32. Nuestro sueño

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- Temari, no estés triste. Es bueno que él conociera a su hijo y que estuviera aquí. El Señor Feudal es muy benevolente con Shikamaru.

- Lo sé, Yoshino san. El problema es que tengo un conflicto mente-corazón, mi mente sabe que está bien, pero mi corazón es egoísta y quiero retenerlo conmigo –Temari se detuvo al ver a Yoshino sonreir- ¿ Qué?

-Es que me hace feliz saber que amas a mi hijo, es todo .

- Entonces debería carcajearse, porque es mucho el amor que le tengo –dijo Temari sonriendo también.

Shikaku entró a la habitación donde las mujeres tomaban el té y charlaban. Temari amamantaba a Shikeru y Shikaku se acercó para besarlo en el frente.

-¿Cómo está mi nieto querido? He venido a rescatarte de estas mujeres problemáticas .

Temari le sacó la lengua y Yoshino le golpeó el costado izquierdo.

-¡Kuso! Me has sacado el aire, Yoshino. No parece que hace tantos años que estés fuera de servicio.

-Eso es para recordarte que aún soy muy fuerte. Si sigues llamando problemático terminarás durmiendo en el sofá, ¿me has entendido?

Shikaku le regaló media sonrisa a la madre de su hijo y ella cayó, al igual que siempre, rendida ante él. Era estúpido luchar contra ello, ante esa sonrisa ella estaba completamente indefensa y el muy astuto lo sabía.

-Ni pienses que me vas a comprar esta vez.

Por respuesta recibió un corto beso en los labios por parte de su esposo – No digas cosas que no podrás cumplir jamás. Amenázame con lo que quieras, excepto eso.

Yoshino se ruborizó de pies a cabeza.

-¡Basta de mimitos delante mío! –sugirió Temari en tono burlón elevando al bebé hacia su abuelo.

- Por Kami, Shikeru, despierta que si sigues dormido será aún más problemático hacerte eructar -Ambas mujeres sonrieron y Shikaku tomó al niño de los brazos de su madre .

- Eres idéntico a tu padre –dijo esta vez con cierta tristeza en su voz, tristeza que no pudo ser capaz de ocultar.

Yoshiro sintió la misma necesidad de siempre cuando se mencionaba su nombre en casa. Llorar. Nunca lo hacía frente a Temari porque se suponía debía darle fuerzas, pero ya había soportado una hora de plática con ella acerca de su hijo y ahora su padre. Eso era mucho pedir para el corazón de una madre. Y sólo hacían tres meses, tres meses…

No pudo reprimir el llanto que sentía venir y que no tardaba. Ella conocía más que nadie y los síntomas indicaban un desborde; un nudo en la garganta, la opresión en su estómago, el palpitar de sus sietes, la boca cerca y amarga.

Tranquila, camina y sal como si nada pasara…veinticinco pasos hasta tu habitación, eso es todo lo que necesitas, aguanta, tú eres fuerte, aguanta.

Cuando Yoshino salió de la habitación el silencio se hizo inmenso. Temari se dispuso a recoger la ropita y los juguetes del bebé.

- Temari, estuve pensando en que quizás haya algo en que ocupar nuestras mentes mientras esperamos que Shikamaru regrese.

-Yo pretendo volver a servir como ninja aquí en Konoha. Ya hable con Tsunade, pero no quiero hacer misiones muy arriesgadas por el bebé. Ya es mucho con perder uno de sus padres, pero el estar aquí donde cada cosa me recuerda a él, es muy difícil, Shikaku san .

- Lo sé y por eso se me ha ocurrido una idea. Recuerdo una conversación que tuvimos donde rememorabas un sueño en conjunto que tuvieron mi hijo y tú, cuando estaban en las reuniones aquellas, ¿recuerdas?

Un tiempo para nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora