Es un nuevo día y el cachorro entra feliz, dando saltitos y completamente lleno de dulces que su padre le prohíbe, pero sus tíos no dudan en ofrecerle, aunque cuando lo hace, no puede evitar llevarse la manita a la nariz.
- Apesta todo demasiado a Taetae — dice para sí mismo, frunciendo el ceño.
La figura de su padre aparece por las escaleras, secándose el cabello, lleno de hematomas y con unas pronunciadas ojeras, sorprendiéndole.
- Hola, bebé — saluda, acercándose a él — ¿Qué tal con tus tíos?
El menor no dice ni una palabra, solo se acerca a olfatear a su padre, que no entiende muy bien porque lo hace; Jimin se lleva las manos a la boca, sorprendido porque jamás había captado un aroma hasta este momento, aunque no es el suyo en lo mínimo.
- Estás completamente marcado por Taehyungie, papá — le explica, ante su cara de confusión.
- Sí, verás, tiene una explicación — suspira, dándose la vuelta para volver hacia las escaleras — ven a mi habitación un segundo.
El menor sigue a su padre con curiosidad, dándose cuenta de que conforme más avanzan, más se intensifica el aroma de su amigo, hasta que el olor es casi sofocante en la puerta de su dormitorio.
Grande es su sorpresa al encontrarse a un Taehyung profundamente dormido y abrazado a distintas ropas de su padre.
- Ha hecho un nido... — susurra, sorprendiéndose.
- ¿Así que es eso? No tenía muy claro porqué me pidió mi ropa antes de ir a ducharme — sonríe, sintiéndose extrañamente orgulloso — anoche, cuando vino a casa le llegó el celo de forma inesperada, hemos estado casi toda la noche despiertos — Jimin pone cara de asco, sin necesitar saber eso — es mi primer celo con alguien, y es... difícil.
- Porque tu no tienes la resistencia de un alfa, papi — el beta le da una mala mirada, importándole poco al menor — los celos de Taehyungie suelen durar tres días, haré una muda y me marcharé de nuevo con el tío Nammie.
- Sí, porque además no sabía que un omega podía llegar a ser tan... territorial — susurra, algo avergonzado.
El omega menor se fija en el cuello que le está enseñando su padre, sin sorprenderle pues Taehyung siempre ha sido así.
- Cuídamelo por favor, es casi un bebé — le pide sonriente, marchándose a su habitación.
Menos mal que esa imagen de Taehyung solo la tengo yo, porque un bebé precisamente no es; piensa para sí mismo, recordando los eventos de la noche anterior.
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Nunca se había fijado en su techo hasta que Taehyung ha decidido echársele encima para dormir y no puede moverse puesto que tiene al omega abrazado a su cintura con la cabeza en su vientre, durmiendo plácidamente.
- Eres muy lindo — dice a la nada, acariciando sus cabellos.
- Hyung es más lindo — susurra, despertándose; el beta mira hacia abajo, abriendo mucho los ojos cuando la mano de Taehyung va directa a pasarse por encima de su entrepierna — creo que ya he dejado descansar bastante a papi ¿Verdad?
El beta se muerde el labio conforme sus pantalones de pijama son bajados, disfrutando de cómo su miembro casi da en la cara del menor, que le mira con ojos predadores y con el dorado brillando con la intensidad del sol; le es imposible desviar la mirada cuando está completamente extasiado de ella.
- Esto es solo mío, hyung — gruñe, colocándose debidamente.
La boca del omega se llena por completo al introducirse el miembro del contrario en ella, chupando con la inexperiencia propia de alguien que no lo ha hecho más que un par de veces la noche anterior, pero para Yoongi es como estar en el mismo cielo, sin poder negar que se siente intimidado por esos ojos.
A su boca se le une la mano que masajea sus testículos, junto con la otra que se mete dentro de la camiseta y se va directa al pecho, sintiéndose Yoongi el hormonal en vez de su compañero, que disfruta demasiado de tenerlo en esa situación.
Un plop se escucha cuando el omega deja de chupar, colocándose debidamente encima de la polla más que preparada de Yoongi.
- Mío — vuelve a decir, posicionándose para bajar.
El beta se incorpora de golpe conforme el menor se deja caer, aunque debe reconocer que ha llegado un momento en el que le duele, le es imposible resistirse a la sensación de tener a Taehyung moviéndose encima de él, saltando y gimiendo, dejando que sus clavículas se vean a través de esa camiseta robada.
Tanto está disfrutando que el condón está siendo completamente olvidado, pero eso no es un problema ahora mismo, pues abrazar a Taehyung mientras lo acompaña en las embestidas, bebiendo de sus gemidos, es bastante mejor.
- Tuyo — responde, cogiéndole la cara con una mano.
Omega y beta se funden en un furioso beso lleno de todas las cosas que sienten y que son difíciles de decir debido a la situación en la que están, haciendo que el mayor piense en la posibilidad de que alguien pudiese haber disfrutado de esto, alguien que no hubiese sido él.
Sin dificultad saca al omega, volteándolo sobre la cama, viendo cómo sus ojos dorados lo enfocan desde su cara pegada al colchón, alineando su polla para introducirse nuevamente en ese hermoso muchacho.
- Mío — dice simplemente Yoongi, relamiéndose al ver la cara de satisfacción de Taehyung.
No puede captar su aroma, tampoco puede marcarle, pero nadie le arrancará de su lado a ese omega del que está enamorado, disfrutará de principio a fin de la relación que le ha tocado vivir en esa vida, amando a Taehyung hasta el fin de sus días.
