Capítulo 18

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-Silvia, debes tranquilizarte -dijo Clara dándole una infusión a su hermana

-¿Cómo quieres que me tranquilice? Mi hija, ¡mi hija! Se ha enterado de que le fui infiel a su padre y que le doy asco, dime si reacciona así con eso, ¿cómo crees que reaccionará cuando se entere de lo que le hicimos?

-¿Cómo quieres que me tranquilice? Mi hija, ¡mi hija! Se ha enterado de que le fui infiel a su padre y que le doy asco, dime si reacciona así con eso, ¿cómo crees que reaccionará cuando se entere de lo que le hicimos?

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-¿Aún no le habéis contado nada?

-¿Cómo se hace eso? -preguntó Silvia andando por su despacho-. ¿Cómo le dices a una hija que acabas de recuperar que fingió su muerte porque nos odiaba?

-Tienes la oportunidad de explicarle lo que de verdad pasó

-La verdad es solo que mi hija pasó un infierno y que nosotros... y que YO la envié allí

-Bueno, fue Rita, fue tu madre la que la envió allí, tú pensabas que era un campamento normal

-Clara, era mi hija, era mi pequeña de diez años que lo estaba pasando mal porque le gustaban las chicas, y en vez de tener el apoyo de su madre, me bloqueé, no supe qué hacer y dejé que mi madre se encargara de todo, ¡ni siquiera me informé que tipo de campamento era! Y todos los días la observo por si recupera la memoria, porque sé que el día que lo haga nos odiará tanto que volverá a irse

-Silvia debes calmarte y hablar con ella... se merece una explicación y no lo que una niña de diez años pensó de sus padres

-¿Y si me odia?

-Cuando recupere la memoria seguirá sabiendo lo que esa niña de diez años sabía y se irá, pero si le explicas lo que pasó, quizás la mujer de veintidós años te escuche, puede que te odie, pero puede que comprenda que cometiste un error. Pero tenerla en una mentira constante no hará más que haceros daño a todos

***

Luz había ido a trabajar, pero intentaba evitar a Ainhoa, se hubiera reído de lo irónico que era que el día anterior había estado evitando a Paolo y ahora con quien lo hacía era con Ainhoa. ¿Cómo podía tener tan mala suerte de enamorarse de la única persona de Vera que había estado con la mitad de su familia?

-¿Quieres quedarte luego y me ayudas con el menú de mañana? -propuso Ainhoa

-Hoy no puedo -dijo Luz-. Quiero hablar con Paolo

-¿Vas a decirle que no te irás a vivir con él? -preguntó Ainhoa en voz baja

-No, le diré que acepto irme a vivir con él -dijo Luz

-¿Qué? ¿Por qué? -preguntó Ainhoa sin comprender

-Quiero salir de casa, no puedo seguir viviendo allí

-Si es por eso, puedes quedarte en mi habitación el tiempo que necesites, incluso podrías volver a vivir en el hotel -Ainhoa puso su mano sobre la de Luz, le dolió al ver que la quitaba como si le diera asco que la tocara

Huida hacia delanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora