Una sensación incomoda en mi cuerpo me causó un ligero cosquilleo, obligándome a despertarme.
Con un ritmo lento, comencé a abrir mis ojos. Una vez que ya pude despertar abiertamente, veo cómo todo viene a mi memoria: la riña de mi padre y el señor Weasley, la fiesta yéndose a la mierda, el idiota de Nott queriendo propasarse conmigo, el hombre de mis sueños, mi amigo...
Un momento...
EL HOMBRE DE MIS SUEÑOS
Me levanto rápidamente y eso causa un leve mareo generando una mueca de dolor en mi cara, miró a mi alrededor y veo que no estoy en el gran salón. Me encuentro en mi habitación y las velas están muy vagamente destellando.
¿Qué sucedió? ¿Por qué estoy aquí? ¿La fiesta terminó? ¿Mis padres me matarán y castigarán de aquí a que cumplan 30 años?
-No éstas en problemas si esa es la causa de tu expresión.- Dice una voz suave y ronca en un rincón de la sala. A lo lejos visualizo una silueta oscura de una persona sentada en una silla cerca de la chimenea.
Es el hombre que anteriormente me ayudó.
-Yo...yo.- Me aclaré un poco mi voz que al parecer había perdido totalmente debido a la presencia del hombre misterioso. -Lamento causarle molestias, gracias por su ayuda en el jardín. Disculpe lo sucedido, pero podría explicarme que hago aquí...¿qué hace usted aquí?
Me miró un momento con sus intensos ojos. En el jardín pensé que eran de un cafe oscuro, pero viéndolo mejor, con la poca luz de la habitación, me doy cuenta que son de in verde muy intenso. De un verde cual joya esmeralda, muy hermosos. Toda su energía me causaba escalofríos. Mi corazón latía muy rápido, nunca había estado a solas con alguien que no haya sido mi familia o compañeros en Hogwart y al estar los dos juntos en mi espacio más seguro me producía sensaciones que nunca había experimentado.
-No hay gran explicación. Te desmayaste, te sostuve, el idiota de Theodore Nott se fue en cuanto tuvo la oportunidad y luego te traje aquí y esperé a que despertaras. Han pasado solo unos minutos.- Terminó de explicar observándose atentamente.
Quería preguntarle tantas cosas ¿Cómo sabía que estaba en el jardín? ¿Cómo sabía donde estaba mi habitación si nunca había estado en mi casa? ¿Cómo era posible que mis padres le permitieran permanecer a mi lado si nunca dejaban que nadie se me acercara más de lo estrictamente necesario?. Sin embargo, todos esos pensamientos iniciaron un sutil dolor de cabeza. Por eso intenté apartarlos, seguro todo tenía una explicación razonable, le estaba dando muchas vueltas a un asunto que no quería seguir sosteniendo, así que lo dejé estar.
-Lamento nuevamente si le he causado algún problema, pero debo dirigirme abajo. Estoy seguro que mis padres me necesitan.- Tuve la intención de bajarme de la cama aunque esta me gritaba que permaneciera ahí y descansara.
-Quédate justo donde estas, Drage. Ya tus padres saben sobre el incidente y les expliqué lo que sucedió, puedes permanecer en tus aposentos hasta que acabe el evento del Lord si así lo deseas.
Me quedé impactado. No por sus palabras, sino por lo último que dijo.
-¿Cómo...cómo sabes que es la celebración por el Lord caído?. Nosotros...nosotros nunca hemos dicho el motivo de nuestras fiestas en su aniversario, siempre decimos que es por actos de caridad.- Me seguía mirando con esos ojos que se adentraban poco a poco a mi alma y no me di cuanta el momento en el que el hombre empezó a acercarse hasta la esquina inferior de mi cama hasta que fue muy tarde.
-¿Quién eres?
-Alguien que ha estado esperando por mucho tiempo, Drage. Pero ya la espera ha terminado.
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La vida de Harry Potter no tiene un día de aburrida
FantasyCuando el mundo mágico peligra, deben buscar la ayuda de Harry Potter. Él podría encargarse de los problemas que este mundo está por sufrir y volver a darles tranquilidad. Sin embargo, lo que él mundo mágico no sabe es que es el propio niño que vivi...