Nuevamente se encontraba en aquella habitación a oscuras, sola, indefensa, mientras el monstruo que creía su novio la miraba desde arriba con una sonrisa malévola en los labios. Ella trataba de escapar, pero nada le era posible. Trataba de correr y las piernas no le respondían. Trataba de gritar su nombre y su voz era inaudible Nanjiroh.. Nanjiroh...Nanjiroh.....
Al despertarse, Shikamaru sintió el frío adormecedor en su espalda, a su lado yacía Temari en brazos de Morfeo. Abrió los ojos y miró el pantalón que estaba tirado al descuido en el piso. Lo haló hacia él y sacó un cigarrillo. Lo encendió, miró al techo y por su mente empezaron a pasar escenas de todo lo que allí había sucedido.
Había ocurrido. Habían hecho el amor de la forma más deliciosa que alguien hubiera imaginado. Consciente del amor que él sentía y de la enorme atracción física que siempre había existido entre ellos, era inevitable. Sin embargo, no era lo que había planeado, quería llevarla al límite para que suplicara por él, pero la pasión fue más fuerte y se dejó arrastrar.
Tras aquel estallido de placer, se sentía maravillosamente bien.
El cigarrillo le quemó los dedos. "Demonios". No traía más. Tenía que mantener su mente ocupada en algo que no fuera el cuerpo que tenía a su lado, pero....
Se apoyó sobre los codos para mirarla más de cerca. La miró dormida, aún más hermosa que despierta. El pelo le caía en la espalda y sus apetecibles labios estaban sonrosados, entreabiertos, insinuantes..... y de repente la escuchó. Nanjiroh..Nanjiroh...Nanjiroh. Al hacerlo, una ráfaga de pensamientos contradictorios sacudió la mente del Nara.
El nombre de su rival se escuchaba como un eco en su cabeza. No podía evitarlo. Acababa de hacer el amor con ella, cansada se había dormido y susurraba el nombre de su amante en sueños. Eso no era posible. No en esta vida.
Aquello había sucedido sin que tuviera la oportunidad de dictaminar su condición, comenzó a llorar despacio. ¿Acaso no era capaz de mantener el control? Se estaba ahogando, pero ella no debía escucharlo llorar. Trataba en vano de controlar la respiración para no sollozar. ¿Qué sucedería ahora? ¿Qué debía hacer? Lo primero, era salir de allí lo antes posible.
La sintió moverse, estaba girándose hacia él, debía salir de allí ahora, pero su sistema nervioso había colapsado. Temari abrió los ojos y le sonrió. Shikamaru no respiraba. Ella parpadeó varias veces, haciendo que sus ojos se acostumbraran a la oscuridad y lo miró detenidamente. Estaba temblando, parecía un animalito que, ante una fiera, no sabe cómo escapar.
-Shikamaru-le susurró elevando una mano hacia él para que se acercara.
El shinobi retrocedió dos pasos usando sus rodillas.
-Shikamaru-volvió a llamarle. Él se levantó del lugar y, prácticamente, había salido corriendo hacia la habitación.
La oscuridad estaba a favor de Temari. Su abanico reposaba en el piso y Shikamaru trastabilló cayendo de bruces.
-¿Pero qué te pasa? Shikamaru, por qué pienso que estás huyendo de mi.-La voz de Temari había subido dos tonos, estaba comenzando a impacientarse ante la actitud del hombre.
-¿Es que no piensas contestarme? Shikamaru.-encendió la luz de la lámpara y notó los ligeros espasmos descontrolados en los hombros del shinobi que estaba de rodillas y apoyado en sus puños-¿Qué sucede?
Se acercó a él preocupada.-Háblame- Estaba llorando. De eso no había dudas. La duda era el por qué. Se acercó a él y se hinco detrás y le rodeó el pecho con sus femeniles manos.
-Cariño, mi amor-Temari estaba realmente preocupada. Le había dicho por vez primera que lo amaba, aunque no era la forma que pensaba hacerlo.
-¿Cómo te atreves a llamarme así? - su voz se escuchaba entrecortada, desmochada y en su tono, desdén.- ¿Cómo.....?
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Un tiempo para nosotros
Fanfic-Me enamoré de él siendo solo un niño y no pude evitar encontrarlo ahora, convertido en un hombre irresistible. Este es un fanfic Shikatema. Autora: Rose Hatake Nara