Los siguientes meses fueron algo impresionante. Inolvidables, no sólo para Changbin y Hyunjin: también para Jisung.
Por primera vez en su vida podía decir que era feliz.
Luego de pasar diecisiete largos años intentando complacer a su padre en todo, esforzándose por buenas calificaciones que lo mantenían siempre cansado, recibiendo castigos cuando no era así y aprendiendo, además, a castigarse por su cuenta, finalmente estaba dejando ir.No pudo graduarse ese año. Lo había perdido por pasar tanto tiempo internado, y eso era lo que más feliz le hacía. En otro momento de su vida, probablemente hubiera tenido otro atentado ante la nueva decepción de su padre, pero esta vez no. Esta vez se sentía muy orgulloso de sí mismo por haber puesto su salud mental primero.
Y le estaba costando infiernos, eso es verdad. Aún le costaba no lastimarse cuando las cosas iban mal, y le costaba expresarlo de otras maneras. Le costaba llorar y también reír sinceramente. Le costaba entender que sus amigos eran un sitio seguro donde podía descansar y ser quien era, pero lo estaba intentando y eso era suficiente.
Fue un verano asombroso ese previo al ingreso a la universidad de Changbin, Jeongin, Seungmin y Hyunjin. Un verano mejor que el de sus películas favoritas.
Apenas lo dieron de alta, hizo lo que tenía que hacer: correr lejos. Recuerda más que bien aquella tarde, cuando se alejaba por la carretera en medio de la lluvia, siendo perseguido por su padre. Lo recuerda porque nunca se había permitido sentir lo que estaba sintiendo. Nunca se había permitido sentir el momento.
Recuerda llorar y recuerda reír, y recuerda también que en ese instante le daba igual si lo volvían a internar por parecer un peligro para sí mismo, pero nada lo detuvo. No hasta que llegó a los brazos de Hyunjin.
- ¿Hannie...? - el más alto preguntaba incrédulo por su nombre, sin poder caer en cuenta de que su amigo estaba realmente frente a él luego de tantos meses obligados a estar lejos. Obligados gracias al señor Han, quien no quiso avisarle que podía volver de visita, y a Jisung le decía que Hyunjin simplemente no quería verlo. Claro que el pequeño jamás le creyó, esperando con ansias el día para volver a abrazar al amigo de su vida.
Se abrazaron por horas, incluso si Jisung estaba empapado. Hyunjin no quería volver a soltarlo, y el pequeño no paraba de sonreír. Era la sonrisa más radiante que alguna vez Hyunjin hubiera visto en ese hermoso rostro. La sonrisa más real, más amable y más feliz.
Entonces de eso se trataron los siguientes tres meses de sus vidas: correr. Para Jisung era tan extraña la sensación que recorría su cuerpo. Había perdido sus años de adolescencia por sentimientos profundos que no le dejaban disfrutar, y ahora por primera vez estaba viviendo lo que era ser un niño.
Lo que era hacer travesuras con sus amigos, salir a lugares públicos sin tener ataques de pánico minutos antes de salir de su casa, volver a comer y volver a tener apetito.
Ya no estaba viviendo con su padre, eso ayudaba bastante. Se estaba quedando en casa de los padres de su madre fallecida. Ellos le abrieron la puerta al enterarse de todo lo que había pasado en los últimos años, prometiendo protegerlo por el tiempo que hiciera falta. Jisung se los agradecía mucho, pero se sentía también un poco entrometido, no podía evitarlo. Desde la primera noche les prometió que ganaría mucho dinero para poder independizarse pronto, pero sus amigos no querían que apenas habiendo conseguido el sentimiento de libertad, y sintiéndose finalmente como un chico joven, se pusiera inmediatamente a trabajar.
Jisung no tenía que preocuparse tanto. Ya no. Fue algo que ellos le dejaron más que claro.
Se había vuelto muy cercano a Bang Chan, Jeongin, Minho y Felix. Sabía que a los primeros tres les gustaba, y estaba bien por él cuando ellos juraban respetar sus tiempos. Respetar que estaba en un proceso y no podía comenzar una relación ahora. Antes necesitaba sanar, pero podían ser amigos.
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𝚁𝚊𝚖𝚎́ ¡! hyunsung → changjin ⚠︎
Ficção Adolescente"... Algo que es caótico y hermoso al mismo tiempo... " El punto de partida es lo que menos se esperaba: el chico listo le pide ayuda a Hyunjin para su examen de plásticas y entonces su definición del caos y lo hermoso se distorsiona con cada palabr...