15. Soledad

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Estaba en el sofá haciendo el paripé, Carlos estaba en su habitación haciendo como que escuchaba música, para no levantar sospechas de que habíamos estado juntos.

De repente, se asomó mi madre.

-Chicos, ¿podéis ayudarnos?-.

-Claro mamá-. Dije.

En ese momento fui a la habitación de Carlos y le abracé  por detrás.

-Hermanito, nos necesitan para ayudar a meter la compra-. Le dije.

-Ya voy, preciosa-. Dijo Carlos mientras se levantaba.

Yo fui por delante de él y antes de ir a la puerta, Carlos me dio una palmada suave en el trasero y se rió.

-Tss, que van a pillarnos-. Dije mientras me reía.

Salimos al coche y estaban Ricardo y mi madre con toda la compra, así que ayudamos a cogerla y la entramos. Yo entré antes que Carlos y cuando la dejamos en la cocina, Carlos se acercó a mí oído.

-Te quiero hermanita-. Me susurró. Escalofríos recorrieron mi cuerpo.

-Y yo hermanito-. Le susurré y luego me dio un beso en la mejilla. Me giré y nos abrazamos, no podíamos evitarlo.

A los segundos vino Ricardo y nos pilló abrazados.

-Chicos, que viene Luisa-. Dijo susurrando.

Nos separamos y empezamos a guardar las cosas. Y al rato vi como Carlos iba a hablar con Ricardo. Me acerqué un poco a ver si podía escuchar algo y oí a Carlos.

-Papá, Martina se ha comprado el traje de novia y ahora no se que hacer, a quien quiero es a Miriam, pero lo que no quiero es hacerle daño a Martina-.

-Si tan seguro tienes que quieres a Miriam ¿Por qué le pediste matrimonio a Martina?-. Le dijo su padre.

-Por despecho, Miriam me rechazó y cuando me dijo que quería estar conmigo estaba seguro de dejar a Martina, pero hoy me ha dicho que se ha comprado el traje de novia, está realmente emocionada, pero yo no siento lo mismo que ella, quiero dejarla, estoy enamorado de Miriam, pero no quiero hacer daño a Martina-.

Cada palabra que oía se me clavaba en el corazón, no lo podía soportar más, él parecía afectado por la situación y me daba la sensación que no iba a dejar a Martina.

Fui a la cocina que estaba mi madre.

-Mamá, me voy a ir un rato al centro comercial-. Le dije, necesitaba despejarme.

-¿Vas sola?-. Preguntó.

-Si, quiero ir a mirarme algo de ropa, hay un compañero que se casa con su novio en un mes y no tengo nada, voy a ver si veo algo-. Le dije.

-¿Ah si? No lo sabía hija-.

-Lo sabemos desde hace un año, pero no dije nada, no pensaba ir, todas mis compañeras van con sus parejas, yo quería ir con Marcos, pero visto cómo está el percal, voy sola, así que aunque sea así, iré-.

-¿Quieres que te acompañe a mirarte algo?-. Preguntó mi madre.

-No hace falta, necesito ir sola-. Le dije.

-¿Estás bien, hija?-.

-Si mamá, solo es que necesito salir un poco y despejarme, además tengo que irme ya que si no me cierran las tiendas-. Le dije.

-Vale hija, cómprate algo bonito-. Me dijo mi madre.

En ese momento, iba camino a mi habitación y Carlos estaba en el salón mirándome, yo no le miré.

Te odio hermanitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora