Temari llegó a la aldea de Konoha. El camino se la hacía cada vez más familiar. Había exactamente 20 cedros a la derecha, 22 a la izquierda; 23 píceas a la derecha y 14 a la izquierda. Cuando se iba sabiendo que a partir del cedro 10 de su izquierda, no vería a Shikamaru. Cuando regresaba contaba sólo 2 píceas y veía las puertas de la Aldea, 5 más y lo veía a él.
Ya no le pedían registro en la puerta. Konoha era su segundo hogar. Llegó al mismo hostal de siempre, donde le tenían la misma habitación. La que daba exactamente al cerebro. Se instaló lo más rápido que le permitieron sus extremidades y bajó con miras a visitar a los Nara. Primero para saludarlos, segundo para esperarlo llegar.
Se sorprendió al ver a Ino en el vestíbulo preguntando por ella. ¿Cómo se había enterado que estaba ahí? Además su cara no era la misma de siempre.
- Temari, estaba preguntando por ti ahora mismo –pausó un segundo mientras le regalaba una sonrisa – viniste a alguna misión particular.
- No –negó además con la cabeza- vine por Shika, supe que regresaba hoy a la aldea y quise sorprenderle.
Ino se quedó seria y bajó la cabeza.
-Amiga, tenemos que hablar, podemos ir a tomarnos una taza de té si gustas.
-Seguro –respondió Temari perpleja.
Por el camino le explicó que se había encontrado con Konohamaru y éste le dijo que ella estaba en la aldea. Temari estaba curiosa por saber lo que arrojaba la actitud de Ino. Se veía preocupada y no mostraba su habitual alegría. Entraron a un pequeño restaurante y ordenaron té verde. Temari con miel, Ino amargo.
- Ino, no me gusta tu semblante –A Temari no le gustaba que le anduvieran con rodeos. Era una particularidad de su familia. Kankuro y Gaara eran iguales.
- No creo que sea buena idea que veas a Shikamaru hoy –Ino mantenía su mirada fija en el té que tenía enfrente.
- Ino –le dijo Temari asiendo la mano que la kunoichi de Konoha tenía sobre la mesa - si tienes algo que decirme, hazlo ya.
Ino suspiro sonoramente y la miro.
-Shikamaru se casa hoy.
Temari pensaba que, a estas alturas, esa noticia no podía afectarla. Estaba tan errada. Tomó la taza de té y se la llevó a los labios, no para ingerir el líquido, sino para ahogar su propio sospechoso y acusar el ardor del líquido caliente por sus llorosos ojos.
- Lo siento, Temari –dijo Ino- te lo hubiera informado pero no me atreví a enviarte ese mensaje con Kankuro.
- Está bien, Ino –Esas palabras eran un tonto consuelo propio más que una convicción.
- No, Temari, no lo esta y lo sabes. Deja de hacerte la insufrible conmigo . –De los ojos de Ino se escaparon dos lágrimas. ¿A quién quería Temari engañar con esa actitud? Cualquiera que tuviera dos dedos de frente notaba que estaba destrozada por dentro.- Soy tu amiga, pero tu actitud no me deja acercarme a ti.
Temari presionó la mano de Ino y se mordió los labios. Ino pagó lo consumido y la llevó de vuelta al hotel. Todo el trayecto sin hablar. Ella sabía que se estallaría en cualquier momento.
Llegaron a la habitación y vio que Temari se quedó parada mirando hacia delante. Ino cerró la puerta y fue hasta su amiga. Estaba temblando y tenía la cabeza baja. Entonces la vio de frente, llorando a lágrima viva con los puños cerrados asiendo la tela de su yukata. Ino le tomó una mano y la sentó en la cama. Quiso expresar palabras de consuelo, pero sabía que con esa mujer no servirían de mucho y prefirió llamar.
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Un tiempo para nosotros
Fanfiction-Me enamoré de él siendo solo un niño y no pude evitar encontrarlo ahora, convertido en un hombre irresistible. Este es un fanfic Shikatema. Autora: Rose Hatake Nara