Y el omega abre los ojos cuando siente que la presencia de Yoongi ya no está pegada a la suya, sintiéndose extrañamente triste de repente; sus grandes orbes enfocan al beta, que mira hacia otro lado, en silencio.
- P-Perdón — dice Taehyung, sorprendiendo a Yoongi — y-yo soy inexperto y n-no sé...
- ¿Por qué me pides perdón? ¿Acaso te he dicho algo? — el peliblanco pasa la mano por su rostro, con dulzura — me he detenido porque no es el momento ni el lugar, tampoco sé qué tipo de relación tenemos o a qué estamos jugando — el omega asiente, sintiéndose mejor porque su cintura vuelve a ser gobernada por sus manos — me gustaría seguir, eres la persona más hermosa que he conocido en mi vida, pero no es precisamente el momento, pequeño.
El corazón le late de forma tan dolorosa que siente que podría desmayarse, se siente en una nube con miles de sentimientos que le llenan por todo el cuerpo, haciéndole un poco feliz, ilusionándole lentamente.
- He pedido perdón p-porque estoy acostumbrado a q-que me intenten c-convencer de a-algo que no q-quiero hacer — confiesa, sorprendiendo a Yoongi.
- Haces bien en negarte a hacer algo que no quieras, esos o esas alfas que te han intentado forzar deberían irse al infierno por hacer sentir mal a alguien como tú — el omega pestañea rápido, impidiendo las lágrimas de emoción — deberías ser libre de besarte, acostarte o hacer lo que te de la gana sin que nadie te diga lo contrario.
- H-Hay algo que me gustaría hacer ahora — susurra, acercando su rostro.
- Tienes vía libre — sonríe, preparado.
Los brazos de Yoongi se cierran alrededor del cuerpo de Taehyung cuando este pasa los suyos a través de su cuello y junta sus labios en un beso suave y tranquilo, recreándose el uno con el otro, sin prisa.
Esa situación le ha dado unas fuerzas a Taehyung para hacer algo a lo que no acostumbra, pero que por Yoongi va a intentar sí o sí.
- ¿T-Te gustaría ir a una c-cita conmigo? — pregunta, muriéndose de la vergüenza y la emoción, es la primera vez que hace algo así, quiere poco a poco dejarse llevar por lo que siente por ese hombre e intentar avanzar; pero su corazoncito se estremece cuando el beta solamente se mantiene en silencio, mirándole con pasividad.
Las expectativas del omega se rompen en ese momento, pues realmente esperaba que le diese un sí instantáneo, no tener que esperar unos minutos que se le están haciendo insoportables de pasar.
La sensación en su corazón ya no es hermosa, pues no está recibiendo ninguna respuesta por parte de Yoongi.
- N-No debería... olvídelo, señor Min — dice con prisa, separándose de golpe para coger su camiseta y salir rápidamente de allí, procurando no derramar ni una absurda lágrima de sus ojos.
Llenos de verde y con las risas por bandera, Jimin y Hobi disfrutan de ese momento que han vivido, aun sin separarse de las manos; aunque todo se le corta al pequeño omega cuando ve a su mejor amigo saliendo con la mano tapándole la boca y las lágrimas escapándose de sus ojos.
La furia recorrer la sangre de Min Jimin en ese momento, tanto que Hoseok le mira incluso con algo de susto, entiendo a qué se refiere cuando mira en su dirección y a los minutos, ve al padre de su omega, salir serio.
- Amo a mi papi, pero ha hecho llorar a Taehyungie y voy a tener que matarlo sin más remedio — gruñe, llevando el sonrojo a la cara del alfa.
Realmente es maravilloso; piensa Hoseok, perdido en sus pensamientos amorosos.
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Tuvieron una charla intensa en la que consiguieron convencer a Jimin de que no podía hacer eso o su plan de juntarlos saldría a la luz, él entendió y llegó a la conclusión de que no tenía que meterse entre ellos dos, que era mejor que se arreglasen las cosas solas, el problema es que hace una semana que Taehyung no va a verle.
A pesar de ser un omega puro y bondadoso, tiene la misma ira heredada de su padre, el cual, pega un rebote cuando escucha un plato romperse contra el suelo: el beta se dirige corriendo hacia la cocina, asustado por su cachorro.
- ¿Qué pasa? ¿Te has cortado? — pregunta, con preocupación; una que aumenta cuando los bonitos ojos de su bebé le enfocan, llorosos, imaginándose por qué está así.
- ¡Taehyungie no viene a verme! — grita, alejándose de su padre — me dijo que no se encontraba bien y que no quiere salir, ¡Le echo de menos! ¡Quiero matar al culpable de que mi bebé esté así!
Con un suspiro, el beta le revuelve los cabellos a su cachorro, sabiendo perfectamente que ambos saben a quién se refiere, alegrándose por su actitud.
- Me alegro de que ames tanto a Taehyungie — dice con simpleza, para darse la vuelta y marcharse.
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No quería salir, pero no le ha quedado más remedio, no después de ese mensaje tan extraño que le ha mandado el beta hace un rato; con el corazón en la garganta y la vergüenza de haber hecho el ridículo pasada, Taehyung se acerca a Yoongi, que le espera apoyado en la pared, con la noche escondiéndole.
- Discúlpame — empieza, sorprendiendo a Taehyung — me abrumé, me dio miedo volver a tener una cita después de tanto tiempo, mi vida entera es mi cachorro — el omega le escucha, jugueteando con sus dedos — tampoco quiero hacerte daño y que sufras, no sé qué hacer, pequeño.
- T-Tranquilo, señor Min — dice, ya con la resignación por bandera — sé que soy un niño y bueno, u-usted querrá—
No llega a acabar porque el beta se le acerca, llevando la mano a su nuca, mirándole con tal intensidad en esos ojos gatunos que hace que se le olvide respirar, pensando por enésima vez lo hermoso que es.
- Deja de llamarme señor Min, Taehyungie — susurra, acercándose a su rostro — vayamos poco a poco.
Un pequeño aplauso ahogado en la profundidad de la noche corona ese suave beso que el beta le dedica al menor, que deja ir un pequeño suspiro de emoción por lo que acaba de pasar, pero con más miedo que antes.
