Hestia Miller, vivió toda su vida en Los Ángeles, bicampeona de las competencias más grandes de boxeo del país, pero un evento traumático hace que se tenga que alejar de lo que más ama, el único lugar donde se siente ella misma, el ring
Se prometió...
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Era cómodo estar sobre él, su espalda se estaba transformando en un lugar cómodo, en un lugar que no daban ganas de salir.
—¿Ya te había dicho que eres comodísimo?—le pregunto agarrada fuerte a él—no lo estoy viendo pero siento que sonríe.
—Sí, Pitu, lo habías dicho ya, pero por muy cómodo que sea, ya tenemos que entrar a las peleas—dice mientras me baja y yo largo un quejido—ya tendrás muchas oportunidades para estar por encima de mí, no estés así—me dice consolándome a lo que me río y nos encaminamos para adentro entre la multitud.
El estacionamiento abandonado está aún más abarrotado,por poco se puede respirar siquiera, pero sentir el agarre de Hades me hace sentir segura.
—Intentemos ir más cerca—me dice a voz alta para que lo escuche por encima de todo el ruido—de aquí no alcanzas a ver ni por obra de Dios—ante eso le pego un manotazo en sus zonas bajas y lo escucho quejarse, a lo que me río y me dirige una mirada algo cabreada—no es mi culpa que seas un Umpa Lumpa Pitu.
Nos ponemos de pie en lo más cerca que pudimos estar del ring, estoy enfrente de Hades, apoyada sobre su firme cuerpo, y él me agarra de las caderas, se siente bien, me gusta estar así, y me encuentro pensando en que no me molestaría estar así para siempre, aunque siempre sea una palabra fuerte.
Acaban de anunciar el próximo luchador, no presté mucha atención a ello, ya que me encontraba inmersa en mis pensamientos pero no pude dejar de sentir cuando por el megáfono anunciaban el oponente del luchador que ya se encontraba en el cuadrilátero .
—Y ahora damas y caballeros quien se enfrentará a Lion en esta disputa es el "dios" Zeus!— al escuchar eso mis ojos salen de sus órbitas, mi cuerpo se tensa por completo, no estoy dando crédito a lo que estoy viendo, no hay manera de que esto sea real, Zeus participando de malditas peleas ilegales ¿Por qué? , y lo que más me preocupa ahora mismo es su oponente que pesa evidentemente mucho más que él y que seguramente lo hará trizas, no, no puede estar pasando.
—¿Tienes frío?Estás temblando—me hace notar Hades.
—No, no, estoy perfecta.— no tengo frío, ni siquiera me percaté de que estaba temblando, estoy cabreadísima de que Zeus se meta en esto, de que luche con alguien que le dobla en tamaño y peso, estoy cabreada de que me ha mentido, cuándo lo único que hago últimamente es mentir y omitir, es muy irónico.
No logro centrarme en otra cosa que no sea el rostro de Zeus, no debería participar de las peleas ilegales, no tiene conciencia de lo peligroso que puede ser y de todo lo que abarca, sí estaba emocionada por verlas, hace mucho no participaba y me proporcionaban cierta adrenalina, pero me encontraba alterada porque quien se encontraba en el ring era Zeus, y no quería que se le pasara nada de malo, no quería que alguien se enterara y que eso lo perjudicara en la academia, no quería que esto lo perjudicara en ningún aspecto posible.
