Uh oh, i'm falling in love
—labyrinth, midnights𓆩♡𓆪 —¿Estoy... enamorada? Pero... eso es imposible, si apenas lo conozco... —murmuró Sienna para sí misma, encerrada en su cuarto, rodeada de libros de psicología.
Sienna siguió hojeando los libros, buscando desenfrenadamente una respuesta a todas sus dudas que, créanme, eran miles. Ella se negaba a la idea de que podía enamorarse así de rápido, menos de Christopher Taylor, del hermano de su mejor y única amiga, debía ser algo más, debía haber otra respuesta a lo que sentía. Sin embargo, Sienna, por más de que sus manos se aferraran a aquellas páginas llenas de nombres de científicos de gran estatus, en el fondo sabía que la ciencia no tenía la respuesta para los problemas del corazón (para los sentimentales, no los cardiacos).
Sienna en ese momento deseó tener más confianza con su hermana Selene, para poder preguntarle al respecto, de mujer a mujer. Deseo que Sam no fuese hermana del chico en cuestión. Pero, sobre todo, deseo que su madre estuviera con ella en ese momento.
La chica suspiró con pesar al recordar a su difunta madre y cerró el libro que tenía entre manos, pensando en las últimas palabras que había cruzado con ella, aquel último abrazo, en esa última lección de vida.
Ella no pensaba mucho en su madre. De hecho, eran pocas las veces que se detenía a recordarla. Sienna prefería no pensar en eso, no porque no quisiera a su madre, ni porque ya no le importara, ni porque simplemente la hubiera olvidado. Sienna no pensaba mucho en su madre porque cada que lo hacía se entristecía demasiado, cada memoria la acechaba susurrando que su madre jamás volvería, y esa no era una idea que le gustara tener rondando por la mente.
Así que movió la cabeza de un lado a otros, borrando todo pensamiento que estuviera relacionado a su madre y volvió a concentrarse en la pregunta del milenio; ¿realmente se estaba enamorando de Christopher Taylor?
Necesitaba el consejo de alguien, pero, ¿de quien? Entonces su mente se iluminó. Quizás no era la persona perfecta, pero de seguro podía resolverle un par de dudas.
༄
𓆩♡𓆪 Sienna tomó su colorida bicicleta y condujo hasta el Arcade, sin detenerse a mirar ni de reojo el taller mecánico que estaba a un lado. Otro de los sentimientos que invadían a Sienna últimamente era la impulsividad, cosa que era más que extraña viniendo de ella, alguien que se aferraba con uñas y dientes a los planes, las rutinas y los horarios. Ella sabía muy bien que si distinguía aquella cabellera rubia y esos ojos azules en medio de los autos y los hombros engrasados, desviaría su rumbo e iría por él con alguna mala excusa que explicara cómo había llegado hasta ahí.
Por fortuna para Sienna, ella logró mantener su vista en el camino, y llegó pronto a su destino. Entró al lugar de manera apresurada luego de dejar su bicicleta estacionada perfectamente afuera, y pronto se tomó con el grupo de chicos a los que buscaba, quienes jugaban con entusiasmo en una de las máquinas del lugar.
—¡Paul! —gritó cuando dio con el chico de rulos en medio del grupo y se apresuró a caminar hacia él.
—Hola, Sienna —la saludó con la amabilidad que tanto lo caracterizaba, ofreciéndole una sonrisa, apartándose un poco del grupo.
El resto de chicos apenas se percataron de la presencia de Sienna, puesto que estaban muy concentrados en la pantalla de la máquina, donde Dean estaba a punto de romper un récord, pero, de todas formas, le dieron un saludo corto, pero amable. Sienna les sonrió a todos y luego regresó su atención a Paul.
—Necesito un consejo, bueno, en realidad es una pregunta... —dijo apresuradamente, sin ocultar su nerviosismo —. ¡Pero Selene no se puede enterar de que hable contigo!
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El diario de Sienna Westbridge
RomanceSer una chica en los 80's no era algo fácil, pero serlo en una ciudad nueva, teniendo trastorno del espectro autista y siete hermanos sobre protectores lo eran aún menos. Sienna Westbridge prefería la tranquilidad de su cuarto y quería permanecer e...