Capítulo 38

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El trío del "crimen perfecto" se había encontrado con una sorpresa que no esperaban, no eran las únicas en saber lo que había pasado aquel día en el hotel, y no era por esa testigo que solo escuchó gritos, sino que se trataba de José Antonio, el chico lo había presenciado todo y así se lo había hecho saber a las tres mujeres.

El trío del "crimen perfecto" se había encontrado con una sorpresa que no esperaban, no eran las únicas en saber lo que había pasado aquel día en el hotel, y no era por esa testigo que solo escuchó gritos, sino que se trataba de José Antonio, el c...

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Aunque habían conseguido que José Antonio no dijera nada, las tres mujeres cada vez estaban más nerviosas porque todo parecía escapárseles de las manos. Ainhoa se sentía culpable porque por culpa de querer defenderla a ella Clara y Marta estaban metidas en aquel lío. También se sentía mal por Luz, porque tenía tanto miedo de que se viera involucrada que apenas la veía fuera del trabajo, siempre se inventaba alguna excusa, Luz la conocía mejor que nadie y sabía que si pasaba mucho tiempo con ella descubriría que le pasaba algo.

***

Sara agradeció a Marifran que hubiera ido por ella al instituto, le dijo que la dejase y que iría a comer en un rato. Se bajó del coche y no fue hacia el pueblo, se dirigió al mirador, donde había visto una figura solitaria apoyada.

A medida que Sara se acercaba, podía ver como Luz tiraba piedrecitas a través del mirador, miraba a la nada, su mente estaba en otra parte

-¿Estás bien?

Luz se sobresaltó cuando escuchó a Sara, la miró y volvió a mirar al frente

-¿Alguna vez te han hecho ghosting? -preguntó Luz

-Sí, alguna vez -reconoció Sara-. ¿Por qué?

-Creo que Ainhoa me lo está haciendo

-¿Pero qué dices? Si se os ve genial juntas -comentó Sara

-Ya... Me está evitando, en la cocina trabajamos bien, pero fuera... me rehúye, no coges mis llamadas, si le escribo me dice que está cansada... las pocas veces que he conseguido que quedemos se pone a la defensiva, termina siendo borde y, aunque se disculpa, después es todo silencio. Entiendo que el que apareciera Hugo y su accidente le hubiera afectado, pero ha pasado una semana y siento...

-¿Qué sientes?

-Da igual... -Luz se giró-. ¿Volvemos? Tengo que empezar el turno

-Luz, puedes contar conmigo siempre que quieras, ¿lo sabes verdad?

-Gracias -Luz abrazó a su prima

***

Había pasado una semana desde que había pasado lo de Hugo, y Luz solo necesitaba saber qué pasaba, necesitaba que Ainhoa dejara de cerrarse y le contara que la tenía tan nerviosa, ¿por qué la rehuía? Necesitaba algo más que huidas. ¿Y si Ainhoa había comenzado a beber de nuevo? ¿Pero por qué? Hugo estaba en coma, no iba a molestarla, ¿por qué su comportamiento?

-Ainhoa espera -dijo Luz cuando al finalizar el turno Ainhoa salía apresurada de la cocina como todos los días-, ¿estás segura de que estás bien?

-Que sí, no insistas Luz, ¡estoy todo lo mejor que se puede estar! -Ainhoa intentó controlar su voz para no gritarle a Luz, pero había sonado bastante cortante y se había dado cuenta por la mirada de su novia

Huida hacia delanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora