Esa noche me acosté pensando en cómo cambiaría mi vida al tener aquí a Ricardo, es un buen hombre, pero claro, las cosas que hacíamos mi madre y yo, ya no las podré hacer.
Al día siguiente, por la tarde, entré a trabajar, fui en metro, porque al finalizar mi jornada laboral, Marcos vendría a por mí en la moto y no paraba de darle vueltas al asunto. Se lo comenté a mi compañera Lucía.
-Lucía, a partir del miércoles viene mi padrastro a vivir a mi casa con mi madre y conmigo-.
-Bueno, está bien, si tu madre es feliz así-. Me respondió.
-Si bueno, pero van a cambiar muchas cosas en casa-.
-Lo peor es que el domingo quiere hacer comida familiar, con el hijo de Ricardo y la novia, aparte, mi madre me ha pedido que lleve a Marcos-.
-Vas a conocer a tu hermanastro, a lo mejor está bueno-. Me dijo riéndose.
-¿Nunca lo has visto?-. Preguntó.Negué con la cabeza.
-No sé nada de él, ni siquiera como es-.
-Métete en su facebook, vamos a cotillearle-. Me dijo Lucía.
Saqué el móvil y puse su nombre y apellido en el buscador de Facebook.
Me di cuenta que era el primero que me salió en resultados, porque se parecía mucho a su padre, era inconfundible.
Abrí su foto y vi un chico moreno con ojos azules, tenía barba corta y arreglada y un cuerpo marcado por el gimnasio, la verdad que era muy guapo y la mirada de la foto me dejó un poco embobada.
-Está cañón tía y no sois hermanos-. Me dijo Lucía guiñándome un ojo.
-Lucía, tiene novia y yo estoy con Marcos-. Le respondí mientras cerraba el Facebook.
-¿Y qué? No hay papel firmado por ningún lado, todo puede pasar-. Dijo riéndose.
-Venga, ya vienen los clientes, vamos a trabajar-. Respondí mientras me guardaba el móvil en el bolsillo.
Esa noche me tocaba estar controlando las entradas para el musical del Rey León, adoraba ese musical y mientras miraba hacia abajo para ir escaneando las entradas, una de ellas se me cayó al suelo.
-Uy perdón-. Dije mientras me agachaba.
En ese momento vi una mano masculina cogiendo la entrada al mismo tiempo que yo, levanté la vista para verle y agradecerle que se agachara también.
Y ahí estaban esos ojos azules de la foto, ese moreno con barba arreglada y cuerpo musculoso, lo conocí al instante, puesto que acababa de ver su foto en Facebook, él a mí no me conocía.
-G-gracias-. Le dije mirándole a los ojos y la voz entrecortada.
-No hay de qué-. Me dijo sonriendo y mirándome a los ojos.
Era Carlos, el hijo de Ricardo, iba con una chica, supuse que era su novia.
Cuando todos los clientes se acomodaron, fui a contárselo a Lucía.
-¿Quieres ver a Carlos?-. Le pregunté a mi amiga.
-¿Está aquí?-.
-Si mira, justo allí-. Le dije señalando hacia la butaca donde estaba sentado.
-Que guapo tía, la novia es del montón-. Me dijo Lucía riéndose.
Fue pasando el tiempo y él musical estaba apunto de terminar. Nos fuimos a nuestros puestos para empezar a recoger todo cuando empezarán a salir los clientes.
Los clientes iban saliendo, yo estaba en la puerta y en ese momento salió Carlos con su novia.
-Adiós-. Me dijo.
-Adiós-. Le respondí.
Cuando acabé de trabajar y salí, ahí estaba como cada noche Marcos esperándome con esa Suzuki roja. Me llevó a casa y estaba mi madre.
-Mañana vendrá Ricardo a dormir ya-. Me dijo.
-¿Pero no era miércoles cuando venía ya?-.
-No, al final mañana viene y ya empezará a traer cosas-.
Asentí con la cabeza y me fui a la cama.
Mientras intentaba dormir, estaba pensando en Carlos, mi hermanastro, esos ojos azules fueron un Shock para mí, nunca había visto a una persona con esos ojos, se clavaban en el alma, te perdían en el tiempo.
Al día siguiente, cuando me levanté ya estaba Ricardo en casa, estaba empezando a guardar sus cosas en el cuarto de mi madre.
-Buenos días Ricardo-. Dije.
-Buenos días Miriam ¿Cómo estás?¿Has dormido bien?-.
-Si muy bien, me alegro mucho que te traslades a esta casa, estamos muy contentas-.
-Sobretodo mamá-. Le susurré al oído y me fui.Ricardo sonrió y siguió con lo suyo.
Fui a hacerme el desayuno mientras miraba el Facebook de Carlos, tenía una foto en bañador, el agua mojaba su fuerte cuerpo y los rayos del sol se reflejaban en esos ojos azules que tanto relucían, mientras iba pasando las fotos, pude ver que tenía varias con Ricardo y mi madre, por lo tanto ya confirmé que sí, era Carlos.
En ese momento vino mi madre.
-Ricardo, ¿puedes venir un momento?-. Le llamó mi madre.
Mi padrastro vino hacia donde estábamos nosotras.
-Ha llamado tu hijo Carlos que el domingo vienen él y su novia a comer a casa-.
Luego me miró a mí.
-Miriam, ¿Marcos va a venir?-.
-Pues aún no le he dicho nada, luego le llamo y se lo digo-. Dije yo, en verdad no tenía ganas de que viniera.
-Vale si, díselo que tengo que comprar-.
Asentí con la cabeza mientras le daba un sorbo al delicioso café con leche que tenía en mi taza especial.
Cuando terminé de desayunar, llamé a Marcos por teléfono.
-Hola bombón-. Me respondió.
-Hola amore, el domingo tenemos comida familiar en casa, viene el hijo de Ricardo con la novia ¿Te apuntas?-.
-Claro corazón, ya me dirás la hora a la que tengo que ir-.
-Vale amore, te quiero-.
Colgamos el teléfono y yo me puse a hacer mis cosas.
De vez en cuando volvía a meterme en el Facebook de Carlos, quería saber de qué estaba hecho mi "hermanito".
Me fui a la ducha, me vestí y me fui a trabajar, Lucía no paraba de preguntarme por Carlos.
-Entonces si Ricardo ya vive en tu casa ¿Carlos irá más a menudo?-.
-No lo sé Lucía, todavía no ha venido, de momento lo veré el domingo, pero aún no nos conocemos-.
Cómo siempre, cuando salí de trabajar ahí estaba Marcos con su moto, como todos los días, me volvió a decir que vendría el domingo a comer con nosotros y cuando llegué a casa estaba Ricardo y mi madre en el sofá viendo una película.
Veía a mi madre muy feliz de que su amor estuviera viviendo con nosotras, yo sin embargo, no lo estaba tanto, pero solo tocaba esperar y pensar en lo que pasará en el futuro.

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Te odio hermanito
Storie d'amoreMiriam era una chica de 25 años, vivía en Madrid con su madre, una mujer viuda desde hace 8 años. Miriam tenía trabajo, era azafata del teatro Lope de Vega desde hace 5 años, aún no quería independizarse de su casa, tenía novio, Marcos, se querían m...