Jiminie's dad ♡ YoonTae

𝟞

Los ojos del beta no pueden dejar de mirar con curiosidad y un poco de preocupación la anatomía del omega amigo de su hijo, que está terriblemente callado y no arma el mismo ruido que siempre, solo se mantiene en silencio mientras observa a Jimin tirarse una y otra vez en la piscina, él desde fuera de ella, sonriendo con suavidad.

Y con un suspiro vuelve a mirar su móvil porque no entiende con exactitud a qué se debe esa actitud serena y calmada del chico con el que se besuquea cuando nadie los mira y su cachorro lo propicia.

Es entonces cuando este gira un poco su rostro, mirando de reojo al beta que le roba besos, aunque ya hace unos días que no lo hace, tampoco es que lo esté deseando, pero debe reconocer que se siente bien que lo haga, pues Yoongi no es como otros alfas con los que ha estado.

¿Cómo de ridículo quedaría si supiese que nunca ha ido más allá de un beso? Ese pensamiento le hace agachar la mirada, pues los recuerdos tristes de su anterior pareja aun le duran, esa tortura por no querer avanzar sexualmente en una relación en la que no se sentía seguro y por la que se tuvo que cambiar de preparatoria.

Sus ojos observan la pantalla del móvil, que se ilumina por una notificación sin sentido, dándose cuenta de la hora que es.

- Me tengo que ir, Jiminie — dice con pesar, levantándose del suelo; ambos, padre e hijo observan cómo el omega suspira, pero espera con paciencia a que el menor salga de la piscina — no puedo quedarme más tiempo hoy.

- ¿A dónde vas? — el beta se lleva las manos al corazón cuando su cachorro hace un pucherito y pone ojitos tristes, pensando que no hay nada más lindo — ¿Me dejas solito?

- Mañana haremos lo que tú quieras ¿Sí? — sonríe, acariciándole la mejilla — ahora tengo una cita.

- ¡¿Cómo que una cita?! — gritan ambos, beta y cachorro, sorprendiendo a Taehyung en ese momento, que no se esperaba ni por un segundo que Yoongi reaccionara de tal forma; el omega mayor gira su rostro, mirando al peliblanco que le observa con total incredulidad por la información.

- Esta mañana cuando volvía de la academia, me ayudó a levantarme del suelo cuando me caí y bueno, me dijo de tomar un helado luego y le dije que sí — explica, rascándose la nuca.

- Nombre, edad, domicilio, ¿A qué se dedica? — bombardea Jimin, frunciendo el ceño.

Mi niño será muy territorial cuando consiga pareja; piensa Yoongi, a la vez que gruñe por el pensamiento de que su cachorro pueda ser tocado por un alfa que quiera arrebatarle esa pureza que tiene por naturaleza.

- Se llama Yeongsan — explica, riéndose por la actitud de Jimin — es un alfa muy lindo con el que tomaré un helado, tampoco es que me vaya a casar con él.

- Mándame la ubicación de donde vais y cuando llegues a casa no dudes en avisarme de que has llegado, estaré esperando despierto a que estés bien y no te haya pasado nada malo o le reventaré la cabeza — gruñe, viéndose más adorable que amenazante y haciendo suspirar a sus dos mayores de puro amor.

El omega asiente con la cabeza y deja un besito en la frente de Jimin, para girarse y que su corazón lata de forma desproporcionada al encontrarse los oscuros ojos del beta enfocándole sin cortarse.

- H-Hasta otro día, s-señor Min — se despide, sintiéndose minúsculo ante la mirada de Yoongi en su cuerpo.

El beta se levanta, andando decidido ante un Taehyung que se siente un flan a medida que se acerca a él mientras Jimin se mete discretamente en la piscina a observar la situación desde una posición segura, sintiéndose eufórico por las reacciones que está disfrutando de ver.

- ¿Señor Min? — pregunta, a dos pasos de él.

El rostro de Taehyung es de un intenso rojo fuego en ese momento, recordando lo que ocurrió la última vez que lo llamó por su nombre, sintiéndose incapaz de hacerlo sin tartamudear, queriendo que ocurra de nuevo lo mismo, sabiendo que no va a pasar porque Jimin está ahí.

Aunque poco podría imaginarse que el que más emocionado está de los tres, es precisamente el cachorro.

- Y-Y-Y-Y-Yoon— le resulta imposible, mucho más viendo esa sutil sonrisa ladeada que sale en sus labios conforme intenta decir su nombre.

- Si necesitas que vaya a por ti, solo llámame y ten cuidado — dice sin más, volviéndose a girar.

Ni contesta, Taehyung echa directamente a correr muerto de la más pura vergüenza, una que había aprendido a descartar y que ahora le está volviendo a llenar en cada aspecto de su vida respecto a lo que Yoongi se refiere.

No todos los días te besas con tu amor de la adolescencia que tiene un cachorro precioso y que cuida bien de ti.

Pero sabe que es completamente imposible, la diferencia de edad, los puntos de vida en los que están cada uno y que por sus jerarquías no podrían estar juntos, hacen que cada pequeña posibilidad de estar con Yoongi se esfume como un diente de león que es mecido por el viento.

Con ese doloroso pensamiento, el omega pasa a la casa de al lado que es la suya, ignorando los gritos de su padre por seguir perdiendo el tiempo con esa familia desestructurada de un padre beta soltero y un cachorro.

Dispuesto a pasárselo bien con ese alfa tan lindo; también podría haber contado toda la verdad, haber dicho que también iba su pareja, pero ¿Por qué no crear la duda?

- Yoongi — suspira, intentando decirlo en voz alta para tener valentía de decirlo.

Sabe que en algún momento podrá decirlo sin ningún problema, como cuando era un cachorro y no entendía que significaba que alguien te gustase, cuando el beta lo acunaba junto con Jimin, cuando no había malas miradas para él.

Cuánto echa de menos esos tiempos.