Capítulo 15

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Ainhoa volvía a su habitación cuando escuchó voces en el pasillo, por un instante se quedó paralizada, solía ocurrirle cuando alguien alzaba la voz, se quedaba sin saber que hacer, solo reaccionó cuando reconoció una de las voces, se trataba de Luz

-¡Que me dejéis en paz! -gritó Luz

Ainhoa dobló la esquina que daba al pasillo de su habitación al momento que se chocó con Luz, ésta la miró pero no dijo nada, salió corriendo, Ainhoa pudo notar que tenía lágrimas en los ojos. Miró hacia la habitación de Luz que se encontraba abierta, Clara y Silvia estaban allí de pie, mirando en ese momento hacia ella

-¿Qué? -preguntó de malas formas Silvia a Ainhoa

-Mi habitación es esa... -dijo Ainhoa señalando la habitación contigua a la de Luz

-Pues métete ya -soltó Silvia de mal humor

-Silvia, estamos alteradas, pero Ainhoa no tiene la culpa de nuestro mal humor -le comentó Clara

-Tienes razón, lo siento Ainhoa -dijo Silvia-. Esto me está superando

-No pasa nada -dijo Ainhoa abriendo la puerta de su habitación

-Ella sabe quién mató a mi hija... ¿cómo no va a afectarme? -fue lo último que Ainhoa escuchó antes de cerrar la puerta de su habitación

Ainhoa se cambió, llamó a Luz, pero no le contestó, se arrepentía de no haber salido corriendo tras ella, pero suponía que querría estar sola, pero estaba preocupada por ella. Había estado pendiente de cualquier sonido en la habitación contigua, pero no había ninguno, no había vuelto. Decidió salir del hotel, dudó pero fue al Chelsea.

Nada más entrar, Ainhoa respiró hondo, intentando controlar su impulso de tomar una copa, fue hacia la barra

-Sara...

-Ainhoa, no deberías estar aquí... -dijo Sara preocupada

-No he venido a beber -Ainhoa esperaba que esas palabras fueran ciertas, pues la tentación era demasiado grande-. ¿Sabes algo de Luz?

-No, desde la fiesta no la he visto, ¿por?

-Estoy preocupada por ella, salió hace un rato muy alterada del hotel y no ha vuelto, ¿podrías llamarla? Quizás a ti te lo coja

Sara sacó su móvil y llamó a Luz, negó con la cabeza cuando ésta no respondió

-Hay un sitio donde siempre ib... va cuando tiene un mal día -le comentó Sara-. Es un mirador, no está muy lejos de aquí

-Sé cuál es -dijo Ainhoa-. Iré a ver si la encuentro

-Ainhoa, ¿me avisas si das con ella?

-Claro -dijo Ainhoa dejando que Sara le apuntase su número de teléfono

Ainhoa fue al mirador, pero no estaba allí, se quedó mirando la vista de Vera, pero al cerrar los ojos lo único en lo que podía pensar era en el beso que Luz y ella se habían dado allí. Aún sentía el nerviosismo, las mariposas en su estómago, como su piel se erizaba. Luz la calmaba en más de un sentido, la cuidaba cuando estaba mal, la hacía reír, la hacía sentir viva.

-No te vayas... -le dijo a la nada lo que no era capaz de decirle a Luz-. Estoy enamorada de ti

***

Ainhoa no había dormido en toda la noche, Leire había llamado a su habitación para saber si había visto a Luz, al parecer seguía sin dar señales de vida, durante toda la noche Ainhoa siguió llamándola, mandándole mensajes, incluso llamó a Paolo por si sabía algo de ella, quizás había decidido encontrar consuelo en sus brazos, pero nadie sabía nada. Sara le había dicho que Jon tampoco sabía nada, por lo que estuvo toda la noche preocupada por dónde podría estar.

Huida hacia delanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora