Una cita con las estrellas

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Cuando Dobby dijo que Harry estaba en la Mansión, podía sentir como todo mi cuerpo quería gravitar hacia él. Sin embargo, la presencia de mi madre mirando mi reacción, hizo que me detuviera.

Draco Malfoy contrólate. Recupera el control de tus impulsos y actúa calmadamente. Eres un Slytherin, por amor a Salazar.

Podía hacerlo.

Cuando escuché el sonido de unos pasos acercarse y a Harry recorriendo toda la habitación buscándome, sabía que ese control se iría al demonio.

En cuanto nos vimos, Harry me tomó fuertemente de la cintura y me besó apasionadamente.

Quería decirle que mi madre estaba en la habitación, pero en el momento en que escuché un gemido ronco y fuerte salir del fondo de su garganta, solo pude resignarme y recibir el regaño de  mi madre, quien le diría a mi padre y sería doble castigo, pero lo aceptaría, porque no había forma en que dejara de besar a Harry después de ese sonido que me hizo sentir escalofríos en todo el cuerpo.

Tratando de volver a la realidad entre besos y pequeñas caricias, intenté alejarme de Harry, pero el solo seguía besando mi cara y dándome pequeñas caricias entre mi cintura y mi espalda baja.

-Harry...Harry, espera, cariño. Mi madre....

Me calló con otro beso

-No impprta si nos ven. Una semana es un tiempo horrible para estar separados.

-Cariño, era para calmar las aguas y las críticas del mundo mágico. Además, hablamos todos los días por cartas. ¿Recuerdas?- Dije cariñosamente.

-No importa.- Besó mi mejilla. -Fue una tortura.- Otro beso en la otra mejilla. -No debemos volver a separarnos.- Me dio un beso en la nariz, haciendo que soltara una sonrisa nerviosa.

Un elegante y sutil carraspeo interrumpió nuestra burbuja y nos hizo girarnos al mismo tiempo hacia la puerta.

-Lamento la demora, tuve un contratiempo en el ministerio.- Dijo mi padre, entrando al salón. Viendo a Harry se acercó a él. -Lord Potter, es un placer volver a verlo.

-El placer es mío, Lord Malfoy. Tal vez les sorprenda el motivo de mi visita.

-¿Sorprendernos? Mi hijo ha hablado de volver a verse con usted desde hace días.- Dijo mi madre astutamente.

-Madre, por favor. Un poco de recato.- Me estaba avergonzando y ella solo sonreía malvadamente.

"Recato pide el que vio a Harry y se le abalanzó a sus brazos" me riñó mi inconsciente.

-Yo también he estado muy ansioso.- Respondía Harry en un tono suave, pero firme. -Debería de estarlo, ¿cierto? después de todo, no nos dejaron que nos viéramos en varios días. Esperemos que nada suceda esta vez; como saben, las almas gemelas no podemos estar mucho tiempo alejados y menos si el vinculo se está formando lentamente.- Exclamó Harry de manera sutil y con una sonrisa en su cara que sabíamos no le llegaba a sus ojos.

A ninguno de los presentes en la sala se nos escapó la silenciosa crítica con la que dijo cada palabra. Dejando ver su desprecio ante los días de separación.

Mis padres solo lo vieron de manera seria. Fue mi madre quien rompió el silencio.

-Bueno, ya que todo el asunto llegó a su fin, dinos Harry, el motivo de tu visita no creo que sea solo para ver a Draco en la Mansión.- Narcissa quiso desviar un poco el incómodo tema que Harry había tocado.

-Así es Lady Malfoy. He venido a la mansión con la única intención de volver a cuidar mi vínculo con Draco y para ello quiero salir el día de hoy con él, espero contar con su aprobación. Sé que aún no he pedido la mano formal de su hijo, me disculpo enormemente por mi falta de educación ante las tradiciones y protocolos que dictan las leyes mágicas. No es excusa, pero he estado con asuntos que necesitaban de mi drástica atención.

La vida de Harry Potter no tiene un día de aburridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora