Cuando acabamos de tener sexo, nos acostamos a dormir, Carlos
me abrazó por detrás. A mitad de la noche me entró angustia y tuve que levantarme de golpe al cuarto de baño a vomitar.Carlos se asustó cuando se dio cuenta que me levanté de golpe.
-Cariño ¿Estás bien?-. Preguntó mientras me iba al cuarto de baño.
Yo no podía contestarle.
Llegué al baño y abrí la tapa del váter, entonces vomité y Carlos vino conmigo.
-¿Ya está el bebé haciendo de las suyas?-. Preguntó Carlos acariciándome la espalda.
Asentí mientras me ponía las manos en la cabeza.
-Como sea así todo el embarazo, me va a dar algo-. Le dije riéndome.
-Lo superaremos juntos-. Me susurró. Y yo le sonreí.
-Vamos a la cama, ya me encuentro mejor-. Dije apoyando mi cabeza en su pecho.
Asintió y nos levantamos del suelo.
-Me limpio la boca y voy-. Le dije.
Me lavé los dientes y volví a la cama, me tumbé con la cabeza en su pecho y cuando miré el reloj eran las 6:00h.
-¿Has visto la hora que es?-. Le pregunté a Carlos.
-Si, ya es casi hora de levantarse-. Dijo.
-A estas horas es cuando suelo vomitar, no se por qué, creo que nuestro bebé va a ser muy madrugador-. Susurré riendo.
Carlos echó una pequeña carcajada.
-Espero que no, pero bueno, sea como sea, nos ayudaremos el uno al otro-. Dijo Carlos.
Levanté mi cabeza para mirarle a los ojos y él me miró también mientras me acariciaba el hombro.
-Te quiero-. Le susurré.
-Y yo a tí, preciosa-. Me susurró y me besó.
Nos dormimos un poco más y a las 8:00h nos levantamos, fuimos a la cocina a desayunar el pan de molde que nos dio Ricardo, me lo tosté y me puse fiambre, Carlos hizo lo mismo e hizo cafés para los dos.
Nos duchamos y nos vestimos, fuimos a casa de mi madre y Ricardo, íbamos a hablar con ellos ya.
Estando en el coche estaba de los nervios, no sabía cómo iba a actuar mi madre cuando le dijera que estaba embarazada de mi hermanastro, pondría el grito en el cielo, pero esperaba también que lo entendiera.
-¿Estás nerviosa, hermanita?-. Preguntó Carlos cogiéndome de la mano.
-Un poco si, mi madre es un hueso duro de roer y me ha dicho por activa y por pasiva que tú y yo no podíamos tener nada-.
Carlos se rió.
-Pues hemos hecho todo lo contrario a lo que nos dijo y encima la vamos a hacer abuela-. Dijo Carlos riéndose.
-Si, tienes razón, le va a entrar un mal-. Dije riéndome.
Carlos empezó a reírse.
-Si te sirve de consuelo, mi padre no sabe que estás embarazada, así que a ambos les va a entrar un mal-. Me dijo riéndose.
Estábamos todo el rato de cachondeo intentando olvidar el mal rato que íbamos a pasar en casa de mi madre.
Llegamos a su casa y Carlos paró el coche.
-Cariño ¿estás lista?-. Preguntó Carlos acariciándome la pierna.
-No, no lo va a entender-. Le dije.
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Te odio hermanito
RomansaMiriam era una chica de 25 años, vivía en Madrid con su madre, una mujer viuda desde hace 8 años. Miriam tenía trabajo, era azafata del teatro Lope de Vega desde hace 5 años, aún no quería independizarse de su casa, tenía novio, Marcos, se querían m...