CAPÍTULO 2.033-EL LEÓN NO ES COMO LO PINTAN.

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CAPÍTULO EXTRA TREINTA Y TRES

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CAPÍTULO EXTRA TREINTA Y TRES.

33-FOOL AGAIN

AMY PIERRE.

*AUN EN EL EVENTO*

-¿Por qué?- silencio- ¡Responde carajo!- nada- Eres un patán de lo peor. Ella te entrego todo su corazón y a ti simplemente te valió, y la destrozaste. La utilizaste a tu antojo- dije totalmente enojada- Eres un...

-¿Qué fue lo que te dio valor para jugar con los sentimientos de mi hija?- preguntó molesta mi suegra- ¿Qué fue lo que mi hija hizo para que le fueras infiel? ¿Qué fue?

-Suegra yo... le juro que yo amo a su hija- dijo con lágrimas en los ojos.

-No Elián. Amar no es dañar a esa persona- dijo más tranquila- Y por el bien de todos, te pido. No. Te exijo que no te acerques a ella. No quiere ver de nuevo que mi hija derrame lagrimas por ti- sentenció firme y dio un paso al frente.

-Por favor no, permítame.

-Elián, para mí no solo eras el novio de mi hija, para mi formaste parte de mi familia, pero antes de volver a ver a mi única hija sufrir soy capaz de acabar con todos. Así que evítalo. No hagas que te tenga que declarar la guerra. –dijo.

-Lo hará. Como vio mi hijo nunca tuvo nada que ver con su adorada hija- dijo su madre en cuanto llegó con su cara de arrogancia- Y por si aún no lo han descifrado. Ustedes no tienen nada que hacer aquí, así que retírense- dijo con su estúpida sonrisa.

Sin decir más nosotros nos dimos la vuelta para salir, pero sus palabras nos detuvieron.

-Denle mis saludos a su hija- dijo feliz y mi suegra se regresó a enfrentarla.

-Vuelva a hablar de esa manera de mi hija y le juro que la próxima vez que abrirá los ojos será en un hospital- dijo mientras le tomaba del brazo con mayor fuerza.

-¡Suélteme!- forcejeo pero mi suegra no cedía. 

Estaba en un punto donde no creo poder meterme. En cuestión de segundos los camarógrafos chismosos se empezaron a enfocar en nosotros, mientras grababan la disputa de ellas dos.

-Amelie no vale la pena- hablo mi mamá- Bay nos necesita- dijo y con eso la hizo entrar en razón. La soltó y pasamos de ellos. Elián trato de detenerme pero no le hice caso.

-Gio no me contesta el móvil- dijo mi suegra preocupada.

-Bay tampoco- dije- Vamos al estacionamiento y ya les marcamos con calma.

-Me parece perfecto, pero tengan mucho cuidado al correr, la lluvia está muy fuerte- dijo papá y salimos corriendo al estacionamiento.

-¿Y los autos?- pregunte al ver que ni el de mi suegra ni el de mis padres se encontraba en los lugares donde los habíamos dejado.

MIRA AL CIELO |2|. DE LO PERDIDO,  LO GANADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora