Capítulo 41

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-¿Qué acaba de pasar? -preguntó Jaime tumbado en la cama de Luz

-Que la he cagado... como siempre -Luz se sentó en la cama y cubrió su cara con sus manos

-¿Esa era Ainhoa?

-Sí...

-¿Y le has hecho creer que te estás liando conmigo?

-Sí...

-Bueno, ya sé que en el tema de relaciones no eres muy experta..., ¿pero te estás dando cuenta que puedes perderla?

-Me está mintiendo -dijo Luz-. Lo sé, no es excusa para lo que acabo de hacer, pero... estoy tan cansada de esto... Odio las mentiras, toda mi vida ha sido una mentira...

-Eres demasiado impulsiva, siempre lo has sido, las cosas se solucionan hablando, no así

-¿Y crees que no lo he intentado? Llevo días intentando convencerme que son ideas mías, pero cada vez todo es más evidente y encima lo de...

-Te ha llamado Leire...

-Sí... es por lo que estás aquí, ¿verdad?

-Sí, Luz quiero...

-Tengo que ir a trabajar -dijo Luz levantándose de la cama

-Luz, debemos...

-Ahora no, tengo que terminar mi jornada y no puedo hablar de eso ahora... no cuando tengo que manejar cuchillos y una novia cabreada con razón -Luz se dirigió hacia la puerta-. Mandaré a José Antonio para que te abra la puerta de tu habitación -Luz estaba a punto de salir cuando miró con cariño a su amigo-. A pesar de las circunstancias me alegro de que estés aquí

***

Luz había intentado hablar con Ainhoa en varias ocasiones, pero había demasiadas personas en la cocina para que pudieran hablar tranquilas

-¡Luz! ¿Pero qué te pasa hoy? -preguntó Paolo cuando vio que se había hecho un tercer corte en lo que iba de tarde-. Ese tiene mal aspecto

Luz fue al almacén, Paolo le acompañaba para vendarle el dedo

-Paolo ya me encargo yo, puedes volver a la cocina -dijo Ainhoa cogiendo la mano de Luz

Luz no pudo evitar sonreír al ver la preocupación en el rostro de la chef

-Ainhoa...

-Solo me estoy asegurando que una de mis cocineras está bien, no quiero hablar Luz -dijo Ainhoa de mal humor

-Pero yo sí -Luz pegó su cuerpo al de Ainhoa, acorralándola contra la pared, el pulso de Ainhoa se aceleró, miró los labios de Luz-. Solo escúchame... después te dejaré tranquila si es lo que quieres...

-Luz...

-Por favor... Ainhoa, sé que la he cagado, sé que te he hecho daño y, créeme, me arrepiento muchísimo, estaba furiosa, estaba dolida, y quería hacerte daño y no es justo... -Luz acarició con la mano sana la mejilla de Ainhoa con cariño-. No es justo que pague contigo mis dudas, mis inseguridades... por favor... perdóname...

-¿Ese tío y tú...? -Ainhoa luchaba con las ganas de abrazarla, quería hacerlo pero también estaba dolida

-No ha pasado nada... y créeme él ya me echó la bronca por ser tan impulsiva... Ainhoa, de verdad, lo siento... yo no...

-Luz -Paolo abrió la puerta del almacén

-¡Ahora no! -se quejó Luz al ver que Ainhoa se había inclinado hacia ella para besarla

-Hay un tío que acaba de pegarle a tu padre, creí que querrías saberlo

-¿Alto? ¿Guapo? ¿Moreno? -preguntó Luz temiendo la respuesta

Huida hacia delanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora