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and all the bad boys would be good boys
if they only had a chance to love her
—when emma falls in love, speak now


Sienna Westbridge

—Chris se enfermo —me dijo Sam a penas me encontró el siguiente lunes —. Creo que la lluvia le hizo mal, regresó caminando el otro día. Es raro, estaba segura de que le coquetearía a alguna chica con auto y le pediría un aventón. Quien sabe, tal vez finalmente decidió comportarse como un hombre decente... No, no lo creo. Quizás quiera reflexionar con la lluvia... No, tampoco suena como algo que él haría... —Se encogió de hombros —. Da igual. El punto es que está enfermo.

Me mordí el labio inferior sintiendo algo de culpa, tanto por el resfriado de él, como por ocultarle la verdad a ella.

Quería contarle a Sam todo lo que estaba pasando con Chris. No me gustaba tener secretos con ella, porque yo creía que fielmente que la comunicación, por más mal que se me diera, era la base de toda buena relación y que la confianza era una parte fundamental para que cualquier vínculo de amistad pudiera funcionar, sin embargo cada que pensaba en decirle, algo mi estómago se revolvía de manera rara, como cuando probaba algo que cocinaba James. Tenía mucho miedo de que Sam se molestara conmigo una vez que se enterara de lo que había pasado, y yo sabía muy bien cómo reaccionaba Sam cuando se molestaba. Y, bueno, ella era mi única y mejor amiga y una de las personas mas importantes en su vida, no quería arriesgarme a perderla.

Además, no estaba muy segura de que era lo que debía decirle, porque no estaba segura de que era lo que pasaba entre Christopher y yo. Quizás todo esto que estaba pasando entre nosotros terminaba siendo algo momentáneo y con poca importancia (espero que no sea el caso) y arruinar mi amistad con Sam al final no valiera la pena.

Debía contárselo, si, pero primero necesitaba saber bien qué estaba pasando.

—¿Está muy enfermo? —le pregunté.

—Más o menos —respondió, en un tono que se oía bastante relajado, a decir verdad —. Tiene fiebre y mocos. Pero no quiere ir al doctor. Supongo que le compraré algún remedio. ¿O debería hacerle una sopa? He oído que la sopa es buena para el resfriado. ¿Por qué la sopa sería buena para el resfriado? Bueno, da igual, de todas formas no la haré, podría quemar la cocina en el intento. Pero no hay que preocuparse mucho por él. Una vez, cuando vivíamos en California, hacía un frío de mierda, te juro, Sienna, era un día horrendo, y el imbécil se fue a surfear porque dijo que las olas estaban de muerte. Estuvo enfermo como un mes, pero ya ves, lamentablemente no se murió.

Tras las poco tranquilizadoras palabras de Sam, decidí, sin pensarlo mucho, que iría a visitar a Chris a penas se terminará la jornada escolar.

Así que, horas más tardes, cuando las clases por fin terminaron (juro que nunca antes un día me había parecido tan largo como ese), pase rápidamente a mi casa y busque todo que pudiera necesitar alguien que tuviera un resfriado; remedios, pañuelos, crema de menta, un termómetro, sopa de pollo, juegos de mesa, etc., y emprendí camino a lo de los Taylor.

La primera vez que fui a ver a Sam, aquella vez que ella se enfermo, me dije a mi misma que trataría de no visitarla mucho, pero, dado a que James la detestaba y que Selene no tenía una buena imagen de ella, era preferible que yo fuese a su casa a que ella viniera a la mía, porque, pese a que ni a Augustine ni a la actual señora Taylor les agradaba mucho mi presencia, eran mucho menos dramáticas que mis hermanos a la hora de las visitas.

La señora Taylor y Augustine no me agradaban mucho. Más allá de que me miraban siempre con desdén (era tan obvio su disgusto que hasta yo podía verlo), me molestaba mucho el como las dos disfrutaban de criticar a cada habitante de Winston. Ah, claro, eso y los comentarios desagradables hacían sobre Sam y Chris cada que tenían oportunidad. En cuanto al señor Taylor no había mucho que decir, lo veía poco, pero parecía ser un hombre de negocios bastante serio. De todas formas, pese a que no me gustaban mucho las actitudes de Karen y Augustine, con el tiempo me había dejado de parecer tan incómodo ir a ver a Sam a su casa.

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