Hyunjin siempre pensó que sus colores se mezclaban con los de Jisung. No eran complementarios, no combinaban, pero eran hermanos: tan similares que no llegabas a diferenciar dónde uno terminaba y comenzaba el otro.
Jisung había sido lila toda su vida, pero ese invierno comenzaba a sentirse violeta: un color que generalmente se asociaba con la adolescencia, porque Hyunjin quizás no había notado que Jisung era la perfecta representación de un adolescente. Jisung tenía dieciocho años y actuaba como alguien de dieciocho en totalidad. Era sensible, pero también rebelde, otra cualidad del violeta: la dualidad.
Pero el motivo principal por el que ese invierno se había convertido en violeta era su sentimiento de melancolía, nostalgia y soledad extrema.
Porque, lamentablemente para Jisung, aquella salida esa tarde le había destrozado el corazón.
— Creo que debemos alejarnos un poco — había dicho Hyunjin. Ambos lloraban, ahora juntos, en la habitación del menor. Y el pelinegro, aún después de aquellas palabras, intentaba consolarlo y calmar su ansiedad en un abrazo que sí se sentía color lila. Quizás es que Hyunjin siempre había sido la lavanda de Jisung, y no al revés. — Por un tiempo... Hannie, debemos dejar de hablar...
— ¿Por qué...? ¿Y-ya no me quieres...? — sollozaba el menor, aferrándose a su ropa como si no quisiera que se fuera. No quería que lo abandonara, estaba aterrado por aquella idea. Jisung no tenía a nadie más en el mundo.
— Yo te amo, Hannie... Es solo que...
— ¿Es por lo de Changbin...? Perdón, Hyunie... No va a pasar otra vez, en serio, perdón... Jamás volveré a besar a otra persona si tú me lo pides.
— Jisung, ¿te estás escuchando? — el menor guarda silencio, intentando recuperar el aliento. — Es por eso. Estás dispuesto a no besar a nadie más, por ejemplo, por el miedo que tienes a perderme.
— Solo quiero que te quedes conmigo para siempre... Te necesito...
— Yo te amo, ¿lo sabes? — las manos de Hyunjin toman el rostro de su pequeño amigo. Quiere que lo escuche, que mire sus ojos, sienta sus palabras... Quiere que entienda lo que dice. — Te amo con todo mi corazón, y ha sido así desde siempre. Te amo y siempre te voy a amar, eso no va a cambiar, y puedes venir a mí cada vez que me necesites, pero deseo con cada célula de mi cuerpo que puedas sanar tu corazón... Y si eso no es posible estando juntos, entonces voy a alejarme para permitirte estar mejor... Porque te voy a necesitas por muchísimo tiempo más, pero sé que antes necesitas de ti mismo.
— No quiero... ¿De cuánto tiempo estamos hablando...?
— Este par de meses, este invierno... Hasta el día en que volvamos a vernos en el instituto.
— Hyunie, no quiero... Dos meses es demasiado tiempo... No he estado sin ti por más de dos días desde que recuerdo.
— Lo sé, bebé... Es duro para mí también, pero lo necesitamos.
— ¿Necesitas descansar de mí...?
— No se trata de eso... Solo quiero que pienses en una vida que no depende de mí. Una vida que sea tuya, Hannie.
— Pero no quiero...
— Lo necesitas — murmura con tristeza, peinando el cabello de Jisung detrás de sus orejas para permitirle ver su rostro. — Tú me lo dijiste hace un tiempo, ¿recuerdas?
— Pero cambié de opinión...
— También yo.
— ¿No vamos a vernos siquiera en navidad...? Yo tengo un regalo para ti.
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𝚁𝚊𝚖𝚎́ ¡! hyunsung → changjin ⚠︎
Novela Juvenil"... Algo que es caótico y hermoso al mismo tiempo... " El punto de partida es lo que menos se esperaba: el chico listo le pide ayuda a Hyunjin para su examen de plásticas y entonces su definición del caos y lo hermoso se distorsiona con cada palabr...