One Shots ★ JᴇᴏɴɢMɪ ©

¿Celosa? (+18)

Jeongyeon y Mina habían llegado a un acuerdo secreto: fingirían estar en una relación juntas. Esto llevaba varios meses en marcha.

La motivación de Mina era conmovedora; su madre estaba gravemente enferma y deseaba ver a su hija comprometida con alguien que la hiciera feliz antes de partir.

Mina comprendía la inmoralidad de sus acciones, pero no estaba lista para casarse en ese momento. En su búsqueda de una pareja que cumpliera el deseo de su madre, se reencontró con Yoo Jeongyeon, su ex, y ex compañera de secundaria, quien también estaba en busca de alguien que la ayudara para cumplir el deseo de su madre.

Por otro lado, Jeongyeon tenía su propia razón para este acuerdo. Su padre le había advertido que si no se comprometía, no heredaría la empresa que siempre había deseado. Aunque suena absurdo, esta era la realidad a la que se enfrentaba.

Jeongyeon optó por no revelarle a Mina la verdadera razón detrás de su acuerdo, consciente de que causaría problemas si la japonesa lo descubría. Pero staba dispuesta a solucionarlo si alguna vez llegaba a descubrirlo.

[🥂]

Jeongyeon y Mina decidieron asistir a una fiesta organizada por la empresa donde trabajaba la coreana, quien planeaba presentar a Mina como su prometida ante su padre, el Señor Yoo.

18:20pm.

Después de haberse duchado, Jeongyeon se encontraba vistiendo cómodamente unos bóxers de mujer y un sencillo top negro. Aunque ambas compartían el mismo hogar, dormían en habitaciones separadas.

Jeongyeon se acercó al cuarto de Mina sosteniendo una caja en sus manos y tocó su puerta. Mina salió y quedó impactada al ver a Jeongyeon en tan poca ropa.

─ ¡Mierda! ─ expresó al ver a la coreana.

─ ¡Vaya! No conocía a esta versión de Mina, soltando malas palabras ─ dijo Jeongyeon riendo.

Mina desvió la mirada y preguntó:

─ ¿Qué necesitas y por qué estás vestida así? ─ escaneando a Jeongyeon de arriba abajo.

Jeongyeon notó su reacción y sonrió pícaramente. ─ Admite que extrañaste verme así ─ dijo.

Mina, tratando de evitar responder, preguntó confundida:

─ ¿Q-Qué? No, yo... ¡Ya! ¿Qué haces aquí?

─ Tendremos una fiesta en la empresa de mi padre ─ respondió Jeongyeon. ─ Y sí, debes venir ─ añadió mientras le entregaba la caja. ─ Arréglate, nos iremos en una hora y media.

Jeongyeon dejó que Mina se preparara y ella misma fue a la cocina a buscar algo de jugo.
...

Eran las 20:30 en punto. Ambas se encontraban en la fiesta, irradiando una alegría que trascendía su relación temporal para parecer una pareja genuina. Sus sonrisas eran contagiosas y llenaban el lugar de un encanto especial.

─ No te lo dije en casa, pero estás realmente deslumbrante ─ susurró Jeongyeon al oído de la mujer a su lado.

─ Gracias, tú tampoco te ves nada mal en ese traje. Hasta pareces un pingüino.

─ ¿Sigues siendo fanática de los pingüinos? ─ preguntó al escuchar a la japonesa.

─ Bueno... sí, un poco ─ respondió con sus mejillas sonrojadas.

─ Eres encantadora ─ dijo sonriendo al ver las mejillas de la mujer, ─ Oh, creo que mi padre ha llegado. Es hora de empezar el espectáculo ─ habló en cuanto vio a su padre. ─ ¿Puedo rodear tu cintura con mi brazo o prefieres que tome tu mano? ─ preguntó.