𝟚𝟚

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- Muévete con lentitud cachorro, busca tu propia comodidad — le susurra, pegado a sus labios mientras mece con suavidad su cadera.

La sensación que siente es indescriptible, cree con firmeza que no podrá superarla jamás; el aroma a canela es tan fuerte que llega a estar mareado, el calor que desprende el cuerpo de Taehyung le arropa como nunca y no hablar de lo invencible que se siente al tenerlo dando pequeños saltitos encima de su miembro.

- H-Hyung — le llama, moviéndose lentamente — me gustas tanto.

Con este muchacho está acostumbrándose a sentir miles de cosas que debió sentir en su momento, cuando todos los hacían y él estaba criando a un cachorro; como el sentirse avergonzado y emocionado porque le digan esas tres tontas palabras.

Unas que significan ahora mismo para los dos, un mundo entero de cosas.

La respuesta de Yoongi es un beso con toda la ilusión que le han hecho esas palabras, bailando con su lengua, meciéndose a su ritmo y acariciando su bonito rostro perlado por el sudor; aromas a canela y menta que se funde en el contrario, lobos que conectan como lo hicieron en otras vidas.

Dos almas que están destinadas a encontrarse desde que el mundo es mundo.

Aunque el omega debe agarrarse fuertemente a los hombros del mayor porque este se impulsa con las caderas para cambiarlos de posición; si la vista que tenía antes Yoongi era gloriosa, esta es aún mejor.

Realmente desea que esos ojos que parecen brillar como una noche llena de estrellas que observen así para siempre.

Con cuidado, el beta lleva una de sus piernas a su propio hombro y la otra, la inclina hacia el pecho contrario, teniendo una total apertura y una vista maravillosa que solo le impulsa a mover las caderas como no lo ha hecho nunca; la garganta de Taehyung deja ir todos los gemidos y jadeos que tiene para regalarle a Yoongi, todos los que le pertenecen en realidad.

El sonido de las pieles chocando, los gemidos de ambos y el pequeño movimiento de la cama, hacen de esa noche una perfecta que termina de sellar un pacto silencioso que no tiene vuelta a atrás.

Los felinos orbes el beta se van hacia su abdomen, quedándose embobado con lo bien que se siente tener a Taehyung así, disfrutando de cómo su polla entra y sale sin descanso por esa entrada que chorrea lubricante sin parar; la mano que sujeta la pierna en su hombro se va al miembro del menor, obligándole a arquear la espalda.

Realmente se siente poderoso y cree que nadie más lo será como él, porque nadie más verá a Taehyung de esa forma.

Ese pensamiento le hace reverberar un sentimiento de furia, solo de pensar que alguien podría tener a su omega de esa forma, llevándole a embestir con toda la fuerza que tiene, masturbándolo para que ambos lleguen al clímax a la vez, de la primera ocasión en la que hagan el amor, para que sigan muchas más después.

- B-Bésame... ¡Ahh! ~ — ruega el menor, apretando las sábanas debajo de sus manos.

Tarda menos de dos segundos en acceder a la petición que le dice su menor, inclinándose hacia su rostro para besarle con toda la pasión que tiene para entregarle, adorando como su cabello es fuertemente apretado por sus manos, solo pudiendo embestir rápidamente para llegar a su objetivo.

Un gemido orgásmico llega a sus gargantas, cortando el beso, más no separándolos ni un centímetro, solo pudiendo restregarse y mecerse más mientras se corren junto al contrario.

- Yoongi hyung... — susurra, sintiéndose derrotado, pero un poco más enamorado de ese hombre de lo que ya estaba.

- Ha sido perfecto, cachorro — sonríe, dejando un pequeño beso en su nariz — voy a llenar la bañera y nos metemos juntos ¿Sí? — el menor asiente, aunque solo lo abraza con más fuerza — eres tan lindo.

Taehyung realmente piensa que acabará muriendo a su corta edad a causa de un ataque de amor.

El omega nunca había pensado en poder estar tan feliz como en ese momento; las sales de baño, el agua caliente y su cuerpo apoyado en el de Yoongi, es todo como un sueño del que no quiere despertar jamás

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El omega nunca había pensado en poder estar tan feliz como en ese momento; las sales de baño, el agua caliente y su cuerpo apoyado en el de Yoongi, es todo como un sueño del que no quiere despertar jamás.

- ¿Lo has pasado bien hoy? — pregunta Yoongi, dando caricias por el pecho contrario.

- Hacía tanto que no disfrutaba así, creo que hoy ha sido el día más feliz de mi vida, Yoongi hyung — gira su rostro, tocando su nariz con el cuello contrario — salgamos a muchos más viajes juntos.

- A todos los que quieras, somos una familia, cachorro — sonríe, dejando un besito en su cabeza.

El menor abre los ojos al acordarse de la entrevista de matrimonio, sintiéndose horrible en ese momento; por ello, se incorpora un poco y se pone a horcajadas encima del beta, el cual se asusta al ver a su menor con los ojos lagrimosos.

- ¿No dejarás que me separen de vosotros? — ruega, poniendo sus manos en el pecho.

- Eres mío, Taehyungie — le dice, serio e incorporándose hacia él — eres mi pareja y mi compañero, nadie me va a separar de ti.

- No dejes que lo hagan, hyung — susurra, poniendo ambas manos ahora en su rostro.

A Yoongi no le da tiempo a preguntar a que se refiere, puesto que el omega junta sus labios en un profundo beso húmedo y largo, haciéndoles a ambos olvidar esa conversación hasta dentro de un tiempo, para enfrascarse en la segunda sesión de amor de esa noche.

Jiminie's dad ♡ YoonTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora