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No tiene claro exactamente porqué ha dicho que sí, pero ahí está, entrando a la casa siguiendo a ese beta que le ha hecho una proposición indecente en mucho tiempo; sus nervios le llenan, aunque no es la primera vez que Yoongi y él llegan a un poco más lejos de los besos que tienden a darse.

- Vamos a la cocina, cachorro — pide el beta, obteniendo su atención al extenderle la mano con una pequeña sonrisa.

¿Es así cómo se ven los príncipes? No, no es como se ve un príncipe, es cómo se ve un rey que está dispuesto a llevarse todo de él, porque ha sido adquirido de forma completamente voluntaria y solo le ha hecho falta sonreír.

¿Le ha llamado cachorro? Ahora Taehyung tiene una nueva palabra favorita.

Los largos dedos de ambos se entrelazan y se deja arrastrar hacia la cocina, donde Yoongi le suelta, haciendo que se mire la mano para preguntarse porqué se siente fría y sin vida, pensando en que a lo mejor es porque el beta ya no la está agarrando; sus ojos suben y observa cómo el peliblanco le sirve una copa de vino, y aunque no lo toma porque no le gusta el alcohol, esta vez dará lo mejor de sí.

- ¿Te sientes incómodo? — pregunta, ofreciéndole la copa y apoyándose en la encimera de la cocina — no es que quiera hacer nada, solo me apetecía estar a solas sin que mi bebé nos interrumpa en nuestra charla — le es imposible no poner cara de decepción, porque se ha sentido así, pero ¿De que se ha decepcionado? — no hemos tenido nuestros mejores momentos y me gustaría pedirte disculpas por como fue mi comportamiento hace tanto tiempo, no quería que influenciases a mi niño.

- Jimin es la única persona que me aprecia, no voy a hacer nada malo — se siente extrañamente atacado, sujetando la copa entre sus manos — él siempre será lo primero para mí, porque es el único capaz de ver más allá de mi bonita cara.

Con un suspiro, el beta deja la copa de vino y avanza los dos pasos que lo separan, arrebatándole la copa y disfrutando de su rostro.

- ¿Seguro que es él, el único que te aprecia? — pregunta, sintiéndose molesto — llevas toda la vida correteando por mi casa, te he dado de comer, de dormir y hasta he lavado aquí tu ropa, siempre siendo este un espacio seguro para ti — el omega siente que morirá de aroma a menta, dando un par de pasos hacia atrás que Yoongi no duda en dar — he curado tus heridas y te he abrazado cuando te sentías triste, antes de que te fueses con ese alfa de mierda y dejases a mi cachorro abandonado y te atreves a decir que solo Jimin te aprecia, ¿De verdad?

- ¿Yo te gusto? — pregunta en un suspiro, llevando sus manos a la camisa — ¿Me harás daño?

En los grandes ojos de cachorro que le está poniendo el amigo de su hijo puede ver cómo el miedo le inunda y por alguna razón quiere protegerlo de todo mal, quiere ser embriagándose de ese dulce aroma a canela que destila.

- No me beso con cualquiera — dice con simpleza, para soltarle las manos y darse la vuelta para ir a por la copa de vino — y es la primera vez que duermo sin mi cachorro en la habitación de al lado desde que vine a vivir aquí, creo que eso debería más que responder, Taehyungie.

Así que es así cómo se siente alguien cuando se ha enamorado; piensa, llevándose las manos al pecho para observar la pequeña espalda del beta delante de él, que coge su copa de vino y vuelve a girarse, sonriéndole de lado.

- Cuéntame por qué lo dejaste con ese alfa maldito, nunca me gustó para ti — le pide, teniendo curiosidad — hizo que no sonrieras como siempre.

- Él era mayor y me llamó la atención porque olía a menta y chocolate — le cuenta, acercándose a él — pensé que le había gustado por mi mismo, al tiempo me enteré de que solo era por mi cara y por mi condición — el beta frunce el ceño, ladeando la cabeza sin entender — un omega tan bonito como yo siendo virgen es el objetivo de todos los alfas del instituto.

Yoongi no tiene lobo, o al menos, no lo ha tenido en esta vida, pero sus instintos más básicos le invitan a ir a buscar a ese alfa y partirle la cabeza, ocasionándole un gruñido que hace tener un escalofrío a Taehyung.

- Fue paciente, de verdad quiso esperar a que me dejase abrir de piernas para él — explica, con la cabeza agachada — un día Jimin me vio llorando y me preguntó que ocurría, le conté que me había dado un ultimátum — el beta se extraña cuando el menor se ríe, sonrojándose sus mejillas — al día siguiente lo agarró en el instituto y le dijo que como volviese siquiera a mirarme, le mandaría al temible de su papá para reventarle la cabeza, entonces cogí el valor para dejarle y solo se fue con alguien más.

Ese es mi cachorro; piensa Yoongi, orgulloso a más no poder de su hijo.

- Me alegro de que lo dejases, no eres un objeto que nadie tenga que poseer — dice, alargando la mano para atraerlo hacia su cuerpo, pasándola por su cintura — solo tienes que dejarte llevar cuando te sientas listo y seguro para estar en ese nivel con la persona que tu elijas y quieras ¿Sí?

La respuesta de Yoongi viene en forma de un beso que le hace dejar la copa en la encimera y cerrar los ojos, disfrutando del silencio que solo se llena con el sonido que hacen sus labios juntos.

Jiminie's dad ♡ YoonTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora