Capítulo 56

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Todos en la sala se quedaron en silencio cuando Lucas terminó de contar la historia, durante el transcurso del relato, Ainhoa había cogido la mano de Luz y no se la soltaba. El rostro de la mayoría había pasado por varias fases, incredulidad, sorpresa, enfado e ira.

-A ver si me ha quedado claro -dijo Javier poniéndose en pie y comenzando a caminar por la sala-. Estás en una operación encubierta investigando el caso de tráfico de mujeres, en el que te ha llevado a que ciertos reformatorios, o campamentos, como el que había a las afueras de Vera, informan a los familiares de que sus hijas han muerto cuando han sido vendidas para la trata de mujeres. ¿Correcto hasta ahí? -preguntó mientras Lucas asentía-. Así que supiste que estos dos hombres con los que van, trabajan con una organización aún mayor y quieres atraparlos. Pero has traído a dos hombres peligrosos a nuestro pueblo y no contento con esto has metido a mi hija en medio. Luz que acaba de vivir un momento traumático al haber sido secuestrada y torturada en el mismo lugar que cuando era joven. ¡¿Es que te has vuelto loco?!

-Eso digo yo -comentó Jaime-. Precisamente Luz, ya sabes todo lo que ha sufrido con ese asunto, lo que nosotros sufrimos, pero Luz sigue teniendo pesadillas, sigue levantándose en mitad de la noche soñando con aquel lugar, ¿cómo se te ha podido ocurrir que era una buena idea?

-Fue idea mía -dijo Luz haciendo que todas las miradas se posaran en ella-. Cuando Lucas me contó lo que estaba haciendo, me dio la opción de desaparecer una temporada, pero decidí ayudarlo. Esos hombres son en parte culpable de lo que me pasó, gente como ella hizo que Patricia enloqueciera hasta hacer lo que le hicieron a ella

-¿La estás defendiendo? -preguntó incrédula Ainhoa

-No la defiendo, solo quiero que nunca más vuelva a suceder, que otras personas no tengan que sufrir lo que nosotros sufrimos -dijo mirando a Jaime-, nadie debería tener pesadillas, levantarse con miedo, solo por ser como es, por amar libremente. Quiero que Lucas encierre a esos tipos y a los altos cargos, quiero que todo esto acabe. Fingiré ser su novia si eso ayuda a poner fin a todo esto

-¿Cómo podemos ayudar? -preguntó Jaime

-No puede salir nada de esto de aquí, si comienzan a sospechar algo todo mi trabajo de meses se irá a la mierda, por no contar que podría ponernos en peligro a Luz y a mí -comentó Lucas

-Nadie dirá nada, ¿verdad? -Javier miró a su hijo

-¿Por quién me tomas? Sé guardar un secreto -se defendió Jon

-Podemos hacer reuniones aquí, es normal que vengas a casa si eres novio de Luz, podemos poner una sala de operaciones aquí -comentó Javier

-¿Y el hotel? Ellos se están quedando allí, quizás el hotel sea un lugar más adecuado para hacer una sala de operaciones -comentó Silvia

-No, demasiada gente que puede vernos entrar y salir de una habitación -negó con la cabeza Lucas-. Este lugar es mejor. Es normal que venga a ver a mis suegros

-Nos los llames así -dijeron al unísono Ainhoa y Jaime

Poco a poco, todos fueron salieron de la casa, no salieron todos a la vez para no llamar la atención, finalmente, solo quedaron Lucas, Luz y Ainhoa, aparte de los padres y el hermano de Luz que estaban en su casa y no iban a salir

-¿Podemos hablar un momento? -pidió Ainhoa

Luz asintió llevando a Ainhoa a su habitación, el único lugar en el que tendrían un poco de intimidad

-Aunque no estés con Lucas sé que nosotras rompimos y en verdad si tuvieras algo con él...

-Lucas está enamorado de Jaime, el anillo que viste es para Jaime, Lucas estaba enseñándome. ¿Fina y tú estáis saliendo?

Huida hacia delanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora