completa atención mientras el más alto escribe con prisa en su libreta. Por alguna razón, no se ve capaz de apartar la vista de ese bonito y sutil perfil que el peli largo posee. Se ve demasiado bonito cuando está concentrado.

- Hyunie - lo llamó suavemente. No quería asustarlo interrumpiendo el silencio de la nada, pero aun así Hyunjin dio un pequeño salto en su asiento, volteando a mirarlo, encontrando sus brillantes ojos totalmente clavados con calidez en la piel de su cuello. Notar que quizás llevaba buen rato mirándolo así casi consigue hacer que se sonroje, pero aparta la mirada a tiempo, fijándose en las manos del mayor. Tiene algo entre sus dedos, pero no llega a notar lo que es. - ¿Me ayudas con algo?

- ¿Qué es?

Es entonces que Changbin le muestra aquello que sostiene a escondidas: un lápiz labial rojizo, aunque claro y algo suave. Se lo pasa y Hyunjin sonríe, abriendo el producto y acercándolo a su propio rostro para olerlo. Nota que tiene pequeños destellos azules. Tiene un ligero aroma a vainilla, eso le da gusto, se pregunta si acaso sabrá a lo mismo.

El mayor estira un poco sus labios, cerrando los ojos en espera de ser maquillado pronto. Hyunjin sigue sonriendo porque Changbin luce bonito así. Sus labios se ven esponjosos, sus mejillas tersas, su nariz como una pieza de porcelana. La línea de sus ojos se ve levemente interrumpida por esas largas y tupidas pestañas, lisas y enredadas.

Sin saber muy bien por qué, una de sus manos se pasea por ese pacífico rostro, acariciando su mejilla, peinando su cabello para apartarlo de sobre sus cejas. Se desliza por su mandíbula, sujetando con delicadeza esa bonita barbilla puntiaguda, levantando su rostro para pasar el producto por sus rosadas aristas.

La boca de Changbin se abre levemente, acariciando los dedos del menor con su aliento. Es tan cálido que no quiere apartarse. No tiene muchas ganas de perderse lo que le está ofreciendo, y es por eso que no puede alejarse. Se acerca más, incluso, acomodándose al borde de su silla, sintiendo las manos de Changbin que ahora rodean sus muñecas, pidiéndole quedarse. Hyunjin nota sus ojos abiertos, insistentemente fijos en los suyos, analizando la miel de sus iris. Changbin parpadea algunas veces a centímetros de su rostro, sin moverse, sin hablar y casi sin respirar. Apenas lo siente existente, apenas parece real de lo bonito que es.

- ¿Alguna vez leíste "milk and honey"? - la brisa de su voz, aquella que fluía tan leve como una olita de mar, inundaba su rostro de atardeceres momentáneos que hacían florecer estrellas en sus ojos, rosas en sus mejillas, enredaderas en su columna vertebral. La cercanía estaba haciendo estallar en su abdomen algunas cosas que ni siquiera conocía. Sensaciones que no imaginó llegar a experimentar. Puede negar lentamente cuando el mayor alza las comisuras de sus labios, mostrando que su confusión le resulta adorable. - "Mi cosa favorita sobre ti es tu aroma. Hueles como la tierra, hierbas, jardín y un poco más humano que el resto de nosotros..."; me hueles al aleteo de las mariposas, Hwang Hyunjin, como debe oler la vida. Como huelen las nubes después de ser besadas por el sol, como huelen las frutas apenas ser cortadas de los árboles. Amable, delicado, cálido y brillante. Lluvia y río, cascadas y madera ahumada. Hwang Hyunjin huele a lo que debe oler el amor, el arte y la bondad. Sensible, apenas amargo, pero explosivo. Cuando digo tu nombre, puedo incluso sentir las chispas entre mis labios. Tu nombre quema mi lengua, apretando mi garganta y robándome la vida.

- ¿Te robo la vida...?

- ¿Lo dudas, en serio? - se ríe vehemente. - Si mis ojos ya son más tuyos que mios de lo mucho que te miran, y aun así desearía prestártelos para que puedas ver lo que yo veo.

𝚁𝚊𝚖𝚎́ ¡! hyunsung → changjin ⚠︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora