𝟙𝟚

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Con los nervios recorriendo su anatomía y un sentimiento de agobio en el estómago, el castaño entra a casa, sintiendo que se morirá de vergüenza.

Su cuerpo es brutalmente aplacado por su mejor amigo, que se le tira encima y se le agarra cual koala, dejando su agradable aroma impregnado en todo él, haciéndole sonreír con la más hermosa de las sonrisas.

Es entonces cuando el objetivo de sus nervios aparece ante sus ojos, bajando las escaleras; el corazón de Taehyung se detiene en el momento en el que la anatomía de Yoongi le ataca ferozmente con esos pantalones de pinza y una camisa blanca, queriendo morirse en ese momento.

- Estás hermoso, Taehyungie — ronronea Jimin, bajándose de su cuerpo — ¿A dónde vas?

- A una exposición de cámaras antiguas en un museo — dice Yoongi, cogiendo las llaves y la cartera de encima del mueble de la entrada; el menor, sorprendiéndose por esto solo puede poner su mejor cara de que no entiende lo que está pasando — a ti te llevaremos con Namjoon, no puedes quedarte solo.

- ¿Vais juntos? ¿Te llamo papi? — dice Jimin, explotando el sonrojo en la cara de Taehyung — ¿No? Así debería llamar al novio de papá.

- J-Jiminie — susurra Taehyung, avergonzado.

- No es mi novio — corta Yoongi, viendo sin inmutarse el puchero en la cara de Jimin — vamos a ir a una cita que a ti no te interesa porque eres un cachorro minúsculo y no tienes que meterte en los asuntos de los adultos.

- Quiero una hermanita Taehyungie — se ríe, disfrutando de cómo su amigo se tapa la cara con las manos.

- ¿Yo te he enseñado esas cosas? — gruñe Yoongi, disimulando cómo puede las ganas que tiene de traerle una hermanita a su cachorro, el cual niega, con una sonrisa de oreja a oreja porque van a ir a una cita — bien, ¿Llevas tu móvil y todas tus cosas? — Jimin asiente, contento — pues vamos donde tu tío Namjoon.

- Podrías dejarme con Hobi hyung, él me cuidará — propone, sabiendo la respuesta.

- No — ambos, beta y omega le gruñen en ese momento, mirándose segundos después de eso, sorprendidos por la conexión.

- Mi futura hermana va a tener unos padres muy celosos — suspira, comenzando a andar.

El beta deja que su hijo salga por la puerta para observa cómo el omega no va vestido como normalmente, su blusa fluida y sus vaqueros pegados lo hacen ver realmente hermoso; echando una última ojeada por si su cachorro observa, se acerca a Taehyung, dándole una pequeña caricia en su rostro.

- ¿Te has puesto tan bonito para mí? No me lo merezco, cariño — dice dulcemente, disfrutando de cada milímetro de sonrojo en su dermis.

- E-Es lo primero que he encontrado — susurra, cerrando los ojos ante la caricia.

El cachorro, mirando desde el marco de la puerta medio escondido, chilla internamente al ver a su padre observando a Taehyung cómo si fuese la cosa más hermosa en el mundo, sin poder resistirse a sacar el móvil y mandar la foto que les saca por el grupo que tiene con sus compinches.

- ¡Min Jimin! — grita Yoongi, pillándolo en el momento.

Una hermosa sonrisa se escucha por toda la casa cuando el cachorro echa a correr hacia afuera, seguido de su padre bufando y a Taehyung avergonzado, solo agarrado del dedo meñique del beta.

Cada minuto en el museo lo disfrutan como nunca, han ido solo porque Yoongi lo pilló en la habitación de su cachorro viendo un video de un hombre montando cámaras analógicas, resultando que el destino quería mostrarle un anuncio en la televisión d...

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Cada minuto en el museo lo disfrutan como nunca, han ido solo porque Yoongi lo pilló en la habitación de su cachorro viendo un video de un hombre montando cámaras analógicas, resultando que el destino quería mostrarle un anuncio en la televisión de que habría un museo en esos días.

Una cita con mayor parte en silencio y sin que falten los roces de manos, las miradas significativas, las ganas de besarse en mitad de la exposición.

Rematando la noche con un bonito restaurante al que el beta lo lleva de completa sorpresa, haciendo pensar a Taehyung que jamás ha sido tan feliz en una cita como lo es ahora, queriendo tener muchas más con ese hombre.

Dejando ir un suspiro y aprovechando la oscuridad propia de esas horas, el menor le pide que estacione el coche en un aparcamiento, generándole curiosidad.

- Quería darte las gracias, Y-Yoongi h-hyung — le dice, despertando sin querer una necesidad que no sabía que tenía, al ser llamado así — me he divertido mucho y me gustaría volver a tener otra de estas, si quieres.

- Quiero — asiente, sonriendo un poco — aunque hay algo que no he hecho en todo el día y que, si me permites, me gustaría hacer.

Los colores llegan a la cara de Taehyung, que asiente y cierra los ojos, acercando su rostro hacia él; el beta sonríe en grande, sin poder creerse que el amigo insoportable de su hijo en realidad sea un chico tan dulce y tierno como el más lindo de los peluches, sorprendiéndole cuando solo le pica en la nariz.

Taehyung abre los ojos, avergonzado por su actitud, haciendo reír a Yoongi a carcajada limpia, consiguiendo que el omega no entienda nada, aunque su corazón es nuevamente atacado cuando su mentón es agarrado y sus labios tomados por el mayor.

Tiene miedo y pánico de estar enamorándose de ese hombre a velocidades peligrosas, pero cada gesto de Min Yoongi, para él, es maravilloso.

Solo la noche es testigo del chasquido que hacen sus labios al separarse y al juntarse de nuevo, del sonido de los cinturones desabrochándose y del pequeño jadeo que se escapa de la boca de Taehyung cuando las lenguas se enrollan entre ellas, dando un paso más en su relación; casi mareado, el omega se separa, quedando a escasos centímetros del rostro de su cita de hoy.

- ¿Quieres que recoja a Jimin mañana? — pregunta, en bajito.

Jiminie's dad ♡ YoonTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora