Un tiempo para nosotros

19. La boda de Ino

Shikamaru se vistió a toda prisa, la boda era al despuntar el alba y ya había perdido mucho tiempo. Menuda elección de hora para casarse, las 8:00am, sólo a la problemática de Ino se le ocurre algo similar.

-¿Dónde diablos habré dejado los jodidos anillos?-se dijo nervioso-Mamá-gritó-¿Has visto los anillos?

-¡Yaro! ¿Cómo se te ocurre perder los anillos?, sólo faltan media hora y no te has terminado de vestir.

Al final, su madre fue quien encontró los anillos en su ropa ninja sucia. Salieron hacia el templo Shinto(1) a toda prisa. Al llegar allí, Shikamaru notó como el sacerdote se paseaba de lado a lado mirando su reloj.

Una mano delicada le sostuvo y él no tuvo que voltear la cara para saber quien era. La apretó suavemente un momento.

-Mamá, papá-hizo una pausa en espera de que sus padres se giraran-ella es Sabaku No Temari, de la Aldea de la Arena.

-Es nuestro placer conocerte-dijo Shikaku.

-Yo ya había conocido a la encantadora Temari –dijo Yoshino sonriente.

-Gracias, Yoshino Sama, Shikaku Sama-dijo Temari haciendo una reverencia-me encantará conocerles mejor cuando comience la recepción, ahora creo que nos esperan.-añadió sonrojada.

Todos notaron que las miradas estaban ante ellos.

-Debemos adelantarnos-dijo Shikaku sacándolos del trance y haciendo honor a la tradición donde los familiares y amigos entran primero.

Shikamaru tomó a Temari de la mano y la encaminó hacia el altar. Se sentaron en los puestos que ocupan al lado del civil que firmaría su acta.

-Pobrecito Sai-bufó Shikamaru por lo bajo-no sabe en el lío que se ha metido.

-¡Baka!-contestó Temari apretando su mano.

Shikamaru se colocó al lado de ella y la rodeó por la cintura con el brazo.

-¿Qué haces, Nara?-preguntó alarmada.

-Hago constar ante el pueblo que eres mía –Temari le miró divertida- ¿Es que no ves como te miran todos? Está bellísima con ese Furisode(2) azul.

-Ni hablar de ti, elegantemente ataviado con tu Homongi(3).-añadió sonriendo- me gusta el escudo de tu clan.

Instintivamente Shikamaru miró al pecho de la mujer y allí, en la unión de sus pechos, escondido justo en el lugar donde perdía la razón, se encontraba pendiendo el dije que le había regalado. Temari se percató de la mirada y se llevó la mano al pecho.

Shikamaru se paseó la lengua por los labios provocativamente. Temari se sonrojó con el halago y miró a su alrededor con disimulo. Notó entonces a una joven de no más de 19 años que la miraba directamente a los ojos y con recelo. "Es ella", pensó. Tomó la mano que Shikamaru había puesto en su cintura y trató de alejarlo.

-Shika-kun, cariño, tu familia política está aquí. No les conozco, pero lo sé por como me miran –El Nara no cedió ante la petición y mantuvo su mano adherida a su cintura.

-Silencio, Temari. Llegaron los novios.-Temari dirigió su mirada hacia la entrada principal.

Y ahí pudo ver, más hermosa que nunca, a Yamanaka Ino entrar vestida con su Shiromoku(4) blanco al lado del que a partir de ese día sería su esposo. Caminaron despacio y sonrientes.

-Se aman –dijo Temari. Shikamaru sonrió.

-Y yo a ti-dijo Shikamaru. Ella lo miró con la boca entreabierta y la mirada enternecida. Si ese vago se lo proponía, podía ser el hombre más adorable del mundo.