Taehyungie, de casualidad al tío Namjoon y al tío Jackson les apetecía sacarme a dar un paseo al cine, luego a cenar y será tan tarde que me quedaré a dormir con ellos, así que ve a hacerle compañía a mi papi, te amo mucho
Una sonrisa enorme se forma en el rostro del omega mientras lee el mensaje y decide hacerle caso a su mejor amigo; el agua caliente de la ducha le recibe, con los jabones y geles quedándose impregnados en su cuerpo, siempre quiere estar perfecto para Yoongi y se esmera en queda completamente limpio.
La vergüenza llega a su anatomía cuando decide limpiarse esa parte tan intima, metiendo los dedos embadurnados en gel para hacerlo con pulcritud; el problema es la mala jugada que le pasa su mente, que en ese momento decide que recrear cómo es Yoongi el que lo lava, es mucha mejor opción.
De un momento a otro sus movimientos dejan de ser de limpieza, no tiene claro cuándo ha empezado a gemir, pero quiere seguir, y lo hace.
Llegará a casa de Yoongi con bastante vergüenza encima.
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Y como si nunca hubiese ido, el omega espera impaciente en la puerta a que su compañero le abra, aunque no tiene que hacerlo durante mucho rato; Taehyung se siente completamente atacado cuando un Yoongi vestido de camisa y pantalón de traje negros y las gafas le recibe, pensando a quién le tuvo que hacer un favor enorme en su anterior vida para poder disfrutar de esto.
- Cachorro — sonríe, abriendo los brazos; el menor no duda en perderse entre ellos, llevando su nariz directa a donde nace ese aroma a menta — ¿A dónde vas tan hermoso?
- A cenar contigo, hyung — responde, dejando que sus labios rocen la piel del contrario, erizándola — cierto cachorrito me ha chivado que estarías solo y llevamos unos días sin vernos, creo que será una buena ocasión.
- Si tenemos un cachorro — le dice, divertido mientras se meten en casa — deberíamos evitar que sea tan descarado como Jimin.
El solo pensamiento de tener un hijo con Yoongi, hace que su corazón se caliente.
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Realmente el omega se siente como si estuviese en su casa porque tiene el placer de ver cómo Yoongi le cocina mientras él está abrazado a su cintura, ambos disfrutando de un silencio cómodo y hogareño, que no cambiaria por nada en el mundo.
- Lo siento, cachorro — empieza a decir, aunque Taehyung ya lo sospechaba — el otro día no me expresé bien, no quise que malinterpretases mis palabras; soy feliz contigo y quiero que esto sea para siempre, ya te he dicho que la casa nueva es también para ti, solamente me abrumé un poco con todo el tema de la formalización.
- Tienes razón, me costó entenderlo, pero lo hice — el omega le abraza más fuerte, enterrando la nariz en su cabello.
- Estoy asustado, Taehyung — dice finalmente, apartando la sartén del fuego.
El menor frunce el ceño sin entender y se separa, ladeando la cabeza en clara señal de confusión; Yoongi le entrelaza la mano, llevándoselo de la cocina para ir al salón, donde lo sienta a horcajadas, apretándolo contra su cuerpo.
- Tengo miedo de no ser suficiente para ti, no dejo de ser un beta que carece de la capacidad de tener cachorros, al menos de forma natural y de captar tus feromonas, ni siquiera sé si podré ayudarte en el celo — el menor escucha atento, sintiendo que se le rompe el corazón — además, es la primera vez que me he enamorado de alguien.
Los ojos de Taehyung se abren de forma desmesurada, mirándole como si así pudiese encontrar pruebas de que dice la verdad.
- ¡Yo también te amo, hyung! — dice sonriente, agarrándole de las mejillas — y te amo mucho ¿Sabes?
- Ven aquí, cachorro — se ríe, abultando un poco sus labios.
En ese momento todo importa entre poco y nada, pues Yoongi y Taehyung lo único que quieren es besarse hasta que el mundo se acabe; esto es un paso demasiado grande para ambos y un comienzo de la historia que tienen por delante.
Besos, risas y caricias que llenan esa casa en la que se respira amor por los cuatro costados, una noticia que hará demasiado feliz al tercer miembro de esa familia.
- Cachorro, un momento — el beta lo empuja un pelín, dejándolo un poco confuso, y aún más cuando le lleva la mano a la frente.
- ¿Qué ocurre? — pregunta, sin entender.
Aunque Yoongi entiende aún menos cuando Taehyung se retuerce y gime, en grande y sin poder evitarlo, sorprendiendo a ambos.
- ¿Puedo? — pregunta, y Taehyung asiente, aunque no sabe a qué se refiere.
Tarda nada en entender qué hace y no puede evitar gemir cuando la mano de Yoongi se cuela dentro de sus pantalones, yendo directa a su entrada; es vergonzoso para Taehyung porque lo está mirando a los ojos mientras lo hace.
- Taetae — ronronea, incorporándose — ¿Recuerdas que te dije antes de tu celo? — el menor asiente, sin retener el gemido que sale cuando uno de los largos dedos de Yoongi, se cuela dentro de su cuerpo sin ningún esfuerzo — pues me parece que vamos a comprobar hoy si puedo ayudarte o no.
- Papi — susurra, pasando los brazos por el cuello.
Es en momento como ese que desearía ser un alfa y poder captar el aroma que tiene que estar soltando Taehyung, pero también se alegra de estar con él, independientemente de si es una cosa u otra.
- Tu aroma.... — susurra, pesadamente — v-vamos a tu h-habitación, t-todo allí huele a mi compañero.
Esa fue la primera vez que Yoongi vio los ojos dorados del lobo de Taehyung.
