Las siguientes tres semanas transcurrieron con toda la normalidad posible en el campo amoroso. Con Tristan, todo iba de maravilla. En una de mis noches libres, me regaló entradas para ver a Harry Styles y fuimos juntos. Estuve a punto de llorar de la emoción. El concierto fue una de las cosas más emocionantes que me ha pasado en los últimos años. Besarnos al son de su música en vivo era realmente emocionante.Con Tristan todo era suave, se sentía bien estar con él.
Ya en el ámbito del entrenamiento, todo se volvió más complicado. Compartir el entorno con Hermes representaba un desafío completo. Me resultó intenso y desafiante. Cuando luchaba con ellos en lugar de simplemente guiarlos, me sobreponía con una violencia excesiva y una expresión de odio. Parecía como si estuviera imaginando a alguien a quien realmente odiaba en mi lugar. A veces, la situación resultaba realmente aterradora.
Pero los demás chicos me hacían estar tranquila y conforme con lo que me encontraba haciendo y tener a Zeus y a Kade cómo apoyo constante era magnífico.Sin embargo, la competencia se acercaba, la ansiedad aumentaba y sentía una especie de presión al ser la encargada de todo.
Mi padre ya se había recuperado casi totalmente, así que después de la competencia podría tener total libertad con mis horarios. Ya que no tenía que fotografiar más ni tampoco entrenar, solamente disfrutar mi tiempo libre con Zeus y Kade, y pasar tiempo a solas con Tristan.
Estaba ansiosa por las competencias, verlos competir, con otros chicos totalmente ajenos a la academia. También estaba muy ansiosa por las fotografías que podría hacer el día de la competencia, tenía las expectativas muy muy altas.
Lo que no sabía es que nada volvería a ser lo mismo, nada volvería a ser igual y estos serían los últimos momentos en que vería las cosas por cómo son ahora.
Me encuentro en Starbucks cuándo recibo una llamada de un número desconocido, respondo pero en la otra línea no siento nada, solo un respiro intenso, asustador que me pone los pelos de punta, decidí no tomarle atención de igual forma y cortar la llamada.
Me encontraba en el sofá de Tristan mientras él estaba cocinando la cena mirando cada una de las fotos que había ido sacando a lo largo de este tiempo de los chicos en la academia, estaba conforme.
Los chicos más que boxeadores parecían sacados de una agencia de modelaje, incluso Hermes que es insufrible (únicamente conmigo).
Tristan se hizo para él lo que estaba permitido en su dieta, ya que mañana era la tan esperada competencia. Puede ser que yo me encontrara más ansiosa que él, si eso es posible.
Pasamos la noche viendo Netflix y conversando de cosas con ninguna importancia en específico.
Mal sabía yo que las noches así estaban prestes a tener un fin y que todo se pondría más complejo.
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Diosa del Ring
Fiksi RemajaHestia Miller, vivió toda su vida en Los Ángeles, bicampeona de las competencias más grandes de boxeo del país, pero un evento traumático hace que se tenga que alejar de lo que más ama, el único lugar donde se siente ella misma, el ring Se prometió...